sábado, 24 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

capitulo 23

Nos llevamos al menos 15 minutos besandonos cuando nos dirigimos a su dormitorio, me senté en la cama  y se arrodilló a mis pies, quitandome cuidadosamente las botas, parecía una escena de cuento, Cenicienta, solo que en vez de ponerme el zapato, lo quitaba. Lo cierto es que él sabía como hacerme sentir como su princesa, tras quitarme las botas subío mis pies a la cama y quedé totalmente tendida, volvió a besarme y desabrochó mi camisa...
Esta vez todo fué distinto, más dulce, más pausado, sintiendo cada instante, cada caricia y disfrutando más el momento. Mucho mejor que la primera vez.
Pero de nuevo tuve que volver a casa. Lo peor, es que no sabíamos cuando volvería a disfrutar de algo igual. Me hubiera gustado hacer algo especial para su cumple, el día de navidad, pero me acordé que Poli estaría en Sevilla y naturalmente, querría pasar el día con Victor. Así que comencé a pensar en un regalo normal, envuelto en papel de regalo. Decidí regalarle una joya literaria, pero no de nuestra  literatura, sino  un libro de cuentos populares rusos, de grandes escritores del s. XIX. Esperaba que le gustara, el siempre fué un apasionado de siglos atrás, pero especialmente de los cuentos, le gustaba deleitar a los pequeños con los que se encontraba en su camino con una bella historia.
Poli, vendría un día antes para instalarse en casa de un familiar. Y Victor y yo, acudimos a una pequeña fiesta que daba la sede de su ONG. Era algo informal, todo organizado por algunos de los allí presentes. Allí conocí a varias personas, entre ellos a "Doc", le llamaban así porque era estudiante de medicina. Doc, fisicamente no era gran cosa, aunque sabía sacar partido a sus atributos, grandes ojos negros y cuerpo de gimnasio, aunque  lo mejor de él, su personalidad. Era un tipo extrovertido, de don de palabra, amigo de sus amigos, con un genio impresionante pero dulce como nadie. Inteligente, audaz, simpatico... En fin, alguien al que me pegué durante toda la velada.
Victor, andaba de aquí para allá, hablando con unos y con otros. Al final de la velada, había una sorpresa preparada de sus compañeros. Una enorme tarta de cumpleaños para Victor y un billete a Asia, abierto, para que disfrutase de él cuando quisiera.
Jamas ví a Victor tan emocionado por algo, Asia.
Estaba deseando volver allí. Y yo, aunque sentí miedo de perderle, me sentía feliz por él.
En el trayecto a casa, no disimuló su alegría y hablaba constantemente de volver allí. Al llegar a la puerta de mi casa dijo:
-Perdón por haberte dejado sola tanto tiempo.
- No te preocupes, Doc, fué buena compañia.
-Es un gran tipo ¿debo ponerme celoso?
Sonreí y negué con la cabeza. Nos besamos. Sonó  su telefono, era Poli. Tan incordiante como siempre.  Oí a Victor decir:
-Ahora te llamo y hablamos, estoy despidiendome de Alexia.
Colgó y dijo:

-Recuerdos de Poli.
-Pero si nos veremos mañana... ¿o no?
-Si, mañana llega.
Sonreí de nuevo, no con mucho entusiasmo.
-¿Qué es lo que no te gusta de Poli? dijo.
-¿A mí? Nada, supongo, es un buen amigo, solo que un poco cotilla.
Victor soltó una fuerte carcajada, le pareció una definicion divertida de Poli.
-Por cierto, ¿nos vemos mañana? Me gustaría comprarles un detallito de navidad, a Poli y a Diego.
Asentí con la cabeza.
Nos besamos y subí.
Nada más subir, Victor me llamó al telefono y me dijo:
-Oye, me olvidé de decirte algo.
-Dime.
-1º Te amo y 2º quiero que te vengas conmigo a Asía
-¿Qué?
-Cumplirás 18 este verano, piensalo, no digas nada, hay meses hasta entonces.
-Vale, lo pensaré, pero no te prometo nada.
-Me conformo con que lo pienses.
-Gracias, yo tambien te amo.
-Buenas noches, princesa.
-Buenas noches, mi amor.
Me acosté pensando lo hermoso que sería viajar con él, conocer nuevos mundos y disfrutar de él y de su alegría.

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