jueves, 1 de julio de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 19

 Como era natural, nos quedamos dormidos. No más tarde de las 10 a.m. ya que Rosario, se encargó de subirnos el desayuno.

-Gracias, Rosario.- Robert se levantó de un salto y besó a Rosario.- ¿Han llamado de la oficina?

Marco dijo que os dejásemos dormir, pero si despertabas, todo estaba en marcha. Y que Jhon había ido a ver a Christopher. Que te llamaría mas tarde. ¡Ah! Y que habían solicitado ver a la señorita.

- No te dijo ¿quien?-pregunté rápidamente.

- No.- Contestó al tiempo que negaba con su cabeza.

- Llamaré a Phillips.- Hice el intento de levantarme, pero Rosario me agarró dejándome sentada en la cama.

- Lo lamento, pero de aquí no se mueven hasta que no desayunen. Ya ví que anoche cenaron poco.

Robert sonrió. Tomé un sorbo de café y mordisqueé una tostada.

-¿Contenta?- pregunté a Rosario.

Ella volvió a negar con la cabeza mientras salía del dormitorio.

-Tiene razón, desayunemos. Será un largo día.- Añadió Robert.

Tras desayunar nos duchamos. Para ser mas rápidos, cada uno en un baño.

1° Porque había que evitar que, si nuestros cuerpos se rozasen, no pudiéramos evitar nuestro frenesí.

2° Porque cada uno tenía la ropa en un dormitorio diferente.

Me puse uno de mis trajes. Y Robert hizo lo mismo. Máxima formalidad para un día duro, al menos eso presagiábamos. Le pedí a Robert movernos en mi coche, ya que era mas seguro que el suyo. (Cristal blindado). No puso objeciones.

Antes de salir llamó a Marco, en manos libres.

-¡Buenos días Marco! Linda te saluda.- Sonreí mientras Robert continuaba- ¿Qué tal va todo?

-¡Buenas pareja! Como dije a Rosario, ya todo el tramite, la denuncia y todo están en juzgados. Se han aportado todas las pruebas que Phillips nos ha dado. Videos, análisis.., todo. Por otro lado, creo que Jhon quería ver a Christopher, dijo que era personal, pero que te esperaría allí para verle.

-Gracias. Le llamaré. Vamos hacia allá. Ciao.

Ya en el coche conectamos el manos libres para hablar con Jhon.

-Jhon -dije- mantente frío, no cometas una locura.

-¡Uf! Eso mejor se lo dices a Bill, creo que ya le dio un par de puñetazos. Eso si, Christopher lo provocó, hay testigos.

- Jhon, ¿sabes como se declara?

- Inocente, claro. Dice que las pruebas son falsas, que lo de la droga solo fue esa mañana y porque Linda la pidió para animarla.

-¡Será cabrón! -Añadió Robert enfadado.- ¿Y el testimonio de la joven?

-A favor nuestro, su madre esta enferma y aceptó a cambio de un puesto de trabajo.

-La necesidad obliga, pobre chica, debe estar muy confundida.- Añadí.

-Lo cierto, es que parece que no miente. Pero lo malo es que ha cometido un delito igualmente, pero intentaremos que sea mínima la pena, ya que no tiene antecedentes.

-Chris, ha seguido mintiendo a todo el mundo, ahora me da pena hasta su secretaria.

-¿Eh? De pena nada. Chistopher irá donde debe y tu no debes tener piedad ni por sus padres.

Tenía razón, sus padres siempre dijeron que yo me debía quedar en casa en mi papel de esposa. Y era eso lo que deseaba Christopher una mujer sumisa. En casa, esperándole.

Sabía que de momento sus padres no eran problema alguno, pues no residían en la ciudad. Y cambié de número de teléfono cuando Christopher comenzó a acosarme, a llamarme a diario. Al principio para suplicar, luego para insultar, culpándome de todo. Y parece ser que esa versión era la que tenía su familia, pues a su madre le faltó tiempo para advertirme que una mujer casada debe respeto a su marido, que debía estar siempre dispuesta para él y un montón de "consejos" desaconsejables debido a la situación. Así que la única forma de hablar conmigo sería el día del juicio en tribunales, porque aunque llamé a la oficina de Christopher para tenderle la trampa, lo hice sin identificación de llamada.

Casi habíamos llegado a la comisaría, Jhon nos esperaba en la puerta, al parecer, Chris también intentó provocarlo. Lo cierto, es que sabía que algo estaba tramando, lo más seguro es que nos lloviesen algunas acusaciones por agresión, tanto a Bill, como a Jhon y a Robert, el cual le dio un puñetazo inesperado. Ya que no le conocía de nada.

En breve, sabría que era mi abogado, y no dudaba que descubriera que había algo mas. Cristopher era observador.

Aparcamos.

-Robert, no dejemos que descubra que hay algo entre nosotros- dije.

Robert me miró de forma interrogativa, pero asintió. Sabía que yo era quien mas conocía a mi ex. Al menos eso imaginé siempre.

Saludamos a Jhon y nos dirigimos a la oficina de Phillips, Bill nos siguió.

-Phillips, hola. ¿Qué tal todo?

Miró a Bill e hizo un gesto para que Bill, preparase algo.

-Tenemos retrato robot de esos tipos y hay más, acompañarnos... Referente a tu ex, espero que te hayan puesto al día tus abogados.

-Si, vamos a por todas. No te preocupes.

-Bien, porque el cabrón esta provocando a toda la plantilla, se la tienen jurada. No sé cuanto tiempo lo contendré, sabes que aquí te apreciamos y mucho.

-Gracias Phillips. -Llegamos a la sala de video, Marta estaba allí con Bill.- ¡Hola! ¿Qué tenemos?

-A tus amigos, dijo Bill.

-¿Mis amigos?- pregunté.

- Los tipos que estuvieron en tu piso,- alargó la mano y me pasó las fotos robot- Estaban en el hotel esa noche. Entraron gracias a la camarera de piso de guardia, por la parte de atrás. Al parecer ella esta casada con el primo de uno de ellos. En la zona de servicio, solo hay cámaras fuera, en la puerta, y esto es lo que tenemos. Ella ha sido interrogada y despedida del hotel.

Marta se apresuró a poner el video. El coche si era de Rafael, alias "el Cuervo", pero él, no aparecía en ninguna cámara. Solo dos tipos, los dos que metieron el cuerpo, y aunque era de noche y estaba oscuro, la luz que salía de la puerta del hotel, dejó que fueran identificados.

- Son José Sánchez "Serpiente" y Raúl González "Rata". Guardaespaldas de Rafael. Ambos tienen antecedentes y están buscados en México y Puerto Rico por asesinato.- Continuó Bill. -Dos prendas, que pronto estarán en nuestras manos. Hemos pedido orden de extradición para reenviarlos a esos paises. Les encontraremos.

De repente, entró el policía de recepción.

-Linda, te buscan.

-¿Quién?

-Un latino, dice que es amigo, que lleva tiempo sin verte. Me preguntó si te encontrabas, le dije que iba a ver, pero es uno de ellos, le pedí a los chicos que no le dejen salir...

De repente, se oyeron disparos.

-¡Quietos aquí! - gritó Bill.

Salieron Bill, Phillips y el agente.