miércoles, 4 de julio de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA Y.., VIAJÉ A ROMA


CAPITULO 1
Jamás pensé que emprendería mi nueva vida en un aeropuerto, pero que mejor sitio para dejar volar nuestra ilusión. 
No tenía nada que perder con la proposición de Doc, (Lucas). Había estado a mi lado en todo momento. En mis desvanecimientos, en mis momentos de felicidad, de ruptura, en mi soledad, en mis enfados con Poli... Lucas era parte de mi vida, tanto un año atrás, como en la que ahora comenzaba.
Esta relación comienza en el aeropuerto,  destino Roma, con una sonrisa y un feliz beso.
Justo después de ese beso, Doc, Lucas  a partir de ahora, me tomó la mano y la agarró fuertemente, como si al hacer esto, significara una unión única, especial, algo para siempre. Quería sentirme cerca durante el vuelo.
Aunque Lucas,había viajado mucho, no podía evitar ponerse nervioso en los aviones, pero ¿quien no? Kilos de metal, motores ,asientos, equipaje, personas.., estaban en el aire. Lo mejor, no pensarlo.
Nada más entrar en el avión, Lucas tomó un relajante, me miró, sonrió, me besó de nuevo y cerró los ojos. Todo eso sin soltar mi mano.
Yo, me senté en la ventanilla. Miré por ella un instante y recordé todo lo que dejaba atrás. Poli, Víctor... Supuse que Víctor había hecho lo mismo el día que dejó Sevilla. Aún le recordaba y mucho, supongo que muy en el fondo, le seguía amando , fue mi primer amor, el primero en tocarme, en acariciarme, en hacerme el amor.., jamás olvidaría aquellos momentos, ya irrepetibles, pero él era feliz en su nueva vida y yo emprendía la mía propia.
Giré mi cabeza hacia Doc,"¡Uf, qué difícil sería llamarle Lucas!" pensé. Estaba sentado, tranquilo, con los ojos cerrados y aferrado a mi mano, como si el estar así, nos salvara la vida a ambos. Sonreí al pensarlo.
No me había fijado nunca en la serenidad que irradiaba su rostro. Me gustó. Y en ese instante pensé que pasaría mucho tiempo admirando esa cara, esos enormes ojos oscuros que tanto me gustaban y que ahora estaban cerrados.
Sentí la necesidad de besar su mejilla, pero me detuve por miedo a molestarle. Tenía un libro de bolsillo en la chaqueta, podría leer, pero con una sola mano, me sería imposible sujetarlo y al mismo tiempo pasar las páginas. Tenía delante mía, un vuelo a solas con mis pensamientos, y no tardaron en llegar...
Pensé en el beso del aeropuerto, mi primer beso con Lucas. Con ese beso sentí cosas que hacía tiempo quedaron dormidas, mi corazón dio un brinco de alegría. Aunque lo cierto, es que aún estaba asombrada por ello. Cuando salí de casa pensé en un viaje con mi mejor amigo, aunque tras el primer beso, el que me dio junto con los billetes, supe que haría algo más. Ahora sería un viaje con mi nueva pareja y eso, me hizo volver a sonreír. No se porqué, pero me sentía dichosa, feliz, Lucas había calado en mi poco a poco, ni siquiera lo había notado hasta ese beso.
No lo quería intentar, si no que lo deseaba. Deseaba tenerle a mi lado, sentirle, hablarle... Miré su mano aferrada a la mía, me gustaba el tacto de su piel caliente unida a la mía...
Lucas  y yo.., un sueño. 
Por otro lado, de repente me vinieron pensamientos contradictorios. Lucas  había sido hasta ahora un " vive la vida" como se suele decir. Había cambiado de chicas como de estampas de fútbol y se mofaba ante sus amigos de todas las chicas que habían pasado por su entrepierna. ¿ Qué ocurriría con nosotros tras el viaje? ¿ Sería yo solo una aventura más?
Me daba miedo enamorarme, sentir dolor después, pero deseaba dejarme llevar, mi duelo había durado demasiado...
Volví a girar mi cabeza hacia Lucas, dormía.  Decidí cerrar mis ojos y descansar, quien sabe el tiempo que tendríamos para hacerlo tras pisar suelo italiano.
Cerré mis ojos y dormí.

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