Todo empezó en mayo del 2023, cuando me dijeron que viajaría al Internacional Miss Beauty Global, yo no estaba segura de ello y hasta finales de junio, yo no confirmé mi asistencia a este certamen.
Para mí, representar a España en otro certamen internacional
me llenaba de orgullo e ilusión, ya que mi primera experiencia no fue tan
buena, debido a la organización con la que viajaba, pero eso es otra historia.
Cuando mi directora actual, me propuso lo de Brasil, no era
la primera vez, ya que en 2019 se me propuso, pero dije que no, no me sentía
preparada para poder representar a mi país, a esa magnitud y aparte no era mi
mejor momento, en cambio siempre se dice “si algo es para ti, estará ahí” y así
fue. Ese año, 2023 en noviembre viajaría a Brasil, a este certamen
internacional, representando a mi país, España.
Una vez que firme toda la documentación y todo lo que
conlleva, empezamos a prepararnos, ya que como decía, todo esto pasaba en junio
2023 y el internacional era del 23 al 28 de noviembre en Brasil, más concreto
en la ciudad de Porto Alegre.
Comencemos por esos 5 meses atrás, antes de viajar. Tuve que
prepararme no solo físicamente, si no también mentalmente, ya que competir con
países sudamericanos iba a ser bastante difícil. Por lo que empezamos a comer más
sano, deporte todos los días y como no clases de pasarela, oratoria, fotografía
y mil cosas que conllevaba la preparación, cambio de imagen, vestimenta para
todos esos días especiales, y naturalmente, no olvidemos que todo esto
trabajando y haciendo mi vida diaria. No obstante, no lo llevaba mal, hasta que
se iban aproximando los días, los nervios iban y venían. Tuve la suerte de tener a mi mamá, ayudándome
con todas las cosas que me tenía que llevar, porque fueron dos maletas grandes,
y una bolsa pequeña de mano.
Llego el 21 de noviembre del 2023 y digamos que lo deje todo
listo esa tarde, fueron las ultimas revisiones para no olvidar nada en España,
porque el día 22 viajaría a eso de las 10:30 pm, y como era de esperar ese día
trabajaría por la mañana, porque me cuesta mucho dormir en los aviones,
entonces me dije “si voy cansada, así no me costará dormirme”.
Reconozco que fue un viaje muy largo, porque tras casi 11 horas
de vuelo, llegué a Sao Paulo, lo bueno que allí eran las 6 de la mañana
aproximadamente, en España eran 4 horas más, pero como en el avión nos dieron
el desayuno, no hubo problema. Me adapté medianamente al horario. Luego tuve
una escala muy muy larga, de unas 7 horas aproximadamente, comí en este
aeropuerto y me vi todas las terminales. Cuando tocó coger el otro vuelo, que
sería de Sao Paulo a Porto Alegre, hubo un pequeño problema, no sabía si mi
vuelo iba a salir, porque había habido una tormenta tropical y casi todo Porto
Alegre estaba inundado.
No olvidemos que allí en noviembre es verano. Por lo que mi
vuelo se retrasó, entonces ya hubo cambios y comenzó el caos...
Cuando pude coger el vuelo para llegar a mi destino a Porto
Alegre, las vistas desde el avión impactaban la cantidad de agua que había por
la ciudad. Se podían ver carreteras totalmente inundadas e incluso algunas
urbanizaciones, donde solo se divisaban techos.
Llegué al aeropuerto, no encontraba mis maletas, no salían
por la cinta que debían y para colmo, como llegué más tarde, me tenía que ir en
taxi al hotel del certamen, ya que llegué con 2 horas de retraso, por lo que al
saber que la ciudad no era muy segura, decidí llamar a un Uber y mandar fotos a
todos mis familiares y a la organización, junto a mi directora que ya estaba en
el hotel.
He de decir que el señor del Uber, muy majo, pero me
recomendó que no cogiera Uber economy, si no que cogiera Uber Comfort, que son más
seguro que los otros, yo en ese momento mi cabeza explotó, porque decía, “no
llego al hotel...” El hombre hizo mucho hincapié que no saliera sola a la calle
y al llegar la noche menos, porque al ver que soy extranjera sería una
"presa fácil", así nos llamaban.
Cuando el señor me llevaba camino al hotel, yo estaba
alucinando con las calles, todos los cables colgando por sus calles en poste de
madera, los coches conducían sin control y bueno, me impactó mucho ver la
ciudad así. Sé que es el nuevo mundo, con 1492 años menos que nosotros,
recordemos que en el Amazonas aún viven especies de animales y plantas, sin
reconocer. Y aún existen tribus ancestrales. Pero gracias a dios, llegue a mi
destino…
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