CAPITULO 19
-¿Como estás?-Me preguntó.
- Bien, ¿no Doc?- Y miré d Doc. -Lucas, ¿por qué no me lo dijiste?.
-Era una sorpresa.
- Que casi me desnuca cabeza abajo,- contesté mirando las maletas aún en el suelo.
- Lo siento- añadió-. Estas bien, eso es lo importante. Y ahora os dejo.
- ¿Porqué?- pregunté yo.
- Porque tenéis que hablar.
- Croe que no. -Contesté.- Y si tengo que hablar con alguien es contigo. Eres mi pareja y no entiendo nada.
- Antes de venir a Roma, yo también llamé a Víctor, le dí las gracias porque como a ti, nos dió la libertad para amarnos. Pero no entendía, como yo podía estar con una niñata como la que le hiciste ver, así que le conté la verdad.
- ¿Todo?- pregunté.
-Todo Alexia, incluso que yo lo supe desde un principio. Me maldijo, me insultó y me colgó. Pero hace unos días, me llamó y me pidió hablar contigo personalmente. Accedí al verte en el Coliseo.
-¿En el Coliseo?- pregunté.
- Si. Allí estabas con él y no conmigo.
- Te equivocas, estaba con todos los cristianos que murieron allí. Hasta que esa llamada...¿Era Víctor?
Asintió con la cabeza.
Miré a Víctor y dije:
- Ha pasado el tiempo ¿ que quieres?
- Una explicación. Me la debes.
Lo pensé durante unos instantes, y creí que llevaba razón.
Asentí con la cabeza.
-¿Que quieres saber exactamente?
- Creo que os dejo solos, vuelvo en seguida.-Dijo Lucas. Y salió por la puerta.
- Bueno, al fin solos.- Dijo Victor.-¿Como estás?
- Bien y dispuesta a contestar a tus preguntas.
- Solo tengo una ¿porqué?
- Porque tenías sueños, querías ir a Asia, dirigir tu ONG, ser abogado, el mejor conociéndote. En cambio yo ¿que soy? Una chica mediocre, con problemas de comprensión lectora, que ha pasado a ser una chica de educación especial, pero que lucha cada día por ser alguien, lucho contra el sistema.
Ese que dice que una chica con problemas, no puede, ni debe estudiar porque perderá el tiempo. Y yo no pierdo el tiempo, pero si tardo mas tiempo que los demás. Mi vida y estudios van mas lentos de lo común y retrasaría la tuya. No quiero ser, ni he querido ser un obstáculo en la tuya.
De repente llamaron a la puerta y me levanté para atender.
- Buongiorno, signorina. ¿El equipaje del señor Lucas?
- ¿Queee?- Pregunté sorprendida.
- Este. -Contestó Victor, entregándole el equipaje al joven botones.
- ¿Pero que haces? Pregúntale ¿que hace, donde lo lleva?
Víctor preguntó en italiano y al parecer, Lucas había pedido alojarse en otro apartamento.
Llamé a su móvil, pero estaba apagado, así que me fui a recepción.
Estaba adormilada, porque Lucas me había dado un tranquilizante, pero aún así saqué fuerzas para preguntar en que habitación se encontraba.
- Disculpe señorita, pero el señor ha dado ordenes de que no se le moleste. Eso sí, dejó esta nota para usted.
Abrí la hoja de papel y pude leer:
"Querida Alexia, quizás no entiendas nada de lo que está pasando, pero confía en mí. Si me quieres tanto como yo a ti, sé que harás lo que debes. Confía en mí.
Tenéis mesa en el restaurante esta noche para cenar, invito yo, os lo merecéis, Y tu, se lo debes a Víctor.
Solo decirte que te amo. Nos vemos mañana, en el muelle para coger el ferry de vuelta a Livorno, nos volvemos mañana.
Te amo, tuyo Lucas, tu Doc."
Volvía llamar a su móvil, seguía apagado. Me resigné y regresé al apartamento.
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