sábado, 10 de diciembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

Capitulo 19

Hubiera deseado que Victor regresara de Asia a casa, pero Poli me ganó la partida. Aunque eso era ya pasado, ahora solo debía de pensar en como le recibiría y sería con un fuerte abrazo y un besazo.
Deseaba que me llamara para que me confirmara la hora y de repende sonó el telefono.
-Hola cariño! oí a Victor decir.
-Hola amor! ¿Cuándo llegás?
-Ya estoy en casa, ¿qué te parece si te recojo en 1 hora?
-Media. contesté yo.
Le oí reir y dijo:

-Veo que tienes tantas ganas, como yo, de verte.
-Si, ¿te extraña?
-Un poquito, sabiendo lo tímida que eres.
-Gracias por lo de tímida- conteté sonriendo.
-De nada, por cierto espero un abrazo y un beso al menos cuando te vea.
-¿Es que lo dudas? pregunté de nuevo.
-No sé, no sé.., ya veremos.- Y rió de nuevo.- Nos vemos en media hora guapa.
-Ok, estaré lista.
Colgué y me apresuré a meterme en la ducha. Cogí un vaquero y una camisa de manga 3/4 porque ya comenzaba a refrescar, solo fataba una semana para que terminase septiembre, era muy normal. Solté mi pelo y me lo estaba secando cuando oí a mamá decir que Victor estaba esperandome.
¿Como? solo habían pasado 15 minutos, deje mi pelo a lo loco y me apresuré en salir. Estaba guapísimo, como de contumbre. Pero no sé porqué le veía cambiado, más maduro, más hombre, quizás ver calamidades cambia a las personas... pensé.
Le sonreí y dije:
-Te he echado mucho de menos
-Y yo a ti princesa- y me besó.-¿Y ese abrazo?
Sonreí timidamente y lo abracé, no quería soltarle, no quería volver a separarme de él jamas, pero por desgracia le tuve que soltar.
-¿Vamos por tu regalo? preguntó
-¿Porqué no lo trajistes contigo?
-Bueno he de decir que es una caja bastante grande.
-Ya, y pretendes que yo la traiga luego...
-Bueno, supongo que una vez abierto no abultara tanto.
Puse mirada interrogativa, pero Victor no dijo nada más.
En ese instante sonó el telefono de Victor. Era Poli quería saber si había llegado bien y si me había gustado el regalo. Victor contestó:
-Ya hablaremos, estoy bien y tengo a Alexia aquí al lado.
-Bueno, vale ya me cuentas, quiero saberlo todo.
Aquella frase de Victor sonó como si tuvieran algún secreto, como si supiesen algo que yo me perdía. Pensé que quizás Poli hubiese visto mi regalo, así que no pregunté y me limité a llegar a mi destino con Victor. Su casa.
Al llegar allí, la mesa estaba preparada, cena con velar. "Me encantaba cuando hacia eso", pensé.
Cenamor hablndo de todo un poco, su viaje, su trabajo y al llegar el postre dijo:
-¿Me disculpas?
Asentí con la cabeza, se levantó y a los pocos segundos apareció con una enorme caja en el salón
-¡Dios! si que es grande. Dije y sonreí al tiempo.
-Abrelo-conte

tó Victor señalando con su mirada el paquete que había  dejado cuidadosamente sobre el sofá.
Levante la tapa y quedé boquiabierta ante la sorpresa, era una preciosidad, jamás soñé nada parecido. Ante mí tenía un traje oriental, de esos que usaban las geishas. El kimono exterior era de seda azul con flores rojas y el lazo de la cintura de un rojo vibrante.
-Es precioso...
-Me gustaría vertelo puesto.
-Dudo que sepa ponermelo, pero es tarde y tengo que regresar,¿Que te parece mañana?
-Como quieras, contestó.
Cerró la caja cuidadosamente y me compañó de nuevo a casa.
-No veremos mañana a las 18:00 H. ¿Vale?
Asentí y subí a casa tras un largo beso de despedida.

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