viernes, 7 de mayo de 2021

SIN MEMORIA - Capitulo 16

 Llegamos en silencio y entramos a voz de grito.

- ¡Hola, estamos en casa! - Rosario y Pedro salieron a nuestro encuentro - ¿Puedes llevar a la señorita a la habitación de invitados? Necesita un baño, ha sido un día complicado.

- Si señor, - Rosario me acompañó arriba y añadía mientras ascendíamos - Pedro, pon las maletas de la señorita en su dormitorio.

Rosario me preparó un baño de espuma. Me sentía en las nubes, no podía creer lo que había pasado. Pero conseguí añadir.

- Rosario, ¿podría deshacerse de esta ropa después?

- Como desee, señorita usted manda.

- Gracias.

Me quedé sola, lo necesitaba. Robert lo entendía.

Pasaron horas desde que tomé mi baño, me acurruqué en la cama, con un albornoz blanco y aunque en un principio, sentí tanto asco, tanta rabia interna.... ¿Con quien había estado casada tantos años? ¿Cómo me pudo engañar? ¿Cómo no le conocía de nada? Me sentía estúpida. Pero me dormí, el cansancio del stress supongo. Desperté al oír ruido abajo. Los invitados, pensé. Me levanté, me puse un jeans y una camiseta y bajé rápidamente.

- ¡Hola! - Me sentía avergonzada, Robert me dejó mi espacio y no se lo había agradecido como debía.
- Gracias, Robert.- Le susurré.

Marta y Marco habían llegado, fué ella con su estridente alegría quien me despertó. Aún no habían llegado Jhon y su esposa.

Realmente para mi, Marco era nuevo, no le recordaba mucho. Me sonaba su cara pero nada mas. Para Robert, su socio y para Marta, no era así. Parecían un grupo familiar. Marta y Marco contaban sus aventuras en Italia, parecía que se habían divertido mucho, con Marta no era de extrañar.

- ¿Cómo estas tesoro?- Preguntó Marta.

- Bien. Un poco desconcertada, pero a la vez, siento una liberación enorme de ver que me libré de un tipejo como ese. ¿Usaría drogas conmigo durante el matrimonio?

- No pienses en eso ahora.- Dijo Robert.- Está donde debe.

- ¿Y tu mano?- pregunté al recordar el puñetazo.

- No me duele tanto, como pensar que te puso esa droga en tu copa. ¡Parecía todo tan sub-realista! Aunque lo hiciste genial, eres muy valiente.

Sonreí y le agarré la mano, la tenía hinchada, pero no se quejó.

Marta continuó contándome, por petición mía, su apasionada historia con Marco. Parecía que por fin, había encontrado a un chico de su agrado y parecía que aquella relación podría durar algún tiempo...

Mientras, Rosario, colocaba la mesa. Jhon llegó a tiempo. Tan puntual como siempre, acompañado de su mujer que ya estaba al tanto de todo lo sucedido.

- ¡Hola cariño! - Se acercó Jhon.-¿Qué tal estas?

- Muy bien, sabes que soy fuerte.

Ambos asintieron, pero su esposa añadió:

- Linda, sé que estarás muy aturdida con todo esto, tendrás preguntas y te aseguro que con ayuda de Jhon, conseguirás resolverlas. Ahora es momento de disfrutar de tu libertad y de saber que canallas como él, pagarán por lo sucedido.

- Gracias. Y es cierto que me siento perdida. No llegué nunca a conocer a la persona con quien me casé...- Iba a continuar cuando Marta me interrumpió.

- ¡Eh, eh, eh! Veo por donde vas, y no te equivoques. Hay hombres y hombres. Y de eso yo sé bastante. Hay lobos con piel de cordero y corderos con piel de lobo. ¿No es cierto Marco?

- Cierto. Yo soy uno de los segundos. Implacable y frio en el trabajo y "molto romantico en el amore".- Añadió lo último con su acento italiano.

No pude más que reír y mirar a Robert, el también lo parecía, es decir, el cordero con aspecto de lobo.

Nos sentamos a la mesa. Todo estaba genial, se apetecía una buena comida con amigos. Y aunque aún quedaba mucho que solucionar con Christopher, por lo judicial, lo discutiríamos tras la comida, también había que trabajar en el caso del asesinato. ¿Estaría Rafael implicado? Solo esperaba salir de aquella pesadilla cuanto antes.

Tras la comida, relajada y con algunas risas y con el café en mano, Robert añadió:

- Lo acusaremos de acoso, con agravantes, violación y premeditación. ¿Qué tenemos de la chica que puso la droga?

Lo del acoso, fue antes del divorció, por suerte pasó o eso parecía hasta que... sucedió.

- Una becaria, a la que prometió ascender si gastaba una pequeña broma a Linda, su ex. Según cuenta, no sabía ni lo que era, pero por lo visto Christopher, la tenía también en el bote.- Contestó Jhon.- La joven está desconcertada y se siente culpable.

- ¿Y que es de su "amorcito" la secretaria?- Preguntó Marta.

- Supongo que otra tonta, como Linda, y perdona - bromeó sonriendo Jhon.

- Me lo tengo merecido, gracias. Pero tampoco tu supiste verle las orejas al lobo. Te recuerdo que le conoces hace años.

- Touché.(Expresión que se usa en esgrima cuando tu adversario, te toca con su espada en señal de tocado). Nos engañó en cierto modo a todos. Y digo esto, porque tanto tu, como yo sabíamos que era un mujeriego. Pero no pudimos demostrarlo hasta hace un año.

- Es verdad, para que mentirme. Muchas noches llegaba tarde, oliendo a alcohol y a perfumes baratos. De ahí mi sospecha, hasta que lo cazamos. Pero no entiendo su obsesión hacia mi, teniendo a otras.

- Egoísmo. ¿Y ahora que toca? - preguntó Marta.- ¿Juicio?

- Juicio y a por todas, lo poco que ganó con el divorcio puede perderlo. Porque vamos a por todas, ¿no Linda?- preguntó Jhon.

- Si. Aunque no quiero nada de él, tampoco le dejaré nada ganado con el sudor de mi frente o mas bien, con algo que pagué de sobra.

- Pues listo.- Agregó Robert- Mañana iremos a ver las declaraciones de la chica y de él. Y comenzaremos a trabajar en este caso. Si me permitíis yo trabajaré y lo llevaré de cerca, pero en el juicio lo defenderéis Marco y tu, Jhon. Creo que estoy demasiado implicado emocionalmente y no sé si podré tenerle de frente.- Añadió mirándose la mano.

Jhon y Marco asintieron, pero Jhon contestó:

- Juro que lo destrozaré en el estrado. Nadie le tiene mas odio que yo ahora mismo.

- Disiento de eso - dijo Marco mirándome.- Creo que Linda os gana a odio.

Todos reímos, menos Robert, que sonrió y añadió mirándome.

- Solo espero que ese odio, no te haga daño.

- Realmente, no creo odiarlo, no sé que siento, pero no es odio. Además, no te preocupes, he encontrado a alguien que me hace olvidar todo...- Le miré cariñosamente.

- ¡¡Uuuhhh!! Creo que sobramos.- Dijo Marta.- Además yo si trabajo ahora. Quiero tenerlo todo listo para mañana, cuando lleguéis.

- Vamos, te acompaño- anunció Marco.- Ciao, nos vemos mañana en la comisaría.- Despidiéndose.

Marta me besó y se alejó, no sin antes hacerme un comentario de los suyos. " Disfrútalo al máximo" refiriéndose a Robert. Le sonreí y me despedí.

Jhon y Robert, se apartaron para hablar, mientras que yo me despedía de su mujer y enviaba besos para los niños. Cuando se marcharon, Robert se acercó a mi, me rodeó con sus brazos y dijo:

- ¿Estas bien? ¿Necesitas algo?

- Estoy perfectamente, si tienes que trabajar, lo entenderé. Puedo conocer más a Rosario.

- ¿Estás segura? Aunque solo tengo que firmar unos documentos en la oficina y regresaré pronto. Aunque si lo deseas puedes venirte.

- No te preocupes, todo esta bien. Le diré a Rosario que alguien me acompañe para poder recoger mi coche, creo que a Pedro le gustará. 

- Es verdad, tu coche... ¿Qué coche llevas?

- Un todoterreno, mejor que una camioneta.., para cargar compras... Es color negro, te gustará. Es solo un Cadillac Escalade, lo compré hace un año, 420 cv de potencia...- presumí un poco.

- ¡¡ Woouuw!! Chica dura. - Se mofó.- Aunque no tengo ninguno en mi colección. 

- ¿Colección? ¿De que hablas?

Se echó a reír y salió de casa.

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