miércoles, 8 de junio de 2011

REFLEXIONES

Me cuesta mucho trabajo escribir últimamente, porque mis palabras pueden hacer daño a unos y dar la felicidad a otros. Estoy cansada de que alguien siempre salga afectado por mis pensamientos, aunque en estos momentos eso debería darme igual, pero no es así.
Es como lo del regalo de mi abuela..., solo podía elegir a 8 personas y ni siquiera sabía que era para una limusina, fué una elección dura, ya que sois muchos los amigos y sé que muchos de los que os habeis quedado fuera, os habeis sentido fuera de mi vida, en ningun momento ha sido así.
En estos duros 6 meses, he sentido el cariño y el afecto de muchos de vosotros, de mis amigos. He podido comprobar que tengo mucha gente que me quiere y se preocupa por mí. Al igual que he podido comprobar que hay personas que se han servido de mi vulnerabilidad, para hacerme daño, me han atacado y me he defendido como he podido, dentro de mis posibilidades, que en esos momentos eran pocas.
Hoy tras meses de ayuda, ha llegado el final, a tan solo una semana del alta total, me siento fuerte con energías renovadas.
Solo me queda dar las gracias a aquella persona, que se dió cuenta que necesitaba ayuda profesional, pero tambien debo de decirle, que necesité esa ayuda porque perdí toda confianza en mi misma. Me sentí inferior en todo momento, y no por culpa de nadie externo, si no por mí misma, me exigí demasiado y no me dí cuenta que con 13 años, no podía competir con un intelecto superior, mis armas eran mínimas en cultura, en inteligencia, en muchas cosas, supongo que los años dan la madurez suficiente para captar datos de mi alrededor, verdades y razonamientos, que una niña no era capaz de comprender.
Ahora, vuelvo a ser una joven de 14 años, alocada, que piensa en divertirse, cuya obligación es estudiar y aprovechar el tiempo que se nos ofrece. Alguien que vuelve a ser feliz, a sonreir y a la que le importa un pepino lo que digan de ella. Tengo mi consiencia tranquila, cuando tengo que decir algo a alguien lo hago a la cara y los que me conocen, de verdad, saben que no sé mentir. Se me nota en la cara. Así que el quiera saber que pienso de él, que venga directo a mí, porque descubrirá si le miento o no.
Referente a otras criticas...,prefiero no contestar, el tiempo lo hará por mí. Y como se suele decir,"se pilla antes a un mentiroso, que a un cojo" lo siento por esas personas, porque algún día caerán. Si Dios es justo, caerán. Las mentiras no se pueden mantener toda la vida.
A mis amigos, solo puedo darles las gracias, me encantaría tener una flota de limusinas, para que podais sentiros como reyes por un día, porque os lo mereceis todos. Os quiero muchísimo.
Y nada más me queda decir como me sentí yo, cuando comenzó mi pesadilla. Sentí miedo, desconfianza, me sentí sola, las personas que más quería, me abandonaron, no fueron capaces de acompañarme al infierno, se quedaron en las puertas, apuntándome con el dedo acusador, como quien comete un crimen.¿Cual fué mi crimen?, me pregunto.¿Perder la razón, decir cosas incoherentes...?¿No iba eso atado a mi desconfianza? Si no confiaba en mí, ¿como podía confiar en los demás? Haceros esas preguntas, por que yo ya tengo las respuestas. Me sentí sola y abandonada, pero tambien es cierto que yo me aislé. Pero ninguno llamasteis a mi puerta y eso que estaba abierta. Yo intenté abrirsela a otras personas, pero no quisieron entrar. Ahora solo sé, que los que están dentro, seguiran ahí, los que se quedaron fuera...Solo el tiempo, lo dirá.
Un beso a todos los que estais dentro, os quiero muchísimo. ¡Bienvenidos a mi corazón!

No hay comentarios:

Publicar un comentario