CAPITULO 18
Cenamos pescado fresco y vino de la zona. Nos recomendaron el café de allí, pero yo no me atreví, en cambio Lucas, lo degustó encantado.
De allí a la habitación a descansar.
- Mañana cogeremos el ferry temprano. Descansa princesa.
Y volvió a darme la espalda.
- ¿Qué ocurre Lucas?- pregunté.
- Nada cariño, no te preocupes,- se giró hacia mi y me besó.- Lo que ocurre, es que mientras tu dormías, yo conduje 150 km, tras el almuerzo, solo estoy cansado.
- Y distante...-contesté.
- Te amo Alexia, no lo olvides.
Aquellas me recordaron a las que dije a Víctor, cuando puse en marcha mi plan para dejarle.
- Y yo a ti.- Contesté resignada y le besé.
Dormimos abrazados.
Al despertar, me esperaba el desayuno en la cama y Lucas como de costumbre, con su mejor sonrisa.
-Buon giorno, bella Alexia.
- Buenos días, - dije sonriendo.
Desayunamos y nos dirigimos al puerto. En dos horas estuvimos en Capraia.
Esta isla, había pertenecido al continente, hasta que el nivel del mar subió y la convirtió en lo que era.
Nos alojamos en Casa Vacanza Solmar. Son apartamentos que pertenecen al hotel, así que nos estaban esperando.
Lucas eligió la de tipo 1. Era como un pequeño duplex, tenía un salón, con una pequeña cocina y en un lateral, una escalera que te llevaba a una entreplanta donde estaba la habitación.
- ¿Qué te parece?- dijo Lucas.
- Es precioso, en un sitio así, si viviría no en un Palazzo. - Y le besé.
Fue un beso rápido, ya que el añadió:
- Voy a hacer la reserva del almuerzo en algún restaurante, voy a investigar por ahí.
- Pero.., ¿ y yo?
-Coloca el equipaje, nos quedaremos dos noches, ya que yo tampoco conozco la isla.
-Ok.
Lucas salió.
Subí la escalera con las maletas y al llegar al último escalón, me quedé paralizada. Las maletas cayeron al suelo, y no por suerte, escaleras abajo.
"¿Era aquella mi sorpresa? Porque se estaba convirtiendo en pesadilla" pensé.
No podía articular palabra, cuando de repente oí:
- ¿Estas bien? Siéntate, no te vayas a desmayar escaleras abajo.
Me cogió de la mano y me sentó en la cama.
-Estás pálida, -continuó-.¿Llamo a Doc? Le dije que no sería buena idea, al menos la sorpresa, y menos después de hablar contigo hace unos 5 o 6 noches. ¡Qué menuda sorpresa me diste..! Pero dí algo, ¿estás bien?
Seguí sin contestar, mi corazón se aceleró y perdí el conocimiento.
Estaba volviendo en mí, cuando oí dos voces.
Lucas decía:
- Esta bien, genial. Lo único es que han sido muchas emociones en los últimos días. El Papa, el cambio de hotel, de ciudad y la isla.., y para colmo tú. Alexia es más fuerte de lo que pensamos, pero es cierto, que es muy frágil emocionalmente. Y han sido muchas emociones estos días. Además ambos sabíamos que esto podía ocurrir.
-¿Y porqué no cogiste un apartamento sin escaleras? Se podía haber matado.
- Dijiste lo mejor. Y lo mejor para 4 personas es esto.
- Supongo, pero ¿porqué no ves como sigue, Doc?
- No hace falta- contesté desde la cama.- Estoy bien.
Oí como ambos subían rápidamente las escaleras. El primero Doc, que tomó mi mano para cogerme el pulso y me colocó el tensiometro.
Tras él y mirándome preocupado, Víctor.
Aún no creía que estuviese ante mi,en Italia. No podía apartar mi vista de el...
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