sábado, 28 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 33
El sitio era precioso, montañas verdes, un riachuelo, una preciosa cabaña de madera y un águila rondando nuestras cabezas. Solo se oía el canto de las aves y al alegre chispoteo del agua. El olor a tierra mojada, me hizo cerrar los ojos por unos instantes, transportandome a un socegado mar de sensaciones.
El abrazo, por la espalda, de Victor, me hizo reaccionar.
- ¿Te gusta?- preguntó él.
- Es un sueño y lo mejor..,tú.
Se giró y me besó.
- ¿Guardamos el equipaje y vemos el interior?- añadió Victor.
Asentí y nos dirigimos al interior de la cabaña.
Su decoración era escasa y rústica, pero como aseguró Doc, disponía de todas las comodidades. La cocina era pequeñita, pero bien surtida de todos los enseres. El salón acogedor, con una pequeña chimenea de esquina. Y disponía de dos habitaciones amplias con grandes camas. El baño, era enorme, tenía ducha y una gran bañera hidromasaje.
Sara y Doc, escogieron su habitacióncon vistas al riachuelo. La nuestra daba a la montaña y al jacuzzi.
-¡Buena vista..! dijo Victor bromeando y mirando a Doc.
- No vale espiar cuando estemos dentro...- Respondió Doc.
- Yo tendré cosas mejores que ver, y más bonitas que tú.-Bromeó Victor mirandome.
- ¡Ehh! Se dice mejorando lo presente, que yo estaré en el jacuzzi con Doc.- Aseguró bromeando Sara.
No pude más que reir ante la conversación. Me dirigí al salón a coger mi equipaje y me limité a ponerlo sobre la cama, diciendo:
- ¿Bajamos al pueblo a comprar? o ¿Comemos allí y luego por la tarde compramos?
- Hagamos algo de turismo en le pueblo,-dijo Sara-,así tendré algo que contar en casa...
- Tienes razón, bajemos, almorcemos, paseemos y compremos. Y más tarde, subiremos encenderemos la chimenea y...
No había terminado de hablar cuando Doc dijo:
- ¡¡Barbacoaaa!!
Todos reímos, cogímos las carteras y nos dirigimos al coche.
Lo primero que hice fué sacar mi cámara de fotos y disparar a todos lados. El lugar era precioso. Aquel pequeño pueblo destacaba por varios motivos, el primero, su blancura en el centro de un hermoso valle verde, rodeado de montes cubiertos de grandes árboles y un cielo azul impresionante. El segundo, ver como por sus calles fluía el agua de manantiales de la sierra. Un agua cristalina, transparente, que dejaba reflejar un sol de primavera tímido, asomándose entre los árboles y las casas, dejando pequeños diamantes de brillo en sus aguas.
Sara tambien hacía fotos, sobre todo a nosotros, yo me dedicaba más la paisaje.
El almuerzo estuvo genial y tras él, Doc, dijo que iba al baño mirandome. Capté rapidamente lo que quería.
- Yo tambien necesito ir- contesté.
 Me dirigí al baño de chicas y él, al de chicos, por suerte había un pequeño pasillo para acceder a ellos. Doc, me dió mi antiinflamatorio.
- ¿Ya no te acordabas?-preguntó.
- Si. Lo que ocurre es que me encuentro tan bien, que creí no necesitarlo.
- Depués del susto de ayer,mejor que lo tomes unos días.
- Vale, tu mandas.
- ¡Mmmm, me gusta es frase!
- ¡Serás..!
Le dí un suave y pequeño golpecito en la cabeza y me dirigí al aseo a tomarme la pastilla.Cuando salí, Doc, estaba sentado a la mesa.
- Bueno chicas, ¿postre?- dijo Victor.
- ¡Uff, estoy llena!, dijo Sara.
- Conmigo no conteis tampoco.- Contesté yo.
- ¿Algo dulce? dijo Victor mirandome.
- ¿Pretendes engordarme?
- Alexia, sabes porqué lo digo.
- Bueno, pero dentro de un rato, para merendar, ¿vale?
- ¿Seguro?- preguntó preocupado.
- Cariñoooo... -dije dulcemente.
- Ahora pega una siesta, pero hay que comprar, barabacoa, ¿recuerdas?- dijo Sara, al ver bostezar a Doc.
Rió y dijo:
- Decididamente, las chicas mandan.
Todos reímos y fuímos a hacer la compra, llegando al atardecer a la cabaña.

miércoles, 25 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 32
No podía dejar de pensar en su preocupación, en su mirada, en su dolor....Me sentía culpable por no decirle la verdad. Pero después de ver su reacción tuve mi decisión aún más clara. Ya sabía que decir a Victor, pero aún no sabía en que momento exacto. Tras unas horas, recibí una llamada sorprendente, Poli.
- ¡Hola guapa! ¿ Se te pasó el enfado conmigo?
- ¡Hola! No estoy enfadada, nunca lo he estado, pero no pienso hablar contigo de mi vida, ni ahora, ni nunca. -Dije en tono calmado.-
- Bueno, vale. ¿ Qué tal estás?
- Bien - contesté-¿ Y vosotros?
- Bien, bien, pero no es eso lo que me ha dicho Victor. Acabo de hablar con él y está muy preocupado por tí.
- Ya te digo que estoy bien, o ¿tu me notas mal?
- Tan desagradable como últimamente- Y sonrió-.
- Pues eso, bien.
- Bueno, pues ya que no me quieres contar, te dejo, pero ya sabes, me enteraré.
- Vale, adios.
Tras colgar solté un resoplido agudo, de alivio más bien. Adoraba a Poli, pero no a su interrogatorio y a su sarcasmo. Además ¿qué quería después de meses sin hablar? ¿Qué buscaba?
Me daba igual, en ese instante solo pensaba en tomar un relajante, descansar y vivir el mejor fin de semana de mi vida, con el chico que más amaba en este mundo. Victor.
Estaba a punto de irme a la cama cuando Doc, me llamó para decirme que Victor estaba muy asustado por mí y para preguntar que que tal seguía.
- Todo bien, gracias. Y no te preocupes ahora hablaré con él.
Colgué a Doc y desde la oscuridad de mi habitación hablé con Victor, hasta quedar rendida por el sueño.
Le pude oir más relajado al ver que me encontraba con ánimos de contarle lo de Poli.
- ¡Esa es mi chica !, una guerrera nata.
- Pues no lo olvides nunca, te amo.
Dormí placidamente hasta que sonó el despertador.
Me vestí y cogí el equipaje, dirigiendome al punto de encuentro. Por el camino me encontré a Victor.
- ¡Hola amor! ¿Sabes que vas en dirección contraria?
- Quizás porque voy en busca de la bella durmiente, para que no se duerma en el bosque o en estas calles. ¿Cómo te encuentras?
- ¿Como me ves?
- Respuesta judía- contestó él-. No debes responder con una pregunta.
- Cierto. Me encuentro genial y...¿usted?
- Deseando pasar todos estos días a tu lado.
- No tienes muy buena cara.
- Anoche, el que no durmió bien fuí yo.
- ¿Preocupado por mi?
- Entiendelo, me asusté cuando te ví caer al suelo. Y luego esos estúpidos médicos, solo preguntaron ¿ha desayunado? Me parecía increíble. Tú allí, tirada y ellos haciendo preguntas estúpidas. ¡Gracias a Dios, llegó Doc! Me hubiera puesto a discutir con aquellos imbeciles, si no llega él.
Mientras me relataba aquello me limité a sonreir y mirarle orgullosa. Estaba viendo lo mucho que me amaba y me sentía la persona más dichosa del mundo.
- Lo mejor de todo esto,- continuó él- es tu sonrisa de ahora. No quiero que te pase nada, Alexia, te amo.
Solté mi maleta y me dirigí a él besandole.
De repente, oímos a Sara decir:
 - Parejita, dejar algo para la sierra.
Ambos nos reímos y la saludamos con un par de besos.
Doc, nos esperaba en el coche.
- ¡Buenos días a todos! ¿ Qué tal hoy Alexia?
- Bien, genial, deseando llegar.
- ¿Qué os parece si paramos a tomar algo por el camino?- dijo Victor.
- Lo iba a proponer.- Dijo Doc mirandome.
- Oye, que yo ya he desayunado, eh...-dándome por aludida con sus comentarios-.
- Pues yo, no. - Dijo Sara sonriendo.
- Ganamos mayoría .- Dijo Victor.
- Ok, como querais.
Tras una hora de coche, de risas y elocuencias de todos, paramos en una cafetería de carretera, ya metídos casi en la sierra. Aprovechamos para ir al baño y comer algo. Y que mejor que un bocata de embutidos ibéricos.
Tras el ameno descanso, emprendimos de nuevo el viaje y en poco tiempo llegamos a nuestro destino.

domingo, 22 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 31
Aquella noche, me dediqué a hacer la maleta, un par de vaqueros, camisetas, ropa interior, el bikini, un par de jerseys para las noches... Apuntaba lo que necesitaba en mi neceser, cuando me dí cuenta de algo, la medicación. ¿Como llevarla encima sin que Victor la descubriese? La solución era Doc. Y le llamé.
- Doc, tengo un problema, necesito tu ayuda.
- A ver..,  dime.
- La medicación. ¿Como hago para que Victor no encuentre los anti-inflamatorios y los relajantes? Tengo que llevarlos por si los necesito, aunque espero no tener que usarlos.
- No te preocupes, ya había pensado en ello. Estudio medicina, ¿recuerdas?
- ¿A qué te refieres? pregunté asombrada.
- Llevo un botiquin en el coche. Y metí tus pastillas antes de que llamaras.
- ¡Dios! Médico particular, ¡me asustas! pero, te quiero muchísimo. Eres un sol.
- Lo sé, así que no lo olvides, acercate a mí, cuando tengas frio.
- ¡Eh.., tú..! Ya tengo a Victor.
- ¿ Y por cuánto tiempo? Sabes porqué lo pregunto. -Dijo Doc en un tono más serio.
- Sí, últimamente he pensado mucho y creo tener la solución, pero necesito un poco de tiempo, preparar una explicación, en este caso una buena excusa, no será fácil. Solo te diré que todo cambiará tras este fin de semana.
- Alexia, ¡cuidado! Podéis sufrir ambos.
- Lo sé, moriré el día que me aleje de él o él se aleje de mí. Le amo con todo mi ser.
- No sé que decir, exepto... Suerte. Te lo mereces. Y ahora.., ¡a disfrutar de nuestras minis vacaciones!
- Esoooo.., nos vemos.  Y gracias por todo.
- De nada, tu médico siempre dispuesto a todo.
- ¡Ehh, que aún no eres médico..!
Soltó una carcajada y agregó:
-...Pero, suena bien.
- Bueno, nos vemos pasado mañana. Un beso.
- Besitos, guapa y descansa.
- Lo intentaré.
Y claro que lo intenté, pero no pude con los nervios del viaje, y con mi decisión hacia Victor. Le amaba, pero no quería seguir mintiendo, no podía seguir ocultando lo evidente, mi pequeña discapacidad, tan ínfima que no se notaba, que me permitía hacer una vida totalmente normal, pero que a mí me atormentaba en el alma. Solo pensar, que jamás estaría a su altura culturalmente, me hacía sentirme inferior a su lado. Victor, era inteligente, culto, con un don de palabra único y yo en cambio...
Me dormí casi al amanecer y mis dolores de cabeza eran tremendos al despertar. Victor llegó temprano, teníamos mucho que hacer antes de partir a la sierra, a la mañana siguiente. Pero en cuanto entré en varias tiendas, mi cabeza comenzó a fallar de nuevo, comencé a sentirme mareada y tuve que ir a un baño para tomarme la medicación sin que Victor me viera. Aún así, salí palidísima y no pude disimular más, caí al suelo sin conocimiento, en cuestión de minutos pasé de la vertical a la horizontal sin darme apenas cuenta.
Cuando comencé a recuperar el sentido, Doc y unos paramédicos estaban atendiendome en una ambulancia. El rostro de Victor, lo decía todo. Le miré y le sonreí para tranquilizarle, pero no lo conseguí.
- ¡Hola bichito!- dijo Doc.-¿ Todo bien?
Asentí con la cabeza y me incorporé lentamente.
Uno de los paramédicos dijo:
- Has tenido una bajada de azúcar enorme, ¿has desayunado?
Volví a asentir, ya más relajada y sin dolor de cabeza.
- Solo que anoche no descansé bien, los nervios de un viaje.
El paramédico soltó un sonora carcajada y añadió:
- ¿ Qué vas a hacer el día de tu boda, chiquilla?
No pude más que reir.
- Tomate un zumo con mucha azúcar y come algo, sobre todo hidratos de carbono ¿vale? En un par de horas , es decir tras la digestión vuelves a tomarte las medicciones de azúcar, en cualquier farmacia o en un centro médico, ¿ entendido? Toma este papel de la incidencia y acude a tu médico o especialista.
- Si, doctor, no se preocupe.
- Yo me encargaré - dijo Doc apresuradamente.
Bajamos de la ambulancia, Victor no me soltaba la mano desde que desperté. Solo sabía mirarme a los ojos, con una mirada de dolor y preocupación. Perdido, sin saber que estaba pasando, sin encontrar una explicación lógica a todo aquello. Intenté calmarle y en ese instante me dí cuenta. Él estaba casi tan pálido del susto, como yo sin conocimiento. Victor no podía vivir con aquello, preocupandose de mí a cada instante, cada vez que me desmayara, cada vez que tuviera que acudir al médico.., noté como algo de él sufría conmigo. Victor no se merecía eso.
Doc, nos acompañó todo el tiempo y él mismo se encargó de analizar mi glucosa. Al parecer Victor llamó a la ambulancia y de seguido a Doc, pensó que llegaría antes. Y así fué.
Aún así terminamos nuestras compras, no sin tener que insistir por mi parte, porque Victor no dejaba de estar preocupado por mí.
Al acompañarme a casa, no hablamos mucho por el camino, solo me miraba preocupado. Al llegar a la puerta dijo:
- Si no estás bien, no vamos a la sierra.
Le miré y le sonreí picaramente.
- ¿Te quieres librar de mí? contesté bromeando.
- ¿Cómo tienes ganas de bromear despues de lo ocurrido?
- Victor, estoy bien, ha sido una bajada de azúcar y supongo que por la falta de sueño. Prometo tomarme un relajante y dormir. Mañana estaré como una rosa fresca, de verdad...
Vovió a mirarme preocupado y dijo:
- ¿ Estás segura de ello? Es que no quiero que te pase nada, además tiene que haber una explicación a esto.
- Si. Mi falta de sueño. Ya lo verás.., estoy bien.
Me acerque a él, le besé, pero al retirarme me abrazó fuertemente y agregó:
- No te quiero perder, te amo.
- Y yo a tí, Victor lo pasaremos genial y te olvidarás de este mal día.
Asintió, me besó y se marcho cabizbajo.

jueves, 19 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 30
Llegué a su casa, le sorprendió la visita y aunque quise disimular mi alegría, no pude y le dije:
- Vengo a decirte la respuesta, aunque supongo que la adivinarás.
Me besó y la alegría se veía en sus ojos.
- Te amo pequeña.
- Y yo a tí, que te parece si llamanos a Doc y hablamos de ello. Pasta, lugar, como llegamos, en fin planearlo todo.
- Ok, le llamo y quedamos en algún lugar.
Esperé unos segundos.
- Está en la sede, ¿vamos ahora?
- Bien, contesté.
Nos dirigimos a la sede, por el camino, Victor no paraba de hablar y de decir lo feliz que le hacía pasar la noche completa conmigo y no sería solo una, sino tres. Nos iríamos un miércoles y regresaríamos un sábado.
Ni Victor, ni yo, conocíamos a la chica de Doc, pero sí habíamos oido hablar de ella. Según Doc, nos caeríamos bien. Su chica era simpatica, extrovertida y al parecer muy divertida, según Doc, yo era su contrapunto, pero tan divertida como ella.
Lo primero que quiso saber Victor, era si la cabaña tenía chimenea, para las noches, ya que en la sierra hacía más frío y el invierno había sido muy húmedo.
- Claro que sí, - contestó Doc- tiene todas las comodidades. Incluso un jacuzzi.
- Chicas bañadores... - dijo Victor, al ver que una chica se aproximó a Doc, saludandole.
- Hablabamos de la cabaña- aclaró Doc.- Chicos esta es Sara.
- ¡Hola! - Saludé alegremente- Encantada, nos tendremos que aliar contra estos dos.-Dije bromeando.
Sara sonrió y dijo:
- Como Victor sea la mitad de bromista que Doc, esto es la guerra.
Victor me cogió por la cintura y añadió a mi oido:
- ¿ De verdad me declararías la guerra? Porque con tus curvas, firmo la rendición ahora mismo.
No pude más que reir, mientras que Doc añadió:
- Empezamos bien, con secretismo.
- Cosas de pareja -dijo Victor- ya veremos que haceis vosotros.
- Bueno formalidad - dijo Sara- que hay que llevar, comprar, aclaremosnos. Y sobre todo "pasta", que dinero hay que llevar.
- Yo creo que lo más razonable, sería comprar en el pueblo cuando lleguemos, haremos un plan de comidas, cada vez cocinará uno distinto. Referente al dinero, la casa sale en unos 450 euros, 225 por pareja, pero si ponemos unos 300 cada pareja, más algo para el bolsillo, saldremos a unos 200 por cabeza, ahora si quereis llevar más dinero e invitarme a un Whisky... -Explicó Doc-.
Todos reímos, yo pensé sin problemas, ya que cuando lo comenté en casa mi presupuesto inicial era de 250 euros, más les parecía abusivo a mis padres, aunque sabía que a escondidas, tanto mi padre, como mi madre, me darían más.
De repente Sara dijo:
- ¿Habeis metido el presupuesto de preservativos?
No pude evitar ruborizarme, hasta el punto que Doc dijo:
- Hay niñas pequeñas delante, además eso corre por cuenta de cada uno, ¿no Victor?
Esperaba que Victor no contestara, pero lo hizo.
- Yo voy preparado...
Le miré avergonzada. ¡Menudos días me esperaban..! No estaba acostumbrada a esa familiaridad y menos respecto a ese tema.
Al salir de allí Victor se disculpó conmigo, al parecer era normal entre ellos ese tipo de bromas, pero no sabía que Sara entraría en el juego.
- Me ha sorprendido esa chica, aunque para estar con Doc, debe ser así. Lo digo, porque de no ser así, lo pasaría fatal con ese bromista. Doc, es transparente dice las cosas tal y como las siente.
No abrí la boca, ya iba conociendo a Doc, para saber que era así. Llegamos a casa y dijo:
- ¿ Quieres que mañana vayamos a comprar algunas cosas?
- Si, sobre todo un neceser completo. Ya me entiendes.
- ¿ Y ropa sexy? dijo él.
- Eso es cosa mía.
Me besó y se alejó.

domingo, 15 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 29
Victor y yo estabamos genial, se aproximaba la primavera y con ella comenzaron algunos mareos.
- Una bajada de tensión- me justifiqué un día que me encontraba mal.
- Pero ¿causada por algo? Dijo Victor.
- No cariño, solo que soy hipotensa y las primeras calores me afectan.- Y sonreí.
Al llegar a casa llamé a Doc y se lo comuniqué.
- ¿ Sabes porqué son ? ¿No?
- Si, la presión de los examenes, lo sé.
- Pues tomatelo con calma o preocuparas a Victor.
- Así lo haré.
- Estoy cansada de luchar contra el sistema, para tener que hacerlo con Victor.
- Eso fué decisión tuya. Una que dice mucho de ti, pero que sabes que en cierto modo no estoy de acuerdo.
- Si acepto lo que me pide el sistema, Victor se enterará.
- Pero tarde o temprano, tendrás que ceder.
- Si, pero no sin luchar. Yo soy así.
- Eso me gusta de tí.
- ¡Eh! ¡Qué tengo novio!- bromeé.
- Eso es lo malo- bromeó tambien.
Mi amistad con Doc se iba consolidando día a día a espaldas de Victor. Bueno, lo cierto es que no ocultabamos nuestra amistad, pero si todas las conversaciones que tenían que ver con mi cabeza.
En Semana Santa, Victor y yo, estuvimos días completos, incluso alquilamos una pequeña cabaña en la sierra. Fuimos con Doc y la chica con la que salía de vez en cuando. No era nada formal, pero disfrutaban cada segundo que tenían juntos.
Fué Doc el que lo propuso. Primero a mí, me dijo que me haría bien desconectar y acepté, pero le dije:
- Doc, no le digas a Victor que has hablado conmigo, ¿por qué no se lo comentas a él?
- Como quieras, ya me estoy acostumbrando a tus pequeñas travesuras...
- Tonto, - le dije- sabes porque lo hago...
- Lo sé, bueno te haré caso. Él será el primero en saberlo, tu no sabes nada.
- Gracias Doc.
Al rato me llamó Victor.
- Cariño, Doc me ha propuesto algo, no sé si podrás venir, pero me encantaría que fuesemos. Estoy deseando pasar la noche contigo.
- La noche la pasastes en el hospital, ¿recuerdas?- Bromeé.
- Muy graciosa, sabes a que me refiero.
- Si, a pasar la noche, pero ¿donde?
- Es verdad, no te lo he dicho, la sierra, la naturaleza, montaña, luna, tu y yo.
- Dicho así suena bien, pero si me lo imagino mejor. Pero ya sabes, debo consultarlo en casa.
- Espero tu respuesta preciosa.
- Como tu digas, ( por lo de preciosa), pero me encantará ir, lo sabes.
- Lo sé. ¡Ojalá sea un sí!, porque te haré sentir única y especial.
Sonreí y dije:
- Te amo y nunca dejaré de quererte, jamás. Recuerda esta palabra, jamás.
-¿Porqué dices eso?
- Porque es así, lo sabes o deberías saberlo.
- Bueno lo imagino, pero ¿siempre me querrás?
- Siempre,- contesté muy segura de mi misma.
- Eso es mucho tiempo.
- ¿Dudas de mi cariño? pregunté.
- No mi amor, pero "siempre y jamás" dicen mucho, demasiado diría yo.
- Lo sé, piensa lo que quieras. Luego te llamo y te doy la respuesta a lo de la sierra.
Pregunté en casa y la respuesta fué, "confiamos en tí". No lo dudé salí de casa y me dirigí a la suya, necesitaba hablarlo personalmente con él y ver su cara, cuando le dijera que sí, nos ibamos unos días a la sierra. Quería ver su reacción y saber que estaba tan feliz como yo en ese instante.

viernes, 13 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 28

Unas horas despues entró la doctora que me atendía y dijo:
-¿Como te encuentras?
-¿Bien?- contesté interrogante.
-Bueno , pues si estás bien, si no te mareas te  puedes ir a casa, solo volverás a quitarte los puntos en unos días. Te haremos una cura y a casita.
Me alegré, pero ví como hizo un gesto a mí madre para que la siguiera.
Hablaron durante un rato. Mi madre entró con cara de alegría porque nos ibamos a casa, pero con dolor en sus ojos.
-¿Qué pasa mamá?
-Nada, todo esta bien.
-Sé que algo no va bien, sé sincera, por favor, no soy una niña.

- En un par de días tienes que venir a una psicologa, ella te lo explicará mejor. No es nada grave, tu salud está genial y seguirás haciendo tu vida normal, pero la doctora cree que es mejor que te lo explique alguien más cualificado.
Ví que era imposible sacar más información, así que llamé a Victor para comunicarle mi salida del hospital. Se alegró muchísimo, me esperaría en casa.
Por el camino llame a Doc, quizás él me podía explicar algo. Me dijo que me conectara al messenger, hablaríamos más y me lo explicaria con gráficos y tal. Me alegré de que así fuera. Lo ví todo más claro y naturalmente todo a espaldas de Victor.
Celebré el fin de Año con mis amigos, supongo que mis padres pensaron que me lo debían o me lo merecía. Fué genial acabar el año con el hombre que más amo y he amado en mi vida.
Cenamos en casa de Victor, él, sus padres y yo. Salimos tras la cena, pasamos por mi casa a tomarnos las uvas de la suerte. Y despues nos fuímos al local que Poli había alquilado.
Me recogí el pelo hacia un lado, tapando la cicatriz de mi cabeza, pero aún así, todos se preocuparon por mí. Doc, no se separó de mí ni un instante y cuando lo hacía no dejaba de mirarme. En un momento de la fiesta, donde Victor se ausentó para ir por bebidas, Doc se acercó a mí y dijo:
-¿Cuando se lo dirás?
-No lo sé, puedo vivir así siempre, sabes que puedo hacer una vida normal.
-Pero con limitaciones, dejale elegir.
Aquellas palabras se clavaron en mi cabeza, sobre todo una, "elegir".
Debía elegir varias cosas, la primera tenía que asumir lo que había y para ello necesitaba ayuda, alguien que reforzara mi confianza y ese alguien era el psicologo que vería en días. La segunda, que hacer con Victor, decirle la verdad, alejarme y callar, o seguir y mentir. Una mentira con las patas muy cortas, fácil de cazar. Me debatía entre todo eso, me cerré en mi misma, en mis pensamientos. Estar con Victor me hacía feliz, pero callar me quemaba el alma. Era como si el peso de ese secreto, me hundiera poco a poco.
Comencé a hacer cosas sin sentido y a pesar de dolerme en el corazón, lo primero que hice fué alejar a Poli. Le quería muchísimo, pero  le conocía lo suficiente para saber que seguiría metiendose en mi vida. Varias veces, discutí con él a cuenta de ello. Hasta que me cansé y le mandé a paseo. Hoy en día apenas nos saludamos y me alegro de  que viva en Madrid. Sé por Victor, que al final se adaptó y que tiene imnumerables amigos. A Diego le va genial. Y se adoran como el primer día que se conocieron.
Me alegro por ellos.
Victor y yo, seguimos el día a día. Las fiestas navideñas acabaron. Y yo, estoy en el psicologo, estaré al menos unos meses. Victor cree que es porque debo asumir todo lo del accidente y reforzar mi seguridad a la hora de cruzar una calle. Solo Doc y yo sabemos la verdad. Esa que algún día me hará tomar una decisión.

domingo, 8 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 27
Su preocupación se reflejaba en su rostro y nada más entrar dijo:
-¡Hola pequeña! ¿Qué tal la prueba?
- Bien, aburrida, con cablecitos.., tu sabes...
- ¿Sabes quien vendrá dentro de un rato a verte?
- ¿Quien?- pregunté un poco asustada, no estaba para el sarcasmo de Poli.
- Doc, parece que le has caido bien.
- El a mi tambien, se ve un buen tipo.
- Lo es. Y si tienes alguna duda de algo, él preguntará a los médicos.
Sonreí. Aunque no estaba de ánimos para nadie. Mi cuerpo estaba dolido tras el golpe y al parecer , según Victor, tuve una suerte tremenda, podía haber sido peor. Por otra parte, no me disgustaba la visita de Doc, era como aire fresco, tiene un carácter increible, dulce, cariñoso, te hace reircon solo abrir la boca y tiene la palabra idónea en cada momento.
Pasó una hora cuando apareció Doc, haciendo bromas sobre mi nuevo look.
- Si, pensé que era lo más adecuado, rapar un lado de mi cabezapara que las ideas salgan con más facilidad.
Ambos rieron y Victor agregó:
- ¡Esa es mi chica!
Reíamos cuando entró la doctora.
- ¡Hola Alexia! ¡Qué bien acompañada te veo! No puedo decirte nada de la prueba, vamos a repetirla mañana pero con privación de sueño,¿vale?
- Pero ¿has visto algo?- pregunté preocupada.
- Nada, nada, de verdad.
Doc, salió tras la doctora y tardó un rato en entrar, por suerte, Victor estaba en el baño en ese momento.
- No sé que te ha dicho, pero no le preocupes ¿vale? Prométemelo.
Su cara fué de desaprobar lo que le estaba pidiendo, pero tras mirarme a los ojos, asintió con la cabeza y dijo:
- Quiero que sepas, que no estoy de acuerdo, pero tus razones tendrás.
- El corazón tiene razones, que la razón no entiende. -Contesté.
Asintió de nuevo con la cabeza cuando Victor lo vió.
-¿Y ?-preguntó.
- Todo bien solo que ha salido un poco turbia, con interferencias y tal, tu sabes...Rutina.
Tras una amena tarde, Doc, se marchó y al besarme en la mejilla le dije al oido:
- Gracias, ya hablaré contigo.
Sonrió y dijo:
- Bueno guapa, recuerda que te quiero brindando por el Año Nuevo con nosotros.
- Allí estaré si me dejan y con nuevo look. - Y señalé mi cabeza.
Victor, se quedó hasta que llegó mi madre.
Desansé un poco o al menos lo intenté, ya que mi preocupación iba a más, hasta que la enfermera dijo:
- Bueno , son las doce y para tí empieza el baile. Ya sabes, no te duermas...
Me mantuve despierta hasta la prueba a las 08:00 de la mañana. Allí en un cuarto oscuro, pude descansar durante al menos 45 minutos, soñé con él, con Victor, mi único amor. Después volví a mi habitación, pero no pude dormir más,mi preocupación iba en aumento. Algo no iba bien y estaba más segura que nunca, pero solo me quedaba esperar.

viernes, 6 de enero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 26

Cuando desperté habían  pasado dos días. Victor estaba allí y mi madre tambien. Mi larga melena había desaparecido, al menos por un lado, habían extraido un pequeño coagulo de mi cabeza y aún quedaban muchas pruebas por hacer.
-Victor, ¿Desde cuando estás aqui?
-Bueno oí el accidente desde casa y me asomé. Cuando ví que eras tú, casi me piden a mi otra ambulancia. Los médicos de la ambulancia me dieron un calmante, hablé con ellos y llamaron a tus padres.
-Lo siento, he fastidiado a todos la navidad y a tí, tu cumple.
-No, a todos no, Poli dió su fiesta, con mis amigos, tenía un local ¿recuerdas?
-Muy gracioso, pero no me hace sentir menos culpable.
Mamá dijo:
-En casa estaba toda la familia, cenaron y tu padre y yo, nos encargamos de dar la buena nueva. Y este año era que mi niña, mi pequeña Alexia, había vuelto a nacer.-Siguió hablando, esta vez emocionada- Al principio, las pruebas no eran muy claras, pero tras la operación todo fué genial.
-¿Cuánto tiempo tendré que estar aquí? ¿Os estropearé Año Nuevo?
- Eso lo decidiran los médicos.- Dijo mamá.- Por cierto, voy por té. ¿Quereis algo?
-No gracias, contesté yo. Aunque necesitaba un sorbo de agua.
Mamá salió y miré a Victor, tenía aspecto cansado.
-¿Cuánto tiempo llevas ahí?
-Supongo, que el necesario, quería verte despierta, saber que estabas bien.
-Pues ya ves, estoy perfectamente, así que vete a casa y descansa, tienes un aspeco horrible.
Sonrió y dijo:
-Gracias por el piropo, "horrible".
-De nada ¿podrias darme un poco de agua?
-¿Y un beso?
Asentí con la cabeza, necesitaba saber que no soñaba que estaba allí, a mi lado. Tenía miedo y estaba desconcertada. No sabía que estaba pasando, pero una sensación extraña se apoderó de mi en ese instante.
Victor, me acompañó hasta que regresó mi madre. Pero mi sensación de que algo no iba bien iba en crecimiento.
-Mamá ¿que es lo que tengo?¿Qué ha pasado estos dos días?
-No te preocupes, estás bien. El coche te golpeó en la cabeza, o el suelo, no sabemos. El caso es que tenías un coagulo que ha sido extirpado. El coma de 48 horas fué inducido para ver en reposo tu actividad cerebral. Cuando sepan más nos lo diran, de momento todo esta bien. Mañana te harán un electroencefalograma. Ahora descansa.
-Sonreí y cerré los ojos.
Eran las 08:30 cuando una enfermera me vino a buscar con un celador para hacerme la prueba, fué larga y aburrida. De allí me dirigí de nuevo a mi habitación.
La doctora vió que mi estado de ánimo era bajo y me preguntó que ocurría. Le expliqué la sensación que tenía y me contestó:
-No hagas suposiciones absurdas, espera los resultados. De momento todo esta bien, luego te daré el resultado del electroencefalograma ¿vale?
Asentí y salío del cuarto.
De momento entró mi madre, diciendo que Victor había llamado ofreciendo a quedarse conmigo todo el día, y que dependía de lo que yo dijera.
Acepté claro, como no iba a querer estar con mi chico, me había perdido dos días a su lado, aunque él, había estado más cerca de mí que nunca.