sábado, 20 de febrero de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 6

 Salimos del café y nos dirigimos a la esquina. Allí nos esperaba un descapotable negro automático, un coche europeo con tapicería de cuero color camel, elegante, un mercedes. Abrió a poca distancia, ofreciéndome la entrada por la puerta del copiloto.

-Gracias. Dije al ver su caballerosidad.

Se dirigió hacia su asiento pasando por la parte delantera del coche, dejándome verlo a la luz del sol. El que me pareció un Adonis en la cafetería ahora se convertía en un Dios del Olimpo. Hasta el mismo Zeus le hubiera envidiado.

-¿ Y bien?- Dijo al tiempo que arrancaba y me miraba.

Le dí mi dirección, añadiendo que no hacía falta buscar donde estacionar, ya que sería una estancia muy breve.

- La verdad, es que lo necesito ya lo preparé esta mañana.

-¡Vaya, una mujer precavida..! ¡Me gusta!

Y me mostró una sutil sonrisa, que yo correspondí.

-¿Apartamentos..?- dijo al llegar.

-Si, cuando dedicas tanto tiempo al trabajo, lo mas cómodo es algo pequeño y minimalista. Eso unido a que no esta mal tener buenos vecinos de vez en cuando... ¡Espérame, no tardo!

Bajé del coche y rápidamente me dirigí a la entrada principal, esta daba acceso a un pequeño jardín y de ahí a los distintos apartamentos. Entré a toda velocidad en el mío, cogí el paquete con mi ropa de la noche anterior y salí de nuevo disparada por la puerta. Una gran atracción me llevaba de nuevo al mercedes, donde Robert me esperaba.

-¡Lista!, ahora al Departamento de Policía de los Ángeles. Estación Rampart.

-Estupendo jefa. Dijo sonriendo.

Le sonreí y añadí:

- No se como agradecerte tanto... Sin conocerme estas aquí, acompañándome en un momento tan complicado.

- Dudo que un pequeño vacío mental, te deje tan preocupada..

- Como te dije es una larga historia y si no te importa tener un caso por lo penal, seré tu cliente.

-¿Tan complicado es este día?- Añadió desviando su mirada de la carretera a mi.

- Puede, que te estés metiendo en un caso de criminalística, si aceptas claro.- Añadí preocupada.

- ¿En serio..?- dijo asombrado, pero de pronto aclaró-.Ya tiene abogado señorita.

- Gracias- dije tímidamente.- Te pondré al día en un instante, acompáñame.

El sol comenzaba su declive hacia el mar, cuando llegamos a la Estación de Rampart.

Nos dirigimos juntos al despacho de Phillips.

- ¿Se puede..? Pregunte al tiempo que entraba.- Entra - invité a Robert. 

Phillips puso su mirada interrogatoria y antes de añadir nada Robert se estaba presentando como mi abogado.

-Linda, no creo que lo necesites, llegaremos al final de todo esto y apuesto el cuello que tu único delito fué celebrar tu divorcio.

-Gracias jefe, pero hay que ser previsora, además como todo esto va de forma "anormal"...- y me refería a la investigación. Ahora dirigí mi mirada a Robert para continuar.- Nunca a una sospechosa se le permite estar al tanto de los detalles de la investigación.

- Pero tu no eres sospechosa, solo estabas en el sitio equivocado, en el momento equivocado.- Contestó Phillips.

- Más bien, el equivocado era la victima, Robert Grahams, su habitación estaba justo encima de la mía. Pero... ¿Qué hay de nuevo? - Preguntando por al asunto que me llevó allí.

Phillips comenzó su relato de los hechos descubiertos.

- Sobre la victima, Robert Grahams, si era agente de bolsa, y muy bueno, de los mejores, tiene una gran fortuna, que heredará su única sobrina, el motivo por el cual venía a Los Ángeles. El caso es que la chica tiene 19 años, su madre, hermana de Robert, murió de sobredosis hace unos meses pero la chica decidió quedarse en casa de su madre, al parecer no conocía a Robert en persona, solo sabía que tenia un tío que enviaba dinero cada mes. Nunca lo ha visto. La joven no es drogadicta. Mas bien se hacía cargo de su madre desde niña. Está estudiando en un centro de noche y trabaja de día. Eso sí, la casa sigue siendo visitada a menudo por Rafael alias El Cuervo. Narcotraficante mexicano y todo indica que puede ser el padre de la chica. Aunque no hay nada demostrado, ni ella lo asegura. Al parecer, Rafael, ha empezado a dejarse ver mas desde la muerte de su madre, hasta entonces ella solo lo había visto un par de veces en su vida. Una siendo niña y otra hace un par de años, esa vez, discutió con su madre en español, con lo cual la joven, no pudo entender nada. Según la joven,  Rafael pagó el sepelio de su madre y le dió dinero para que no trabaje. Ella no ha tocado nunca ese dinero, es más, nos entregó una mochila con todo el efectivo.

Me quedé helada ante tal relato. Pero Robert estuvo muy avispado.

- Rafael, ¿será investigado?

- No podemos, tenemos a estupefacientes y FBI con un plan en cubierta, si nos acercamos podemos entorpecer su investigación.

- Si.- Contesté rápidamente-. Pero si no lo hacemos, es decir, si no le interrogas, aunque sea con banalidades, también podrá sospechar que hay algo.

- Llevas razón - dijo Phillips- hablaré con los distintos equipos para ponernos de acuerdo. Por otro lado.., hablamos con el recepcionista de noche.

-¿Y?- me apresuré.

- Su declaración dice que  tu entraste en los brazos de un hombre, según el, era tu esposo. Celebrabais vuestro aniversario y te pasaste de copas. Como la reserva estaba a tu nombre, la cuenta se pagó con tu tarjeta.

- ¿Hay alguna descripción?- pregunté.

- Decía que con tu cabeza, ocultabas la del caballero.  Esperamos ver algo mas en las cámaras de seguridad. Ya te avisaré.

"¡Menudo caballero!" Pensé.

- Gracias, iré a ver que tiene Grace y le daré mi ropa para ADN.

Phillips asintió y salimos.

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