viernes, 30 de abril de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 15

 Hicimos el amor como locos, de forma dulce, sensual. Había mas amor que puro morbo sexual. Cada caricia se expandía por mi cuerpo como descargas eléctricas que inundaban mis sentidos.

Nos besábamos y acariciábamos mutuamente, hablábamos, sonreíamos... A Robert, tras un orgasmo se le escapó un "te amo". Hacía tanto tiempo que no me sentía amada... No era lo mismo oír aquellas palabras de alguien vacío, sin sentimientos, que oírlas de alguien que lo demostraba. Cada vez estaba mas segura de los sentimientos de Robert, a pesar del poco tiempo juntos. Pero ¿y mis sentimientos? ¿Qué sentía yo?

Amaneció. Sonó el teléfono justo antes que el despertador. Jhon. Debía ser urgente. Lo cogí, Robert se preocupó:

- ¿Puedes poner manos libres?

- ¡Hola Jhon! Estas en manos libres, aquí está Robert.

- ¡Hola a ambos! ¡Me alegro que estéis juntos! Pero sobre todo porque se quien es la chica del video, apenas dormí pensando donde la había visto. Y ahora si que sí, me voy al juzgado a poner la demanda en tu nombre, diremos que recordaste quien te llevó al hotel.

- ¡Alto! No te precipites. - Grité. - No tenemos mas que un video y mi confirmación de que es él. Pero, ¿y la chica?

- Una estudiante en prácticas en su despacho, solo Dios sabe que le habrá prometido.

- Ok. Búscala, la llevaremos a comisaría para que la interroguen.- Contestó Robert.- Referente a la denuncia, espera. Vamos a por las pruebas, no te precipites como dice Linda, o se nos escapará. Entiendo tus sentimientos mejor que nadie, yo le mataría ahora mismo, pero la ley es la ley. Pensemos con la mente fría. Te aseguro que tendremos la oportunidad de vengarnos.

- Llevas razón Robert, pero al saber quien es la chica, es como verlo todo a la luz de un inmenso foco que le apuntaba directamente... Linda ¿Cómo estás?

Oía a ambos y sabía quien era el del video, pero, ¿por qué? ¿Qué le había hecho yo? ¿No era yo la afectada? Y por partida doble. Antes y después.

- Estoy bien. Haremos lo que Robert diga. Creo que ahora mismo es el que mantiene la mente mas fría. Llama a Phillips, cuéntale quien es la chica y él. Dile que necesitaremos a Bill y a un equipo, pero que se lo entregaremos en bandeja. Gracias eres un verdadero amigo.

Robert añadió: 

- Jhon, haz lo que te ha dicho Linda, y si no has descansado en toda la noche, descansa y deja que Phillips haga su trabajo.

- No descansaré hasta que se haga justicia con Linda.

- Te entiendo. ¡Ah, por cierto..! Linda se muda a casa, nos vemos allí para almorzar y te contamos.

- ¡Estupendo, nos vemos socio! Besos Linda. ¡Hasta pronto!

- ¡Hasta luego! - Contesté, colgué y miré a Robert.- ¿Y ahora?

-Ahora, haz las maletas. Haré desayuno, vístete sexy y mucho, vamos a por ese cabrón.

Asentí. No tenía ropa sexy, pero pensé que no sería mala idea ponerme la ropa de esa noche, que ya me fue devuelta al no encontrar nada. Así sería como decirle que lo recordaba. Me vestí. Salí y desayuné con Robert.

El me fue explicando que haríamos para pillarle. Llamó a casa, Rosario atendió rápido. Ya todo lo hacía a manos libres, para no ocultarme nada.

- Rosario, envía a Pedro a la dirección de anoche, tiene que recoger el equipaje, cerrar todo. Pero que instale un temporizador de luces, para que parezca que reside alguien. Para almorzar estaremos en casa, creo que seremos 3, confírmalo con Jhon, por si viene su esposa, seremos entonces 4. Gracias y recuerda todo saludable.

- Si señor, como usted mande. En breve estará ahí Pedro con la camioneta.

- Nos vemos, un beso Rosario.

- ¡Hasta ahorita, señor!

Colgó y dijo:

- ¿Dispuesta?

Asentí, cogí mi bolso y me aseguré de llevar las llaves de la casa grande. Hablé con Bill, todo estaría dispuesto. Salimos de casa, tardamos en llegar a la casa donde residí tantos años de casada. Entramos, todo seguía tal cual, la inmobiliaria se encargaba de que todo estuviese perfecto, limpio... No habría visitas hasta el próximo jueves, así que la casa estaba a mi disposición.

- ¡Es preciosa! Una pena que la vendas, aunque ahora entiendo que no quieras nada que te recuerde a tu exmarido.

Bill llegó al rato de estar allí, instaló cámaras y micros.

- Todo listo. Robert, ¿te vienes a verlo todo a distancia?

Me asusté, no quería tenerles lejos.

- ¿Puedes poner el ordenador en el trastero?- pregunté, estaba aterrada, me enfrentaba a un desconocido.

- ¡Claro que sí, tesoro! - dijo Marta desde la puerta.- ¿Pensabas que te dejaría sola en este lío?

- Pero... ¿Como..?- Pregunté incrédula.

- Bueno, Robert habló con Marco, son socios y le habló de un caso, tu caso, sin decir nombres, no quería estropear nuestras vacaciones, pero Marco quería estar cerca de su amigo. Yo por mi parte llamé a Phillips, no contó mucho, pero llamé a Bill y a Grace. Até cabos y aquí estoy. Sabes que soy la mejor criminóloga.

Reí y la abracé.

- ¿Podéis instalarlo cerca? ¿En el trastero o en el garaje?

- Si, en el trastero. ¡Vamos Bill!

Me quedé durante unos minutos con Robert.

- ¿Lista? Si no puedes lo dejaremos.

- No te preocupes, puedo con esto y más sabiendo que estáis cerca.

- Pues vamos allá, llámale. 

Cogí mi teléfono, inspiré hondo y marqué.

- Hola. ¿El Sr. Glaswod? Soy Linda. Gracias.

Atendió su secretaria y pasó la llamada.

- ¡Hola, preciosa! ¿Qué tal tu vida de divorciada?

- Pues, muy bien. Comencé con una fiesta y terminé con un tipo en un hotel, un tipo que me pone muchísimo. Tanto que te enviaré una foto. Por cierto, ¿repetimos?- pregunté tras enviar un selfie mío en el salón, en el que había sido durante años su sofá preferido.

- ¡Me encanta como te queda esa camisa! Pero, ¿Cómo te acuerdas del hotel?

- Pues no sé, lo soñé anoche. Me puse muchísimo y recordé lo bueno que eras haciéndome el amor. Lo echo de menos.

Robert, me miró como diciendo, "no te cueles". Le sonreí.

-Estaré ahí en unos 30 minutos.

- Te espero Cristopher.

- ¡Ten mucho cuidado!- Añadió Robert nada mas colgar el teléfono.

Bill y Marta aparecieron en la sala.

- La conversación se ha oído bien.- Dijo Bill.

- No te preocupes, estamos aquí, ese cabronazo no se saldrá con la suya. Tu te mereces lo mejor. - Marta miró a Robert.

Le sonreí y añadí:

- Hay mucho más ya te contaré. Por cierto, ¿Robert podemos invitarla para ponerla al día? 

- Llamaré a Rosario, seremos 6.

- Me alegraba la idea de tener a la mesa a mis mejores amigos, Marta, Jhon y su mujer, y ahora a Robert. Me sentía un poco más segura, solo de pensar que tenía gente tan fantástica a mi lado.

- Bien, los coches ya están fuera de la vista, cada uno a su posición.- Dijo seriamente Bill.- ¿Bien?- Me miró.

- Si. Todo bien, gracias.- Besé a Robert.- Comienza la función.

Me senté en la mesa, mi vaso estaba lleno de té con hielo, en un vaso de whisky. Oí como el coche de Cristopher se acercaba a la casa. Tomé una bocanada de aire.

Entró y añadió:

- Sabía que no estarías mucho tiempo sin mí.- Vino derecho a besarme, le esquivé.- ¿Qué pasa nena?

- ¿Un whisky?- Llené su copa sin esperar respuesta, sin dejar la mía,- Se te vé muy bien.

- No sin tí, te echo de menos, mi secretaria como te dije es solo un buen polvo.

- ¿Y yo? ¿Qué tipo de polvo soy?

- ¿Qué dices..? Tu no eres un polvo. Eres mi amor, mi mujercita hasta que la muerte nos separe. ¿Recuerdas?

- ¿Te puedo preguntar algo?- Dije acercándome a sus labios- ¿Lo del hotel fue real? Porque me encantó y quiero repetir.

- ¿Lo dudas? Me viniste a buscar, bebiste y tu subconsciente te trajo a mí.

- ¿A un hotel? ¿Cuándo quedamos?

- No fue así tesoro, bebiste mucho, nos encontramos en la discoteca y fuimos juntos. Tu pagaste el hotel.

- Si lo sé. Me llegó el cargo a la tarjeta, pero estaba confundida no sabía si había estado contigo. Pero.., ¿con quién si no es contigo?

- Solo conmigo y para mi.- Puso sus manos sobre mis nalgas y me pegó a él.- Te voy a hacer la mujer más feliz del mundo.

- Chris...- Susurré a su oído.- ¿Y tu secretaria?

- Esa esta olvidada. Después de verte en el hotel tan caliente, dándome todo lo que no estabas dispuesta a darme de casada...

- ¿Por qué no me cuentas todo lo que hicimos? Me pondría muy cachonda.

- ¡Qué tontería, repitamos lo que ocurrió!

- No sé, es que siento que no estoy tan excitada y es mi tercer whisky.

- Eso tiene solución, sacó una pastilla de su bolsillo, mientras me baboseaba mis pechos y me magreaba.

- ¡Uuufff! ¿Tomé una de esas?

- No mi amor, esto está mejor con el whisky.- La echó a mi copa y me la ofreció.

- Gracias, Christopher.

De repente, entraron en la sala Bill y Robert juntos, les seguía Marta.

Robert se acercó y le dio un puñetazo, antes de darle tiempo a reaccionar.

- ¡Esto es por ella, capullo!

Bill lo cogió del suelo y lo esposó, añadiendo:

- ¿Sabes que hacen con tipos como tu en prisión?

Marta le miró y escupió al salir.

- ¡Cerdo!- Corrió hacia mi.- ¿Estas bien tesoro?

- Necesito un baño. Coge ese vaso, es la prueba.

Asintió y comenzó a hacer su trabajo. No sin antes añadir, mirando a Robert.

- Envíame la ubicación.

El me abrazó y me sacó de allí. Entregó las llaves de mi antigua casa a Bill, que había regresado de dejar a Chris en el coche patrulla.

- Recoger todo, gracias. ¡Ah! ¿Podrías decirle a Phillips, que Linda no irá a la oficina hoy? Creo que ha tenido suficiente por hoy.

- Sin problemas. Gracias a ti por ayudarnos, nos vemos. Y cuídala.

Robert me acompañó a su coche, nos dirigimos a su casa.

viernes, 23 de abril de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 14

 Me fijé en que se había cambiado de ropa, llevaba un pantalón negro, con una camisa blanca, algo entallada y una chaqueta negra. Estaba radiante, aunque en los últimos minutos en su rostro se veía preocupación. Le miré y dije:

- Gracias por acompañar a Jhon, por cierto, me drogaron dos veces.

- ¿Cómo? - Su rostro se desencajó por completo.

- Si. Un afrodisiaco en la discoteca, diluido en la bebida y un pinchazo de heroína.

- ¿Heroína? ¡Te podían haber matado! - Se le veía asustado.

- ¡Calma! Estoy bien. ¿No me ves? Si es cierto que hasta yo me asusté de pensar en ello, pero el que me puso la heroína la tendría para otro fin y no quiso desperdiciarla. O eso, o se equivocó de chica al pensar que moriría como el pobre del baño...

- No bromees,- dijo seriamente - estamos hablando de drogas duras.

- Lo mismo, aún estoy bajo sus efectos, y todo lo de anoche no ocurrió.

Me miró enfadado, le sonreí y le besé.

- No te preocupes, seguiremos con dietas sanas para limpiar de toxinas mi débil cuerpo.

Bromeaba en parte, no era mala idea seguir con zumos y mucha agua, pero lo de débil cuerpo no lo tenía tan claro, tras superar aquellas drogas en unas 30 horas aproximadamente, ya que supuse que la heroína la pusieron al mismo tiempo que el cuerpo en el baño.

Llegamos a casa, Robert aparcó, tenía claro que no me iba a dejar sola ni un segundo y menos después de conocer lo ocurrido.

- ¿Un baño relajante?- pregunté mientras caminábamos hacia mi apartamento.

- Yo me encargo de la cena, mientras tu lo preparas.- Añadió y aunque su rostro seguía preocupado, me ofreció una hermosa sonrisa.

Le devolví la sonrisa mientras abría la puerta. Entramos, solté las llaves y le besé. Sus labios me resultaban tan cálidos, que era la droga mas fuerte que había probado en toda mi vida de forma consciente. Sus labios, sus besos, me volvían loca.

Me devolvió el beso y me abrazó fuertemente.

- No quiero perderte y menos ahora que te tengo entre mis brazos.

- No lo harás.- Agregué y me separé de el para dirigirme al baño.

Le oí llamar por teléfono, pedía comida a alguien.

- ¡Eh, eso es trampa! Creí que cocinarías.

- Dije que me encargaría de la cena, no como. Y sí, señorita, todo natural, nada de toxinas, ni alcohol, dieta depurativa.

- ¿Has llamado a un nutricionista?

- No. A Rosario. Ya sabes... - me guiñó un ojo.- ¿Y ese baño?

- Listo. Mucha espuma, sales de baño de lavanda y romero, para relajarnos. Solo faltamos nosotros, antes de que el agua se enfrié. Pero habrá que esperar la cena. ¿O no?

Meneó su cabeza, negándolo. Envió un mensaje y puso mis llaves fuera.

- Listo. ¿Vamos al baño?- Se acercó, me abrazó, me besó y caminamos abrazados hasta el baño.

Nos quitamos la ropa entre besos y caricias. Entramos en la bañera, primero él, luego yo de espaldas a él. Me besaba el cuello y el pelo... Me sentía tan segura con él, que me olvidé que alguien entraría en mi piso mientras estábamos desnudos en la bañera.

- Linda, ¿por qué mientras acaba esto, no te mudas a mi casa?

- ¿Qué? ¿Estás loco?

- Es por tu seguridad, no te obliga a nada, puedes volver aquí cuando te apetezca. Pero en casa, tengo cámaras, seguridad contratada. Eso sin contar que allí, residen Rosario, su marido que se encarga del jardín, piscina y mantenimiento. Y su hijo, un joven que es el que se encarga de llevar y traer mis pedidos. Nunca estarás sola, aunque lo parezca. Y estaré yo. Si quieres.

- Robert, estoy bien. Aquí hay vecinos y siempre supe defenderme.

- Pero y si... No quiero ni pensarlo, pero...

- ¿Qué? ¿Dime?

- Esos tipos que dejaron el cadáver no saben, si puedes o no culparles, ¿y si pusieron la heroína para matarte? ¿Y si descubren que sigues viva y van a por ti?

- ¿Tu lees mucha novela policiaca? - Me reí. Pero la verdad es que su teoría encendió una alarma en mi cabecita. No quería que nada arruinase mi noche con Robert.

- Bueno, al menos dime que lo pensarás. - Rogó con su mirada.

- Lo pensaré, ahora es hora de relax. - Me giré y frente a él, le besé.

Acabamos teniendo sexo en el baño y aunque el agua estaba helada, nos sentíamos más calientes que nunca.

- ¿Cenamos?- preguntó Robert.

Mi cara tuvo que ser de estupor solo de pensar que el joven entró en el piso mientras hacíamos el amor, tuvo que oír mis gemidos ¡que vergüenza!

- ¿Nos habrá oído?- Pregunté.

- Sordo, creo que no es. Despistado un poco, pero buen chico.- Rió.

- ¿Y pretendes que me vaya a tu casa? ¡Que vergüenza! ¿Cómo les miro a la cara?

- Pero, ¿pensabas venirte? Porque yo lo soluciono y rápido.

- ¿Cómo?- Pregunté.

- Le envió a estudiar a Europa.- Arqueó sus cejas rápida y repetitivamente, como gesto de broma.

- ¡Estás loco!

- Por tí.- Y me besó, envuelta ya en la toalla.

Nos dirigimos a la cocina y allí había unas bolsas, con una nota. " Sr. Callagham. Está todo lo que usted ha pedido, el zumo y el agua mineral están en la nevera. Espero que todo sea de su agrado. Buenas Noches."

Ví como cogió el móvil y envió un audio.

" Gracias, sois increíbles, buenas noches, podéis descansar, no regresaré esta noche." Dijo buscando mi aprobación. Le sonreí, mientras sacaba el contenido de las bolsas. Eran portas térmicos, en ellos había unos jugosos filetes salteados con verduritas, una ensalada de frutas y como no, zumos y agua mineral. Lo colocamos todo sobre platos y cenamos en el salón, coloqué unas velas aromáticas.

Era la mejor velada en años, un hombre hermoso, atractivo, que se preocupaba por mí y con el que podía hablar de todo un poco. Confiaba en él, yo misma me sorprendía de mi actitud. Nunca había sido así, nunca había tenido tanta soltura con un hombre, ¿sexo en un día? ¿Se me había pegado algo de Marta? No sabía que estaba pasando con mi persona, pero si sabía que no podía dejar de mirarle. Robert me daba muchísimo amor, lo sentía, sentía su protección, notaba su seguridad, me la transmitía. Estaba claro que estaba dispuesta a no perder a Robert, no le dejaría irse de mi vida. Le miré mientras hablábamos. Y de repente añadí:

- ¿Cuándo me puedo mudar a tu casa?

- ¿En serio, vivirás conmigo?

- No por ti, ¡no seas engreído! Es por la comida de Rosario, se que me cuidará bien. Tu sabes.., hay que desintoxicar este cuerpo. - Sonreí.

- Mañana, en cuanto despertemos. Yo me llevaré tus cosas y pediré que las instalen en casa. ¿Quieres tu propia intimidad? Es decir, ¿un cuarto para ti sola?

- ¿Tu que crees?

- Yo te pondría en mi habitación de por vida. Pero entendería que quieras tu intimidad. Eso no significa, que aunque tus cosas estén en otro dormitorio, no podamos dormir juntos.

- Bueno deja mis cosas, que ya veré yo donde las coloco.

Me besó, me cogió en brazos y me llevó a la cama.

viernes, 16 de abril de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 13

 Me dirigí a la puerta y advertí al agente del punto de información que mis invitados debían pasar a la sala de visionado, supuse que Robert podía estar interesado, así que dí ambos nombres.

Pensaba en toda esta trama, pero sobre todo en quien sería aquel hombre al que yo había besado apasionadamente. Aunque la droga hiciera su efecto, ¿mi mente era tan débil? O es que realmente, ¿no era un desconocido? Entré en la sala divagando, intentando unir cada pista hasta ahora, quien fuera aquel tipo, me siguió de la discoteca a la casa y sabía donde me dirigía para llegar unos segundos o minutos antes que yo. Estaba claro que había sido victima de alguien que me conocía bien. Pero... ¿ y si había sido Robert? Según Jhon siempre obtenía lo que deseaba. ¿Y si me hizo suya aquella noche, pensando que yo no aceptaría tener nada con él? De todas formas, si era él, lo reconocería incluso de espaldas. Había pasado un buen rato a su espalda y lo reconocería con los ojos cerrados, tras estar pegada a él en la moto.

Phillips y Bill se limitaban a mirarme en silencio, sabían que mi cabecita estaría trabajando a full. Pero, ¿y si mi sospecha era cierta? ¿Qué pasaría con Robert? ¿Sería tan insensato de perder todo su futuro por una mujer? Eso me hizo pensar que estaba divagando sin sentido. Porque... ¿Qué sentido tendría que Robert crease su imperio con su trabajo y lo destruyera por una noche de locura? Había mucho que desconocía de Robert. Sobre todo, ¿Cómo siendo tan joven era reconocido a nivel mundial? Estaba claro que aquel imperio no lo había forjado solo. Sería prácticamente imposible.

Pero, ¿Qué estaba haciendo yo? ¿Culparle? ¿Buscaba una excusa para no enamorarme? Estaba claro que debía de dejar de pensar. Aquello me volvería loca. Lo que si estaba claro, es que la persona que estuvo aquella noche conmigo, me conocía. Conocía mis movimientos y tuvo que seguirme.

- Phillips - pregunté- ¿Tenemos videos de la discoteca, de la puerta al menos?

- No la solicité, ya que tu te acordabas de todo. Pero si alguien te drogó allí, lo haremos.

- Bien. Que visionéis la puerta. Quiero ver si alguien coincide con la descripción del video que veremos ahora,  y si estaba cerca de allí.

- Tiene sentido.- Agregó Bill.- El tipo te tuvo que drogarte allí y seguirte.

Esas palabras "drogarte allí y seguirte..." volvían a poner a Robert en la lista de sospechosos. Debía olvidarme de aquello. Esperaría ver algo en ese video.

Minutos después, Jhon entraba por la puerta y Robert le acompañaba.

- ¡Buenas tardes! - Saludaron ambos.

Phillips saludó con un gesto y les instó a tomar asiento.

- Buscaremos algo que nos sirva de referente.

- Un momento, pensaba en voz alta, la reserva se supone que la hice yo por teléfono. ¿A qué hora? ¿ Y desde que teléfono?

Bill salió precipitadamente de la sala gritando:

- ¡Un minuto.., creo que lo tengo!

Regresó tan aprisa como se fué.

- La reserva se hizo esa tarde, sobre las 19:00 h, teléfono desconocido, pero según decían era una voz de mujer. Aunque en la ficha de registro esta tu número de teléfono.

- Yo no llamé a las 19:00 h, a nadie. Había quedado con Marta a las 20:00 h en el Trinity. Y de mi casa allí se tarda unos 45 minutos, eso unido a que tuve que coger un taxi. A esa hora salí de casa y aunque podría haber telefoneado con mi móvil. Os aseguro que no lo hice. Podéis ver el registro de llamadas. Pero esta claro que me conocía, esa persona, pues tenía mi número.

- Lo que sí esta claro, es que había una mujer también implicada.- Respondió Bill.

- Bien. Veamos ese video.

Como bien aseguró Phillips, el tipo era muy listo, ocultó su rostro todo el tiempo, sabía donde estaban las cámaras. Conocía el hotel. Miré una y otra vez el video. En el ascensor solo subimos el tipo y yo.

- ¡Espera!- Gritó Robert.- Rebobina.

- ¿Qué has visto? - dijo Jhon.

- Detén el video justo antes de entrar en el ascensor. ¡Ahí!- gritó de nuevo.- Ese jarrón es de porcelana plateada, no se puede ver muy claro, pero parece un reflejo.

- ¡Cierto!- Me entusiasmé.- Hay que enviarlo a criminología tendrán que hacer una ampliación por si podemos extraer una imagen robot. Y ya solo faltaría lo de la discoteca.

- ¿Las cintas de seguridad?- preguntó Robert.

- Si. Queremos ver si ese tipo o alguien pudo seguirme.

- Esa sala es VIP- aclaró Robert- Hay cámaras en muchos puntos, ya están solicitadas. Lo hicimos cuando pensamos que te drogaron. Llegaran o esta tarde o mañana a lo mas tardar.

- Gracias.- Le sonreí.

Me respondió con una sonrisa y añadió:

- Jhon, ¿te notificaron cuando estarían?

- Si. Estarán al llegar.

Tomamos café mientras esperábamos. Todos manteníamos posturas profesionales. Ni siquiera hubo miradas que nos delataran. Aunque Bill estuvo buscándolas en todo momento.

- Llegaron.- Comunicó Phillips.- Gracias por enviarlas aquí.

Robert y Jhon, asintieron al mismo tiempo con una sonrisa estoica.

- Bien, veamos.- Dije segura de mi misma.

No había nada, ni nadie conocido, al menos no aquel tipo.

- ¿Y si te drogó la chica? - Preguntó Robert.

- Cierto, volvamos a ver los videos del baño y los que apuntaban a la mesa.

Tras un par de horas. Jhon gritó:

- ¡Detente! Creo que conozco a esa chica. 

- ¿De qué? ¿Quién? - Pregunté ansiosa.

- Sé que la he visto en alguna parte, pero... Ahora no puedo concretarte. Juro que lo haré lo antes posible.

- O lo solucionas, o estás despedido.- Dijo seriamente Robert.

Le miré, ¿hablaba en serio? Me sonrió para no dar mas interés a sus palabras.

- Os prometo que lo averiguaré en menos de 24 horas.

- Eso esperamos.- Añadió Phillips.- Además hemos progresado muchísimo, Linda, dejémoslo por hoy.

Salimos, recogí mi bolso de mi despacho. Jhon y Robert me esperaban a la salida.

- Linda, creo que se quien es. Y pienso que tu también sabes que es él. Le conoces. O al menos se parece. En cuánto tengamos el retrato robot, te sorprenderás. Pero yo, ya denunciaría. Aún así, voy a averiguar quien es ella. Para confirmarlo.- Jhon estaba sumamente dolido tras esas palabras, se despidió con un beso.- Nos vemos.

- Te llevo a casa, tengo el coche ahí. Si quieres, claro, no te voy a obligar a nada.- Dijo Robert muy serio.

Asentí.

- Gracias de nuevo. Si que eres observador y mucho, lo digo por lo del jarrón.

- De nada. Pero la cuestión es... ¿Qué tipo de demanda interpondrás contra ellos?

- Si es la persona que imaginamos Jhon y yo, una judicial, nada de civil. Drogas, conspiración y abuso sexual, se ha superado....

- Puedo preguntar ¿de quien sospechas?

Suspiré y añadí al tiempo que llegamos al coche:

- Creo que tu también lo sabes.

Se paró en seco con las llaves en las manos. Pensó y añadió :

- Una venganza muy retorcida, pero no concibo la idea.

- Te aseguro que yo tampoco.

Abrió el coche y nos fuimos a casa.

viernes, 9 de abril de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 12

Despertamos sobre mediodía, él estaba abajo en la cocina, yo tenía mi bolso a los pies de la cama. Lo cogí y me dirigí al baño, me duché y me cambié rápidamente. Bajé las escaleras, tenía el desayuno preparado, junto a un beso y la mejor sonrisa del mundo.

Cogí una tostada, la mordisqueé y añadí:

- ¡Es tardísimo, tenía que estar trabajando ya! 

- Lo sé, lo siento, nos dormimos. Llamó el comisario Phillips, atendí, lo siento, pero le dije que estaríamos allí en un par de horas.

- Gracias.

- Desayunamos y nos vamos, ¿ok?

Estuve de acuerdo. Sonreí. Desayunamos entre besos y palabras de amor, era tan dulce, que visto desde afuera parecería empalagoso. Nuestros besos iban a mas, pero tuve que frenar la escena a tiempo si queríamos trabajar.

- Vámonos, nos vemos esta tarde y continuamos donde lo hemos dejado.

-¿Lo prometes?- Preguntó como si de un niño se tratase. Un niño que esperaba su dulce, su recompensa.

Asentí con la cabeza. Recogimos todo, cerramos y salimos camino a Hollywood.

- ¿Tienes que pasar por casa?- Preguntó él.

- No. Puedo ir así, no saldré del laboratorio hoy, llévame a la Estación Rampart.

- Estupendo. Te dejo y voy a casa, de allí a la oficina.

El camino de vuelta fué mas rápido de lo imaginado, al llegar al parking dijo:

- Linda, gracias de nuevo por todo.- Me besó.- Te llamaré.

- No entiendo, ¿por qué me das las gracias?

- Lo entenderás. De momento debes saber que es solo por permitirme entrar en tu vida.

Le besé.

- Ya hablamos.- Me despedí y me dirigí a la entrada.

Le ví alejarse al llegar a la puerta, se veía siempre tan seguro de si mismo...

Entré y ví a Bill.

- Hola. ¿Algo nuevo?

- El jefe no está de humor, ya sabes el FBI...

- Gracias por advertirme.

- Por cierto, vienes muy fresquita ¿no?

Un pantalón de lino y una camiseta. Fresco si. Pero tampoco me resultaba tan informal. Aunque a la oficina solía ir mas de trajes o vaqueros, camisas y blazers.

- ¿Te disgusta? - contesté mirándole seriamente a los ojos.

- No, no. Estas genial. Solo que distinta, no sé, más relajada.

- Esa era la función al no venir ayer, relax.

Asintió con la cabeza. Phillips venía hacia mi.

- ¡Linda, buenas tardes!

- Jefe, ¿Qué hay?

- Vamos al laboratorio.- Dijo secamente.

Nos dirigimos en silencio, algo grave debía pasar.

- ¿Qué ocurre? - pregunté preocupada.

- Te drogaron, Grace te dirá con que cantidades y productos, pero te tuvieron que inyectar uno de ellos.

- ¿En serio? Grace cuéntame.

- Tenías restos de un excitante sexual, ese lo pudieron administrar en la bebida, pero el otro, el que producía la resaca y no te permitía abrir los ojos, heroína.

- ¿Qué? ¿Cómo? No entiendo.

- Buscaré en tu cuerpo algún pinchazo, si no te importa, - dijo Grace.- Probablemente esté donde no puedas verlo.

Nos dirigimos al baño y efectivamente, cerca de mi columna vertebral había un pequeño pinchazo.

- Debieron inyectarlo mientras dormías.

- Pero, ¿tan dormida como para no despertar?

- El excitante que pusieron es nuevo, te dá el subidón rápido y después un cansancio total, incluso podrías no recordar nada. La heroína supongo que la pusieron al poner el cuerpo allí. Robert murió en un callejón no muy lejos del hotel. Se encontró su ropa en un contenedor. Así que está en análisis, junto a una pieza de cristal.

- ¿En un callejón?- pregunté.- ¿Quién lleva un cristal tan caro a un callejón?

- Una limusina privada.

- ¿Qué?

- Te lo contará Phillips.

Salimos del baño, Phillips aún nos esperaba.

- ¿Y bien? - Preguntó por el pinchazo.

- La espalda, entre vertebras dorsales.

Phillips asintió y continuó:

- Robert se reunió en un restaurante con alguien, lo sabemos porque preguntamos en la zona. Se acordaban de Robert, pero no de sus acompañantes, dos hombres, y una gran limusina plateada. No debe ser difícil hayar una limusina de ese color, al menos que sea propiedad de alguien. Y dimos con un sospechoso. Adivina.¿?

- Ya. Supongo que se acabó la investigación ahí, el FBI, ¿no?

- Si y no. - Respondió Phillips.- Si obtenemos la matrícula del vehículo y lo vinculamos directamente en el caso. El FBI, estará en un lío si se ha cometido homicidio delante de sus narices.

-¿Había una cámara en la calle?

- En el semáforo de la esquina. Si situamos la limusina cerca del homicidio, puede que tengamos algo.

- Algo, pero no un móvil.- Pensé en voz alta.

- Puede que tengamos un móvil. Algo personal. Su sobrina.

- Phillips, esto pinta mal.

- No es bueno, pero se equivocaron de habitación y eso lo pagarán.

- Gracias Phillips.

- No des las gracias. Aún hay más. El taxista que te llevó, dice que en la puerta te recogió un hombre, que te besó apasionadamente. Según sus palabras "a esa mujer le iban a dar un buen repaso."

- ¿Pudo dar una descripción?

- Mas o menos lo mismo que el video del hotel.

- ¿Lo tenemos? ¿Puedo verlo?

Naturalmente, te esperaba para ello. Aunque oculta su rostro, quizás tu puedas reconocerlo.

- Cuando quieras...

- Vamos a verlo. Lo verá Bill también, por si acaso. Cuantos mas ojos mejor, lo mismo vemos algo, si no uno, otros.

- ¿Qué te parece si llamamos a alguno de mis amigos abogados?

- ¿Algunos? - Preguntó Phillips, asombrado por tener mas de un abogado.

- Ya te contaré, pero creo que el mejor será Jhon. Por el circulo de amigos en común.- Contesté.

- Ok. Voy preparando todo en la sala de visionado.

Asentí y marqué rápidamente a Jhon.

- Te necesito, ahora en la Estación Rampart, es urgente. Me lo debes. Y hola.

Jhon rió y dijo:

- Hola, allí estaré en 10 minutos.

- ¡Gracias! - Colgué.