Capitulo7
Nos dirigimos al Foro Romano y pudimos contemplar las ruinas, La Via Sacra, El Arco de Septimio Severo, el Templo de Antonino y Faustina, he de añadir que es el edificio que mejor se conserva en dicho Foro. El Templo del Divino Rómulo. La Basílica de Majencio. El Arco de Tito.
Era todo impresionante, era como transportarse a otra época.
Mientras, Lucas, no dejaba de elogiarme, me hacía sentir especial y única, como aquella impresionante ciudad.
- Me encanta, aunque he de reconocer que estoy un poco cansada...
- Bien, nos dirigiremos a la Piazza di Spagna e iremos al Caffé Greco.
No era un mal sitio, ya que habíamos almorzado un sandwich cada uno.
Caffé Greco, tenía un aire clásico y fue declarado de interés público en Julio del 53, se encuentra en la Via del Condotti. Sus salones son icreibles, y su decoración aún más. Es como si entraras en un palacio imperial. Y ¡Dios, que cafés y dulces..! Todo un pecado para el paladar.
- ¡Dios, moriría aquí! añadí al probar una deliciosa tarta de frutas.
- No se lo recomiendo señorita, dijo alguien tras de mí, con acento italiano, pero en un acento español correcto.
De repente, Lucas se levantó y saludó enérgicamente a un joven muy apuesto.
- Alexia, te presento a Domenico, hijo de la fantástica repostera de este lugar.
- Un placer y felicitaciones a su madre.
- El placer es mío- contestó y se dirigió a Lucas en italiano.
- Será mejor que lo digas en español, Alexia no habla mucho italiano.
- Perdone, le decía a Lucas, que no me había dicho lo hermosa que era.
- Gracias, pero ¿ya habíais hablado de mí?
- Lucas lleva meses hablando de ti.
- ¡Eehh, no me descubras!
Reímos al unísono. Y Domenico tomó asiento.
Compartimos merienda, confidencias y pude preguntar sobre todo lo visto aquella mañana. Charlamos amenamente y tras confidencias, risas dulces y copas. Domenico añadió:
- Bueno, como lo prometido es deuda, te diré que lo conseguí- Dijo dirigiéndose a Lucas.
-¿En serio?¡Gracias, sabía que lo conseguirías! Dijo bastante alterado y emocionado.
-¿Me he perdido algo?- pregunté
-No, no te preocupes. Es solo que le pedí un favor a Domenico y ha conseguido lo que le pedí.
Se apresuró a decir antes de que Domenico diera alguna explicación
-Solo espero, mi amigo, que no te moleste que seamos cuatro.
-No pasa nada.- Añadió Lucas.- Incluso mejor. Así no será tan frío.
Me quedé perpleja ya que no sabía de que hablaban y para ser sincera mi curiosidad comenzó a actuar.
-¿Me estoy perdiendo algo?- Pregunte de nuevo.
Domenico salió de su asiento, al tiempo que añadió.
-Nos vemos a las 8 de la tarde ya sabes donde. Ciao Alexia.- Y se despidió con un suave beso en mi mano.
Tras su marcha miré a Lucas interrogante. Solo sonrió y dijo:
-Una sorpresa.
Llamó al camarero y pagó la cuenta.
-Y ahora al hotel a descansar, princesa.
Necesito que descanses un poco, antes de la sorpresa.
-¿Y no puedes adelantarme algo?
-No sería una sorpresa.
-¿Andíamo?
Me resigne, sabía que Lucas no soltaría prenda así que nos dirigimos al hotel.
Allí pude darme una ducha rápida y echarme un poco. Doc, hizo lo mismo, supuse que el trasnochar la noche anterior hizo que cayéramos rendidos.
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