CAPITULO 24
Regresamos a Sevilla. Ya, como novios oficiales. Le presenté en casa. Todo un revuelo. ¡Otro chico que no es ortodoxo..! Pero todo se solucionó en cuanto Lucas dijo que por mi, iría al mismo infierno. Que si hacía falta se convertiría en ortodoxo. Aquello se volvió un corral de gallinas, todos gritaban alegremente. Lucas sonreía mientras me miraba. En cambio, yo, pensé que estaba loco. Mamá cogió el teléfono y en minutos, tuvimos allí toda la familia.
Al salir de allí, en dirección a su casa, le dije:
- Estas loco, no sabes donde te metes.
- En tu familia, en tu vida y espero que tu en la mía. Te amo.
- Y yo a ti, Lucas.
Entramos en su casa, la acogida genial.
- ¡Ya era hora!, - comentó su padre- deseábamos conocer a la hermosa joven, que le robó el corazón a este canalla.
Sonreí y me ruboricé. ¡Por fin, sabía a quien se parecía Lucas,! A su padre, en carácter, físico...
Me acogieron con los brazos abiertos.
Al irnos de allí. Lucas añadió:
- Bueno, ya es oficial. ¿Y ahora que quieres hacer?
- Las maletas, nos vamos a Ibiza.
- ¿Ibiza?
- Trabajo ¿recuerdas?
-Mmm, creo que me gustará ver como trabajas...
- Y a mi, me encantará trabajar durante horas y que mi chico me espere a la salida.
- ¿Tu chico?
- Mi novio, tu.
Nuestro viaje a Ibiza fue genial, como todo lo que hacíamos Lucas y yo, juntos.
Luego comenzaron las clases para ambos. Y aunque teníamos poco tiempo para nosotros, sabíamos aprovecharlo al máximo. De vez en cuando, en puentes, fiestas, vacaciones.., hacíamos una pequeña escapada intima. Pero por lo demás, estudios, libros, biblioteca...¡En fin, la vida de un estudiante!
En navidades, acompañamos a Domenico y Rosseta al altar. Radiantes de felicidad.
"¿Seríamos nosotros los siguientes? Quien sabe, contestó Lucas".
Recuerdo esa frase en mi cabeza, constantemente, sobre todo la respuesta que Lucas dio a Domenico. "Quien sabe..."
Lo cierto, es que yo si lo sé.
En nuestro aniversario, en el mismo lugar, aeropuerto, y con el mismo destino Roma, nuestro hotelito.., Lucas se arrodilló y dijo:
- Un año, un año de amor, al lado de la mujer mas increíble que jamás conocí. Bella Alexia, ¿quieres casarte conmigo?
Me quedé helada, no sabía que decir, él, ahí, delante de mí, de rodillas y con un pequeño anillo de pedida.
- Claro que si , mi amor.
Se levantó me besó, colocó mi anillo y continuó:
- Me haces sentir el hombre mas feliz del mundo. En dos años serás mi esposa. Mi profesor me ha pedido que sea su ayudante y no solo en la facultad, si no en su consulta privada. Con eso y con tu trabajo, podemos ir haciendo cositas, buscar piso y tal...
Le callé con un beso, los nervios no dejaban de traicionarle y no podía dejar de hablar.
- Ya habrá tiempo de todo.
Y volví a besarle.
Partimos para Roma, nos esperaba Domenico en el aeropuerto.
Y aquí estoy de nuevo en el hotel Montreal, escribiendo mi historia. Mi nueva y última historia de Amor. Lucas, Doc y yo.
¿Habrá una nueva historia de Alexia?¿Alexia y su boda?
Puede o puede que no, ya se escribió sobre una boda griega y se llevó al cine.
Lo cierto, es que hoy por hoy solo puedo decir:
-¡¡SOY LA MUJER MAS FELIZ DEL MUNDO!!
FIN
NOTA: Lucas, nunca leyó aquella carta, simplemente la destruyó.
AGRADECIMIENTOS: A todos mis amigos, en especial a "Lucas", por permitirme escribir acerca de él, aunque él es feliz con su chica.
Naturalmente a mi amigo J.A.F. que me animó a escribir esta segunda parte.
Y a los "Fiesteros", que siempre están para apoyarme en todo.
A mi familia, y como no, a mis lectores. ¡Os quiero!
Un beso.
Mayka.
Por cierto, la semana próxima tendréis mas cotilleos sobre mi, ya que comienza...
YO, MAYKA
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