sábado, 31 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 25
Llegué a casa y hablé con mi padre, él era más comprensivo, pero esta vez, no caía del burro. Era una tradición, podíamos incluir a Victor , si lo deseaba, pero nunca faltar yo. Después de esas palabras ni lo intenté con mi madre.
Me acosté enfadada conmigo misma, ¿como no me dí cuenta antes? ¿ Y como podía decirselo a Victor? Y lo peor dar explicaciones a Poli.
Me levanté a la mañana siguiente y llamé a Poli, me dijo que me recogía en 30 minutos,había visto un local por internet y quería recoger las llaves y terminar de  abonarla cantidad acordada. Le acompañé, me parecio genial la idea, tras la cena, un local y fiesta. Quizás podría acompañarles tras la cena. Tenía esa esperanza. Ayudé a Poli con la decoración y despues le dije que yo estaría ausente en la cena.
- Lo sabía. Te conozco Alexia y tus costumbres van antes de nada.
- Te equivocas, dejaría todo por Victor.
- Si, si...Ya veo. Y sonrió.
- Me desquicias, me voy. Voy a hablar con Victor.
Me dirigí a su casa. Quería comunicarselo personalmente.
- ¡Hola cariño! ¡Menuda sorpresa!
- ¡Feliz cumpleaños, mi amor!
- Gracias, te amo.
- Y yo a tí, ¿ lo sabes verdad?
- Bueno.., no sé . Es broma. Aunque después de lo que me ha contado Poli.., no sé.
- ¿ Poli..? pregunté.
- Si me dijo que no estarías en la cena, que prefieres cenar con los tuyos.
- ¿ Prefiero? ¿ Estás loco? Prefiero estar contigo, a solas si es posible, sin Poli y sin nadie en este mundo. - Contesté enfadada.
- Entiendo,a mis padres tampoco les ha hecho gracia. Es una fecha para estar en familia.
- ¿ Y qué harás? - contesté más calmada.
- Hablaré con Poli. Será mejor dejarlo para despues de la cena, tomaremos copas y listo.
- Lo siento, de verdad, me hubiera gustado cenar contigo, de todas formas, aquí tienes tu regalo. Espero que te guste.
- Viniendo de ti, seguro.
Abrió su regalo y se quedó boquiabierto.
- ¿ Escritores rusos del siglo XIX ?¿ Donde los conseguístes?
- En una tienda. Lo ví y me gustó. Cuentos populares rusos, para que cuentes en Asia.
- Por cierto, ¿ te lo estás pensando?
- Si y me encantaría. Quiero estar contigo cada segundo de mi vida y no separarme jamás. Aunque creo que te cansarías de mí.
- Jamás preciosa. No me cansaré nunca.
Sonreí y le bese y salí de allí apresuradamente.
 En el ascensor pensé en lo mucho que debía hacer encasa, en ayudar a mamá con la cena. Pero Poli vino a mis pensamientos.
¿ No podía esperar a que yo hablase con Victor? ¿Siempre se adelantaba? Me sacaba de quicio, ¿cuando dejaría de meterse en mi vida privada?
 Salí ala calle pensaba en como le pudo decir que yo ""prefería" a mi familia, ¿qué sabía él?
Crucé la carretera, sumida en mis pensamientos y no lo ví. Un coche, con alguien pasado de copas, me arrolló, dejandome tirada en la calle. Inconsciente.

jueves, 29 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 24

Me levanté temprano, quería ir al banco a sacar dinero, compré el regalo de cumpleaños de Victor y lo llevé a casa, minutos más tarde, llegó él.
No tenía muy claro el regalo de Poli y Diego, pero quería que fuese divertido e informal, algo en plan broma. Nos fuimos a un sex shop, compramos algunos juguetitos y despues fuimos a comprar un par de libros de cocina, era lo que Poli, me había pedido por reyes.
Poli y Diego llegaban esa misma tarde y al día siguiente sería el cumple de Victor. Así que Victor pensó, que debíamos de aprovechar el tiempo antes de que ellos llegaran. En un principio me sorprendí, aunque conociendole no era de extrañar.
-¿Comemos juntos?- preguntó- Así, celebramos mi cumple.
-Llamaré a casa.
No lo pensé dos veces, me apetecía estar a solas con él.
Se dirigió a un hotel, tenía un hermoso restaurante en el ático, la reserva había sido hecha con antelación. Sonreí al llegar, cuando le oí decir:
-Buenas, tengo mesa reservada para dos. Mi nombre es...
-¿Como sabías que vendría
?- Le pregunté mientras nos dirigiamos a la mesa.
-Bueno, era una sorpresa y lo peor que podía pasar, es que tuviera que anular la reserva.
Supongo que llevaba razón. Lo cierto, es que realmente yo tambien quería una velada tranquila para su cumple, y me alegré de que él pensara lo mismo.
Despues del almuerzo había una habitación reservada. Fué su mejor cumpleaños, al menos eso me confesó.
Tras el hotel, recogimos a Poli y a Diego. Se les veía radiantes.
Diego estaba encantado con su trabajo y con Madrid. Poli en cambio echaba de menos Sevilla, sus amigos y su facultad. Lo cierto, es que Diego siempre fué más de su hogar, mientras que el loco de Poli no paraba un instante en casa y cuando lo hacía era porque tenía amigos allí.
Aún así, se les veía felices, el matrimonio les sentó bien a ambos.
Por ser Navidad, venían cargados de regalos, pero no repartirían ninguno hasta el dia 25.
Menos el de Victor.
-¡Hola guapa! Tengo que hablar contigo.- Y me apartó tirando de mi brazo.
-Dime.
-¿Que tienes preparado para el cumple de Victor?
-Nada, te esperaba. Había pensado en una cena, los cuatro. No sé.
-Serás...-contestó.- Menos mal que estoy aquí.
-A ver, dime.
-He pensado en la cena, pero llamemos a gente de la ONG, amigos.
-Ellos, ya le dieron su regalo ayer.

-No, no. Solo buenos amigos, de los de verdad.
-Vale, llamaré a Doc
-¿Doc?¿Ya tienes su telefono?¿Hay que sospechar?
Me alegré de que Victor y Diego se acercaran, así no le contesté.
Nos dirigimos a casa de la madre de Poli, les esperaba. María era una viuda moderna para su edad, dispuesta a todo con tal de ver feliz a su retoño. Y adoraba a Diego, decía que era el mejor de sus dos hijos, porque así le consideraba, otro hijo más. Yo solo tuve oportunidad de verla en un par de ocasiones, pero nos compenetramos bien, la verdad es que pocas chicas andaban por su casa.
Aproveché ir al baño para llamar a Doc.
-¿Doc? -pregunté- Hola ¿que tal? Soy Alexia.
-Me alegro de oirte, guapa.
-Gracias por lo de guapa- contesté.- Te llamaba porque Poli, no sé si le conoces...
-Si, le conozco. ¿Quien no conoce las fiestas de Poli?
-Creo que yo.- Y reí.
El rió conmigo.
-Pues Poli quiere que reunas unos cuantos amigos para mañana noche, ya sabes, el cumple de Victor.
-¿Y cuál es el plan?
-Creo que cena, no sé, Poli no cuenta mucho, supongo que luego Disco o copas, no sé. Te llamo luego, si consigo más información.
-Ok, preciosa, hablamos, ya que es un placer hablar contigo.
-Gracias, adulador.
-De nada. Y colgó
Regresé al salón, Poli no dejaba de hablar con Victor, así que ayudé a Diego con las maletas.
-¿Sabes que tiene preparado para mañana?
-Pues, ni idea, te recuerdo que es nochebuena y mucha gente cena en familia.
-Es cierto. No lo pensé.
Salí y comencé a despedirme. Creo que tenía un pequeño problema. Nochebuena. Había estado tan contenta, tan en las nubes, que no me dí cuenta.
Nochebuena, era una fecha sagrada en casa, nos reuniamos toda la familia, abuelos, tios, tias, primos... Quizás un almuerzo con Victor, hubiera estado bien, pero la cena...No quería fallar a mi familia, pero a Victor tampoco.

sábado, 24 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

capitulo 23

Nos llevamos al menos 15 minutos besandonos cuando nos dirigimos a su dormitorio, me senté en la cama  y se arrodilló a mis pies, quitandome cuidadosamente las botas, parecía una escena de cuento, Cenicienta, solo que en vez de ponerme el zapato, lo quitaba. Lo cierto es que él sabía como hacerme sentir como su princesa, tras quitarme las botas subío mis pies a la cama y quedé totalmente tendida, volvió a besarme y desabrochó mi camisa...
Esta vez todo fué distinto, más dulce, más pausado, sintiendo cada instante, cada caricia y disfrutando más el momento. Mucho mejor que la primera vez.
Pero de nuevo tuve que volver a casa. Lo peor, es que no sabíamos cuando volvería a disfrutar de algo igual. Me hubiera gustado hacer algo especial para su cumple, el día de navidad, pero me acordé que Poli estaría en Sevilla y naturalmente, querría pasar el día con Victor. Así que comencé a pensar en un regalo normal, envuelto en papel de regalo. Decidí regalarle una joya literaria, pero no de nuestra  literatura, sino  un libro de cuentos populares rusos, de grandes escritores del s. XIX. Esperaba que le gustara, el siempre fué un apasionado de siglos atrás, pero especialmente de los cuentos, le gustaba deleitar a los pequeños con los que se encontraba en su camino con una bella historia.
Poli, vendría un día antes para instalarse en casa de un familiar. Y Victor y yo, acudimos a una pequeña fiesta que daba la sede de su ONG. Era algo informal, todo organizado por algunos de los allí presentes. Allí conocí a varias personas, entre ellos a "Doc", le llamaban así porque era estudiante de medicina. Doc, fisicamente no era gran cosa, aunque sabía sacar partido a sus atributos, grandes ojos negros y cuerpo de gimnasio, aunque  lo mejor de él, su personalidad. Era un tipo extrovertido, de don de palabra, amigo de sus amigos, con un genio impresionante pero dulce como nadie. Inteligente, audaz, simpatico... En fin, alguien al que me pegué durante toda la velada.
Victor, andaba de aquí para allá, hablando con unos y con otros. Al final de la velada, había una sorpresa preparada de sus compañeros. Una enorme tarta de cumpleaños para Victor y un billete a Asia, abierto, para que disfrutase de él cuando quisiera.
Jamas ví a Victor tan emocionado por algo, Asia.
Estaba deseando volver allí. Y yo, aunque sentí miedo de perderle, me sentía feliz por él.
En el trayecto a casa, no disimuló su alegría y hablaba constantemente de volver allí. Al llegar a la puerta de mi casa dijo:
-Perdón por haberte dejado sola tanto tiempo.
- No te preocupes, Doc, fué buena compañia.
-Es un gran tipo ¿debo ponerme celoso?
Sonreí y negué con la cabeza. Nos besamos. Sonó  su telefono, era Poli. Tan incordiante como siempre.  Oí a Victor decir:
-Ahora te llamo y hablamos, estoy despidiendome de Alexia.
Colgó y dijo:

-Recuerdos de Poli.
-Pero si nos veremos mañana... ¿o no?
-Si, mañana llega.
Sonreí de nuevo, no con mucho entusiasmo.
-¿Qué es lo que no te gusta de Poli? dijo.
-¿A mí? Nada, supongo, es un buen amigo, solo que un poco cotilla.
Victor soltó una fuerte carcajada, le pareció una definicion divertida de Poli.
-Por cierto, ¿nos vemos mañana? Me gustaría comprarles un detallito de navidad, a Poli y a Diego.
Asentí con la cabeza.
Nos besamos y subí.
Nada más subir, Victor me llamó al telefono y me dijo:
-Oye, me olvidé de decirte algo.
-Dime.
-1º Te amo y 2º quiero que te vengas conmigo a Asía
-¿Qué?
-Cumplirás 18 este verano, piensalo, no digas nada, hay meses hasta entonces.
-Vale, lo pensaré, pero no te prometo nada.
-Me conformo con que lo pienses.
-Gracias, yo tambien te amo.
-Buenas noches, princesa.
-Buenas noches, mi amor.
Me acosté pensando lo hermoso que sería viajar con él, conocer nuevos mundos y disfrutar de él y de su alegría.

viernes, 23 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 22
NOTA: SIENTO MUCHO EL ERROR COMETIDO, AL METER EL CAPITULO 21 EN DOS OCASIONES, AQUÍ OS OFREZCO EL NUEVO CAPITULO, PERDÓN A TODOS LOS QUE ME SEGUIIS, GRACIAS Y FELIZ NAVIDAD

De Poli, ya no me sorprendía nada, le tenía un cariño inmenso pero se estaba metiendo demasiado en mi vida. Quizás yo fuese una exagerada, pero no soportaba que me dijera cuales eran mis sentimientos hacía Victor o cuanto duraría nuestra relación. Duraría lo que tuviera que durar y naturalmente, mis sentimientos eran claros, le amaba.
No sabía que hacer con Poli, no sabía si hablar con Victor, pero no tenía más que mi palabra contra la de él, y la verdad tampoco hacía daño con sus palabras. Bueno, quizás un poco a mí,pero me daba igual, tenía al ser más perfecto a mi lado, al amor de mi vida y en breves horas volvería a tenerle entre mis brazos. Volvería a tenerle en mí. Solo me quedaba descansar para un nuevo día.
Amanecí radiante, me vestí y me fuí al instituto. Al sonar las 15:00 horas, salí apresuradamente hacia la puerta, pero Victor no había llegado, no sabía que hacer, si ir a mi casa o a la suya. Sonó mi telefono móvil.
- Cariño, lo siento, llego tarde. Vete para casa, allí nos vemos.
- ¿Casa?¿ La mía  o la tuya?- Bromeé.
Sonrió.
- Perdón, la mía, no he tenído un buen día, nos vemos.
Me dirigí a su casa. Llegué al portal y le llamé al móvil.
- ¿Donde estás?
- De camino y con el almuerzo, no te vayas.
- Esperaré, te amo.
- Y yo a tí, pequeña.
Esperé unos minutos cuando le ví llegar, mi corazón dió un vuelco, solo de pensar que volvería a estar con él, me hacía sentir  feliz, dichosa, el miedo de la vez anterior había desaparecido, tenía deseos de él, de besarle, de acariciarle, de sentirle...
Le besé y tras unas palabras subimos a almorzar.
- Comida italiana, ¡Genial, me encanta!
- Lo sé.
Le miré como diciendo, "¿Tan previsible soy?"
Sonrió al ver mi mirada y nos pusimos a la mesa, allí sacó el tema Poli. Me dijo que le había llamado y que le comentó lo mal que le había tratado. así que me preguntó el porqué. Siguió hablando, pero me bloqueé, ¿Qué hacía criticandome? No podía dar credito ¿qué buscaba Poli?¿ Desacreditarme ante Victor?
Cuando terminó de hablar contesté:
- Simplemente, no le contesté una pregunta.
- Eso me dijo, pero ¿por qué?
- Bueno, quería saber que pasó cuando me probé el kimono, no pensarías que le iba a contar nada, ¿no?
- Y ¿Como sabía que te lo probastes en casa?
- No lo sé, por eso no le contesté nada.
- ¿ No le dirías algo?
- Victor, ¿dudas de mí?
- No, solo que lo privado debe ser privado.
- Así pienso yo.- Dije casi enfadada. Poli iba arruinarme la tarde, indirectamente, al menos era lo que predecía ese instante.
Me levanté de la mesa y me dirigí al aseo, esperando que a mi regreso cambiaramos de tema.
Cuando salí, la mesa estaba recogida, solo una vela aromática sobre ella, pero ¿Y Victor?
Esperé un instante sentada en el sofá, pero no aparecía, decidí dar una vuelta por la casa, pero estaba sola. Victor no estaba.
Le llamé al móvil, comunicaba.
Esperé un rato y apareció.
- ¿Le parece bonito dejar a un invitado abandonado en su casa?
 Sonrió y contestó:
- Lo siento, fuí por el postre.
- Te llamé , comunicabas.
- Si, hablaba con Poli.
 Otra vez él, no pensaba volver al tema, así que opté por preguntar:
- ¿ Postre? ¿ De qué tipo?
- Dulces.
- Dejemoslo para la merienda.- Y le besé.
Mientras nos besabamos, sonó de nuevo el móvil, lo miró y lo apagó.
- Es Poli, -dijo- pero nosotros tenemos que estudiar anatomía, ¿no?
Esta vez, reí yo y le volví a besar estaba dispuesta a pasar una de las mejores tardes vividas con Victor.

domingo, 18 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA...,Y CONOCI EL AMOR.

CAPITULO 21
Me acosté nada más llegar, no quería que mi madre viese mi rostro radiante de felicidad. Seguro que se daría cuenta de que algo había pasado. Es muy cuca.
Me dormí enseguida, tanto que al parecer vi varios mensajes de Victor en mi móvil.
" Ha sido lo mejor de mi vida, te amo"
" Veo que descansas, buenas noches, princesa, espero que sueñes con lo ocurrido hoy."
Sonreí y el último era de esa misma mañana, había madrugado para ir a la facultad.
"Buenas, espero que tengas el mejor día de tu vida, si puedo te recojo a la salida de clase, un beso"
Contesté deseandole unos buenos días y corrigiendole que el mejor día , fué la tarde anterior.
Contestó rapidamente:
" Como esa, tendrás todas las que desees"
Solté una carcajada y apagué el móvil antes de entrar en clase.
Deseé constantemente que llegara las 15:00 h. para volver a verle. Solo de pensar en él, un escalofrío recorría mi cuerpo, aún sentía el dulzor de sus labios, el calor de su torso y su mirada cálida clavada en mí, en todo momento, como si quisiera adivinar que pensaba o sentía en cada instante.
Sonó el timbre y corrí escaleras abajo, tirandome directamente sobre sus brazos, le besé.
- Si llego a saber esto,vengo todos los  dias.
- ¡Tonto! - Le dije bromeando.
- ¿ Qué tal estas princesa?
- Genial, pensando en tí, en ayer.
- A mi me ha pasado igual, pero solo pensaba en como estarías, si me pasé o algo por el estilo, tengo la sensación de que me precipité, que debía de haber esperado algún tiempo más.
- Cariño... No pasa nada, todo está bien y estoy muy feliz.
- ¿ De verdad..?- preguntó él un poco preocupado.
- De verdad, no se me ocurre nadie mejor en este momento.
- Tu lo has dicho, en este momento.
- Victor, te amo y lo hice de lo más consciente posible, fué una decisión mía. No te preocupes ¿vale?
Respiró aliviado y avanzamos hasta casa cogidos de la mano.
- ¿Sabes que me gustaría?
- ¿ Qué?- pregunté yo.
- Que pudiesemos irnos lo más lejos posible, solos, tu y yo. Dormir juntos cada día de mi vida y despertar a tu lado cada mañana.
Creo que fué la primera vez que Victor decía cosas tan hermosas y románticas como esas. Aquello me desconcertó y no supe que decir, me mantuve en silencio.
Al llegar a casa nos besamos para despedirnos.
- Victor, ¿cuándo regresan tus padres?
- En un par de días, lo malo es que tu no sales entre semana.
- Podemos estudiar juntos mañana.
¿ Yo había dicho aquello?¿ Le estaba proponiendo una segunda vez? No me lo podía creer.
¡Ah! ¿ Si? ¿ Y que estudiaríamos? dijo sonriendo.
-  Biología, el cuerpo humano, no sé..., y me ruboricé.
Victor soltó una carcajada sonora.
- Si te dejan, llamamé ¿vale? Y guiñó un ojo.
- Lo haré. Y sonreí.
Subí a casa y esa tarde pude darle una respuesta.
- Si me recoges almorzamos juntos y tenemos 5 horas desde las 15:00 horas hasta las 20:00 horas. ¿Qué te parece?
- Allí estaré sin falta, princesita.
No pude continuar la conversación ya que sonó el telefono, era Poli, quería saber si me gustó mi kimono y que opinó Victor al vermelo puesto.
- ¿ Cómo al vermelo puesto? pregunté.
- No te hagas de rogar y cuentame todo.
- ¿ Todo? ¿Qué? El kimono es precioso me encantó.
-  ¿Y?
 - ¿Y qué?
- No te hagas la remolona, ¿ que tal fué?
- No sé de que me hablas. Si fueras más explicito.
- ¿Qué dijo Victor cuando te lo probastes?
- Si sabes que me lo probé, ¿por que me no le preguntas a quien te lo dijo?
- Tu sabes que yo al final, me entero de todo.
- Vale, pues si te enteras ¿ porqué me preguntas?
- No sé que te pasa, ¿ por qué estás a la defensiva?
- ¿ Yo? ¿A la defensiva? ¿ De qué se supone que intento defenderme, de mi amigo?
- Alexia, estás insoportable, hablaré con Victor.
- Como quieras, hasta pronto.
- Nos vemos en navidad, adios.
¿Vendría en navidad? pensé, ¿ qué querría saber? Lo cierto es que Poli siempre me sorprendía, ¿qué haría esta vez? Solo me quedaba esperar.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 20
Llegué a casa maravillada por la joya que había tenído delante, pero, ¿sería capaz de ponerme algo así yo sola? Tendría que intentarlo, ya que Victor quería vermelo puesto. Deseaba que llegara la hora señalada y estar lista.
A las 18:00 h, él estaba allí.
Nos dirigimos a su casa, deseaba probarme aquel kimono y que Victor lo viese, naturalmente cuidé todos los detalles, recogí mi pelo en un moño japonés con un palillo de márfil,acabado en una luna tallada y desnudé mi cuerpo de joyas. Entre el kimono y yo solo habría una delicada prenda interior de chantilly y un leve aroma a perfume afrutado.
Llegamos a su casa , sus padres estaban de crucero por el Báltico. Y Victor tenía la caja sobre una silla en su dormitorio. Le hice salir para desvestirme. El primer kimono era uno sencillo más cerrado y estrecho que el exterior, de lino natural, se abrochaba con unos lacitos a los lados. Sobre éste se colocaba el exterior de seda, el cual se cruzaba cuidadosamente para no hacer arrugas y se cerraba con el inmenso lazo rojo que se anudaba a la espalda.
Salí del cuarto timidamente y me dirigí al salón, buscando a Victor.
Se quedó mirandome de arriba a abajo sin decir nada, le miré, sonreí y le señalé el lazo poniendome de espaldas a él.
Comenzó a anudarlo cuidadosamente y cuando terminó me cogió de la mano y nos dirigimos a su dormitorio, donde había un gran espejo. Me pidió que cerrara los ojos, segundos antes de llegar a nuestro destino, le hice caso y cuando los abrí, ví lo hermoso que quedaba sobre mí. Me giré un poco para contemplar la gran lazada que Victor había hecho. Puse mirada interrogativa y dijo:
- La chica de la tienda me enseñó a hacerla, pero nunca pensé que tu piel resaltara de esa forma sobre el kimono.
Sonreí y dije:
- Un té caballero, - había leido "Memorias de una geisha" y sabía como servir un té cuidadosamente, dejando entrever mi muñeca sutílmente.
Nos dirigimos al salón y Victor se apresuró en hacer un té.
 Yo decidí esperarle de rodillas sobre una hermosa alfombra blanca, él trajo el té sobre una bandeja y lo tomamos en silencio sobre la alfombra. No dejaba de mirarme y al ofrecerle de nuevo la tetera, cogió mi mano, soltó la tetera y besó el reverso de mi muñeca. Sonreí timidamente.
Siguió avanzando muñeca arriba hasta la altura del codo, se acercó a mí y quitó mi pallillo del pelo.
- Suelto está mejor.
No dije nada me limité a mirarle a los ojos.
Deslizó mi melena a un lado y besó suavemente mi cuello, deslizandose por la espalda hasta donde el kimono le permitió. Con el mismo cuidado que hizo el lazo, lo deshizo y deslizó el kimono de seda hasta dejar ver uno de mis hombros. Siguió besandome suavemente y al minuto se detuvo, se puso de pie ante mí y alargó su mano invitandome a seguirle.
Tenía miedo, sabía lo que se aproximaba, pero deseaba descubrirlo por mi misma. Le seguí hasta su dormitorio.
Allí, frente a mí me besó y dijo:
- No ocurrirá  nada que tu no desees.
 No dije nada, solo me limité a desabrochar los lacitos del kimono interior.
Sonrió levemente y se quitó su polo, se acercó a mí y continuó besandome, desde mis labios  fué descendiendo poco a poco, hasta mis senos, mientras sus manos me desnudaban por completo, dejando que el kimono se deslizara suavemente por mi piel hasta caer al suelo.
 Me abrazó fuertemente, sentí el calor de su torso desnudo y lentamente nos dirigimos hacia su cama.
Seguimos con besos y caricias, y noté como sus suaves manos se deslizaban entre mis piernas, para deshacerse de la única prenda que me quedaba.
Le sentí en mí, con dolor, con amor, con miedo, con pasión, me sentía tan dichosa e incrédula... Apenas podía creerme que Victor estaba dentro de mí.
- ¿Te encuentras bien? ¿Te duele?
Mentí con una sonrisa, el dolor era llevadero, y dije:
- Continúa, por favor...
Seguimos hasta conseguir el climax y tras el final, no cesó de besarme.
- Me quedaría así eternamente, abrazado a tí, quiero que te quedes esta noche. -Dijo desde lo más profundo de su ser.
- Sabes que no puedo Victor, pero te aseguro que ese día llegará pronto, te amo.
 - Y yo a tí, pequeña.
Seguimos así abrazados, acariciandonos hasta la hora de regresar a casa.
 Me vestí, cogí mi kimono y me lo llevé a casa, eso sí, prescindiendo de la enorme caja.
- Siempre tendrá un significado especial para mí, dije mientras lo guardaba.
- Y para mí, dijo con una sonrisa Victor.
Me acompañó a casa y en la puerta dijo:
- Espero que no haya sido todo muy precipitado, espero que no te arrepientas de esto algún día.
- ¿ Porqué debería de arrepentirme? - pregunté. - Lo he hecho con la persona que amaba , con alguien muy especial para mí. Jamás me arrepentiré.
 Me besó y se alejó.


 NOTA: Gracias a las grandes novelistas romanticas he conseguido escribir esta página, ya que aún desconozco muchas de las cosas aquí escritas y que espero descubrir algun dia como la misma protagionista, con mucho amor.

sábado, 10 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 19

Hubiera deseado que Victor regresara de Asia a casa, pero Poli me ganó la partida. Aunque eso era ya pasado, ahora solo debía de pensar en como le recibiría y sería con un fuerte abrazo y un besazo.
Deseaba que me llamara para que me confirmara la hora y de repende sonó el telefono.
-Hola cariño! oí a Victor decir.
-Hola amor! ¿Cuándo llegás?
-Ya estoy en casa, ¿qué te parece si te recojo en 1 hora?
-Media. contesté yo.
Le oí reir y dijo:

-Veo que tienes tantas ganas, como yo, de verte.
-Si, ¿te extraña?
-Un poquito, sabiendo lo tímida que eres.
-Gracias por lo de tímida- conteté sonriendo.
-De nada, por cierto espero un abrazo y un beso al menos cuando te vea.
-¿Es que lo dudas? pregunté de nuevo.
-No sé, no sé.., ya veremos.- Y rió de nuevo.- Nos vemos en media hora guapa.
-Ok, estaré lista.
Colgué y me apresuré a meterme en la ducha. Cogí un vaquero y una camisa de manga 3/4 porque ya comenzaba a refrescar, solo fataba una semana para que terminase septiembre, era muy normal. Solté mi pelo y me lo estaba secando cuando oí a mamá decir que Victor estaba esperandome.
¿Como? solo habían pasado 15 minutos, deje mi pelo a lo loco y me apresuré en salir. Estaba guapísimo, como de contumbre. Pero no sé porqué le veía cambiado, más maduro, más hombre, quizás ver calamidades cambia a las personas... pensé.
Le sonreí y dije:
-Te he echado mucho de menos
-Y yo a ti princesa- y me besó.-¿Y ese abrazo?
Sonreí timidamente y lo abracé, no quería soltarle, no quería volver a separarme de él jamas, pero por desgracia le tuve que soltar.
-¿Vamos por tu regalo? preguntó
-¿Porqué no lo trajistes contigo?
-Bueno he de decir que es una caja bastante grande.
-Ya, y pretendes que yo la traiga luego...
-Bueno, supongo que una vez abierto no abultara tanto.
Puse mirada interrogativa, pero Victor no dijo nada más.
En ese instante sonó el telefono de Victor. Era Poli quería saber si había llegado bien y si me había gustado el regalo. Victor contestó:
-Ya hablaremos, estoy bien y tengo a Alexia aquí al lado.
-Bueno, vale ya me cuentas, quiero saberlo todo.
Aquella frase de Victor sonó como si tuvieran algún secreto, como si supiesen algo que yo me perdía. Pensé que quizás Poli hubiese visto mi regalo, así que no pregunté y me limité a llegar a mi destino con Victor. Su casa.
Al llegar allí, la mesa estaba preparada, cena con velar. "Me encantaba cuando hacia eso", pensé.
Cenamor hablndo de todo un poco, su viaje, su trabajo y al llegar el postre dijo:
-¿Me disculpas?
Asentí con la cabeza, se levantó y a los pocos segundos apareció con una enorme caja en el salón
-¡Dios! si que es grande. Dije y sonreí al tiempo.
-Abrelo-conte

tó Victor señalando con su mirada el paquete que había  dejado cuidadosamente sobre el sofá.
Levante la tapa y quedé boquiabierta ante la sorpresa, era una preciosidad, jamás soñé nada parecido. Ante mí tenía un traje oriental, de esos que usaban las geishas. El kimono exterior era de seda azul con flores rojas y el lazo de la cintura de un rojo vibrante.
-Es precioso...
-Me gustaría vertelo puesto.
-Dudo que sepa ponermelo, pero es tarde y tengo que regresar,¿Que te parece mañana?
-Como quieras, contestó.
Cerró la caja cuidadosamente y me compañó de nuevo a casa.
-No veremos mañana a las 18:00 H. ¿Vale?
Asentí y subí a casa tras un largo beso de despedida.

jueves, 8 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 18

Hice mis examenes esa semana y el resultado fué positivo, así que ya era una chica de bachillerato oficialmente. Me sentía feliz y orgullosa, tenía a mi chico favorito y  había aprobado. Aunque mi chico estaba ya muy lejos de mí, Asia. Se sentía muy feliz de estar allí, cada vez que hablabamos, se le oía entusiasmado con todo aquello, sobre todo con el trabajo que allí se hacía. Pero había algo que echaba de menos, a mí y yo, naturalmente a él.
Llevaba allí, una semana, pero para ambos parecía un mes distanciados, jamás pensé que echaría tanto de menos a alguien, Victor era mi mundo en ese instante y al parecer yo tambien lo era para él.
Una tarde me llamó entusiasmado, había encontrado el regalo perfecto para mí.
-¿Que és?- pregunté.
-Una sorpresa, no puedo decirte más, exepto que estarás guapísima.
-¡Pues, menuda pista! Es algo para mí, ¿para ponerme?
-No diré nada más, mi peque.., solo que te quiero y que te echo de menos, me gustaría que estuvieses aquí.
-Y a mi, pero ya llegará ese día, lo prometo.
Quizás me precipité al hacer mi promesa, pero en ese momento lo deseaba con toda mi alma y me hubiera ido con los ojitos cerrados.
La semana siguiente pasó lentamente, eso sí entre mensajes, te quieros y te echo de menos. Deseaba con locura que llegase el lunes para verle y por fin llegó el tan ansiado día.
Hacía escala en Madrid y Poli estaba encantado de verle unas horas.
Ese lunes, de mañana temprano, me telefoneó Poli
-¡Hola guapa! -dije amistosamente.
- Hola ¿Que tal estais por Madrid?
-Genial, aunque echo de menos Sevilla y a mis amigos, entre ellos tú, petardilla.
No pude más que sonreir, cuando de seguido dijo.
-¿Sabes que Victor hace aqui escala?
-Sí, ¿por?
-Creo que podré convencerle para que se quede aquí unos días, yo mismo le pagaré el AVE de vuelta.
-No harás eso, ¿no? Sabes que estamos deseando vernos.
-Bah, tu podrás esperar.
-¿Porque dices eso?
-Porque sé que realmente no estas enamorada de él, para tí, él es solo un capricho que pasará.
-¿Y tú que sabes' ¿Estás en mi corazón, en mis sentimientos? Yo sé lo que siento, le amo y jamás le olvidaré.
-Eso está por ver, pero bueno.., que te lo robo unos dias.
¡Dios, como odiaba que hiciera eso! Tomaba decisiones por todo el mundo y lo peor es que siempre se salía con las suyas.
Y así fué, Victor, se vió en la obligación de quedarse unos días, ya que Poli había comprado el billete de AVE para unos dias despues.
Me llamó para comunicarmelo.
-Alexia, cariño, lo siento, pero me quedaré en Madrid unos días.
-Lo sé, contesté desilusionada, Poli llamó, pero tenía tantas ganas de verte...
-Bueno, así me cogerás con más ganas.
Sonreí y seguí hablando como si nada, pero sentía que yo tenia la culpa de que Victor se quedase allí.
Fuí yo, quien le dijo a Poli que Victor regresaba el lunes y que hacia escala allí. Así que Poli tomó la iniciativa y yo me quedé con dos palmos de narices, pero viniendo de Poli, ya nada me extrañaba, había momentos que no sabía si era amigo o enemigo, pero él mismo, Poli.

sábado, 3 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA Y...CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 17
Llegué a casa cansada, con cientos de fotos en mi cámara y con un buen sabor de boca, 1º por la felicidad de mi amigos y 2º por estar todo el día en sus brazos. Sí, literalmente, en principio me tenía agarrada por la cintura, durante la comida su mano acariciaba la mía entre plato y plato, en el baile no me dejó un instante, me acaparó todo el tiempo. Era tan dichosa...
A la mañana siguiente, me levanté tarde y lo primero que hice fué llamar a Poli para más detalle de la boda, pero no atendió la llamada, así que no insití. Una hora má tarde, Poli llamó a mi puerta, quería que le ayudara con todo lo que tenían en el hotel y lo hice gustosamente. Nos dirigimos a su casa cargados de paquetes, Victor tambien estaba allí.
Al llegar a su casa, Poli, nos invitó a almorzar, naturalmente pedimos algo a un oriental.
Quizás no estuve muy apropiada cuando al llegar al postre saqué el tema que me pertubaba desde que bailé con Poli. Necesitaba saber porqué estaba tan seguro de que no acabaríamos juntos Victor y yo.

- Poli, ¿ porqué dijistes que no veías futuro en nuestra pareja?
- ¿Yo? yo no dije eso, debistes de malinterpretarme.
- ¡Ah! ¿si ? ¿ y como se interpreta el que no nos ves casados?
- ¿ Yo dije eso? Debía de estar borracho.
Tras esa frase, sonrió y miró a Victor.
Victor me dijo que dejara el tema, no quería que nadie enturbiara ese día tan fantástico. Así que me callé por respeto a Victor y Diego. Pero seguía pensando que Poli me debía una explicación.
Tras el almuerzo, Victor decidió que ambos salieramos solos a dar un paseo, mientras Poli y Diego descansaban, ya  que al día siguiente se marchaban a Madrid.
Pero al llegar al ascensor Victor, me preguntó que porqué le había dado tanta importancia a aquello. Intenté explicarle que no solo fué aquel comentario, si no otros en otras ocasiones, pero Victor no quiso hablar más del tema. Me dolía pensar que pudiera quedar por loca, así que preferí  olvidar todo y seguir paseando con Victor.
Lo cierto es que disponía de poco tiempo para estar con él, ya que yo hacía esa semana mis examenes de recuperación y Victor se iba esa semana a Asia.

jueves, 1 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 16

Llegó en el descapotable, con su traje blanco. El siempre soñó con una boda así, todos de época, pero la celeridad del acto no dió para más. Iba rebosante de alegría, su rostro irradiaba una luz que ni el mismo se lo podría imaginar, su sonrisa era lo mejor de su rostro y su mirada.., jamás le ví mirar a Diego con tanta dulzura, amor y admiración, parecía una boda de cuento de hadas, solo que 2 chicos de protagonistas.
Antes de entrar se dirigió a mí:
-Estas guapísima, ¿como estoy?
-Genial y gracias.
-Serás una de las testigos, junto con Victor.
Le miré sorprendida y agradecí su gesto con una sonrisa de afirmación. Todos entramos en la sala de ceremonias. La ceremonia fué sencilla, Poli, tenía unas palabras para Diego. Y Diego, un poema de amor para Poli. Todo acabó con violines.
Salimos de allí hacia el parador donde se celebraba la ceremonia. Por el camino Victor bromeó sobre las firmas:
.Parecía que me casaba al firmar aquel libro.
-¿Y no te gustó?- pregunté apresuradamente.
-Con tu firma al lado, sí.
Me sentí muy orgullosa  en aquel momento. Victor me estaba hablando de boda y tan solo hacía meses que nos conociamos.
Todo estaba genial, el menú, la decoración, las flores,la música... Poli había hecho un gran trabajo, pero sobre todo la música. Abrieron el baile los novios con un hermoso vals y nos incorporamos lentamente los testigos. Mientras bailabamos, Victor se movía genial, parecia un experto bailarin, me miró a los ojos y dijo:
-Algun día abriremos nosotros tambien un baile, un vals para ser exactos.
Sonreí mirandole a los ojos y le besé.
-Será un honor, contesté posteriormente
Horas más tarde mientras bailaba con Poli, se lo comuniqué y contestó:
-¿Tu casada con Victor? Perdona, pero no lo veo, la diferencia de edad, de ver la vida, sois tan distintos...
Aquello me hizo enfadar pero respiré hondo y pensé quizas ha bebido algo y no sabe lo que dice, pero lo cierto es que Poli jamás bebía.
Tras eso, no volví a acercarme a Poli, pero tampoco le dí importancia, así que no le dije nada a Victor. No queria romper la felicidad de ese día.
La música continuó sonando toda la noche, pero desgraciadamente tenia que estar en casa a medianoche, supongo que la boda se alargó hasta bien entrada la madrugada.
Me despedí de los novios felicitandoles por el enlace y añadí:
-Nos vemos mañana.

Victor me acompañó en todo momento, como buen caballero.