CAPITULO 21
No hubo suerte, todo estaba dispuesto para dos. Víctor y yo. No entendía nada. ¿Porqué Lucas hacía esto? ¿Que pretendía?
Me ausenté unos minutos, fui al baño. Volví a llamar. Nada, la misma respuesta.
Me dirigí a la mesa y al sentarme Víctor añadió:
- ¿Le echas de menos?
- Mucho- dije tristemente.
- ¿Tanto como a mi?
- Es distinto. A ti, te he echado de menos consciente de lo que ocurría, sabiendo que te alejarías y que tal vez no volviéramos a vernos. Pero ahora.., es tan distinto... No entiendo nada.
-Creo que ahora me toca explicar a mi. Aunque sigo sin entender, porque no me contaste la verdad.
Hizo una breve pausa y continuó:
- Lucas sabe que me fui, porque no soportaba estar en la misma ciudad que tu, porque al verte , aunque fuera en la distancia, me hacía daño. Sentía ira, dolor, rabia, impotencia... ¡Bien sabe dios que intente estar a tu lado! Intenté ayudarte como amigo, por lo que hubo. Pero cada vez que me acercaba, encontraba a una desconocida, a alguien que no me gustaba nada y que no merecía mi ayuda. Me alejé, cierto. Quizás fue lo mejor para ambos, pensé por un tiempo. Así evitábamos tus mareos y yo, los dolores de cabeza que producían aquellas conversaciones absurdas e ilógicas. Pero, en el fondo de mi ser, sabía que la Alexia que yo conocí existía y que tarde o temprano regresaría.
He preguntado día a día por ti, por tu salud. Hasta que Lucas me confesó la verdad. No sin antes preguntarme si seguía amándote. ¿ Quieres conocer la respuesta a esa pregunta?
Lo pensé unos instantes y contesté:
- Me gustaría saberlo, pero creo que no es el momento. Aunque el hecho de que estés aquí, da muchas pistas.
- Esa es mi Alexia, inteligente, guapa...
- No sigas, para empezar te sobra el "mi".
- No, no sobra. Mi Alexia está en mi mente,en mis recuerdos, en mi corazón...
- Y yo, soy simplemente, Alexia.
- Como prefieras.- Y sonrió de aquella forma que tanto me gustaba.
Agradecí su gesto, sonriendo también.
- Sigues teniendo una sonrisa preciosa.
- No sigas por ahí.
- Vale, pues brindemos por el reencuentro.
Asentí con la cabeza y brindamos.
Había cambiado mucho en dos años. Parecía mas joven. Se veía, que lo que hacía le sentaba bien y que le gustaba. Y le pregunté que tal le iba todo.
- Bien, en un principio fue difícil pero tengo muy buenos colaboradores y amigos. Laila, es una de ellas.
- ¿La chica de la que me hablaste?
- Esa misma, conoce toda nuestra historia, al menos la que me hiciste ver. Así que cuando le conté los cambios ocurridos... Ella me animó a venir.
- Debe ser una buena chica, al arriesgarse con esto.
- Igual que Lucas,- contestó el- ese chico te adora y solo piensa en ti.
- Lo sé. Supongo que ahora hace lo que hice yo contigo. Buscar la felicidad de la persona amada. No puedo juzgarle por ello.
- Exacto, es por eso por lo que nos dio esta oportunidad.
- Bueno, ahora entiendo a Lucas. Pero, ¿y tu, me entendiste a mi?
- Aún lo intento- dijo riendo-. Nunca fuiste una chica normal.
Reímos ambos y dije:
- Espero que eso haya sido un elogio.
- Lo es.
Hablamos sobre nuestros trabajos, nuestros proyectos y al final de la velada.., regresamos al apartamento.
Sobre la mesa, una botella de espumoso y una nota.
"Disfrutad el momento...Lucas."
- Si, pero solo el momento, mañana volveré con el.
Víctor abrió la botella, lleno dos copas y ofreciéndome una añadió:
-Eso, mejor lo decides mañana.
- Pero...- protesté, o al menos lo intenté porque sus labios me besaron.
No pude evitarlo, hacía tanto tiempo que no disfrutaba de aquellos labios... Esos, que tan feliz me habían hecho tiempo atrás.
Respondí a sus besos, a sus caricias.
Pero al llegar al dormitorio, mientras me dejaba llevar por la locura, cerré los ojos, el que allí yacía no era Víctor, si no Lucas. No podía dejar de pensar en el.
Una hora mas tarde sonó mi móvil.
- Lucas, mi amor. ¿Donde estás?¿Estás bien?
- Calla loca. Mañana tenemos el ferry a las 9:00 de la mañana. De allí a Livorno y después.., tu decides.
-¿Como?- pregunté- ¿Decido qué? Yo te amo a ti. Pensé que pasaría un día contigo en la isla.
- No, prefiero volver- Contestó el tranquilamente-. Buenas noches , princesa.
- Lucas...- continué, pero había colgado.
- ¿Estás bien?- preguntó Víctor a mi lado.
No pude más que mirarle y romper a llorar. ¿Como había dejado que pasase? ¿Porqué? Sabía que amaba a Lucas. Víctor era pasado. Le había echado tanto de menos.., que su recuerdo se convirtió en algo constante. Había idealizado a aquel hombre, lo había convertido en mi Dios, pero era solo eso, un recuerdo. Un recuerdo del pasado.
Víctor se abrazó a mi y dijo:
- Lo entiendo, no hace falta que digas nada. Te conozco lo suficiente, para saber que no te entregas aun hombre así porque sí. El, es tu hombre y tu, su mujer. Lo siento, siento haberme metido en vuestras vidas.
-No, no te has metido. Simplemente me has demostrado que saliste por completo y me alegro en cierto modo. Por mí, y por Lucas.
Me giré, no podía conciliar el sueño y tampoco podía dejar de sentirme culpable.
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