CAPITULO 3
Nos servimos un par de copas, entre besos y risas. Y antes de la última copa, Lucas dijo:
-Deshagamos el equipaje.
Asentí y tras colocar la ropa en el armario, Lucas dijo:
- Pequeñaja, ¿no tienes pijama?
-Sí, ¿que pregunta es esa?
-Pues aquí es tradición ponerlo bajo la almohada.
Le miré medio extrañada, pensando que se estaba mofando de mí, pero supuse que todo tendría una explicación.
Así que cogí mi camisón y mi salto de cama y los coloqué como correspondían. El salto de cama a los pies, y el camisón bajo la almohada.
Pero al levantarla.., encontré una cajita del tamaño CD, y una carta sobre ella. Miré con una sonrisa interrogante a Lucas.
-¿Qué es esto? pregunté antes de abrir nada.
-Una sorpresa.
-Pero.., ¿como sabías que aceptaría tu petición en el aeropuerto?
-No lo sabía, lee y abre el regalo.
Abrí la carta y pude leer.
" Querida Alexia, en este instante no sé si habrás aceptado mi petición de ser algo más en mi vida. De no ser así, aceptaré tu decisión, no sin antes decirte y comunicarte lo importante que has llegado a ser para mí.
Eres el motivo por el que despierto cada mañana, la razón de mi existir, no doy un paso sin pensar en ti, pensando que harás, donde, cuando y con quien.., me acuesto cada noche pensando, en el instante en que pueda darte personalmente un beso de buenas noches, deseando que mis sueños te encuentren y que al amanecer, encuentre tu sonrisa y tus buenos días...
Te amo Alexia, te amo como nunca pensé amar a nadie. Ahora entiendo a Víctor (Y perdona que le nombre),pero le envidié durante algún tiempo. Para ser sincero, aún le envidio, solo de pensar que te ha tenido entre sus brazos. ¡Ojalá, algún día pueda sentir tu calor!
Te amo, vuelvo a repetir y lamento si te molesto con estas palabras, pero es lo que siento.
Si por el contrario, has aceptado, quiero que sepas que soy el hombre más dichoso del mundo.
Tuyo y para siempre.
Tu Doc, Lucas."
No pude evitar emocionarme y unas lágrimas, de felicidad, empañaron mis ojos. Lucas se acercó a mí y dijo:
-Lo siento, no quería que te emocionases así.
Sonreí y añadí:
-Es felicidad y todo gracias a ti.
Me besó y agregó:
-Abre la cajita.
Abrí el regalo, era un pequeño colgante de plata con la forma del Colisseo.
-Quiero que lo lleves siempre, pues aquí, en Roma, comenzamos nuestro amor.
Dijo mientras lo extraía de la caja y me lo ponía sutilmente al cuello.
-¿Qué hubiese ocurrido con el colgante si no hubiera aceptado?
-Lo llevarías de recuerdo de este viaje o.., ¿es que no te gusta?
No pude más que sonreír levemente.
-Me encanta tu sonrisa. Siempre me gustó y, ¿sabes porqué?
-Dime.
- Porque sonríes con el corazón.
Volví a sonreír.
Lucas se acercó a mi y me besó. Sirvió la última copa y dijo:
-Por este amor.
-Por este amor, -contesté.
Tras esa copa, nos fuimos al baño, nos duchamos. Juntos. Entre besos y caricias llegamos al climax.
Al salir del baño, Lucas agregó:
-No sé si irme a la cama y seguir disfrutando de ti, o vestirme e irnos a cenar.
-Tengo hambre pero.., el plan no está mal. Comerme a Lucas o una sabrosísima cena italiana, he ahí el dilema.
Ambos reímos mientras nos vestíamos y salimos de la habitación.
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