sábado, 15 de octubre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 3
Mis tardes con él, se me hacían cortas, a pesar de llevarnos horas y horas hablando, a veces incluso nos llamabamos la atención mutuamente porque apenas estudiabamos, predisposición había, pero a la hora  de la verdad.., nos costaba desconectar uno del otro.
Por otro lado estaba Poli, que no queria perder ni un solo detalle de como evolucionaba lo nuestro, me llamaba a mí o a Victor, y siempre buscaba la oportunidad para que pudieramos tener algún encuentro. Pero de nuevo fuí yo la que tomó la iniciativa, llamé a Poli para decirle que podríamos quedar para almorzar los cuatro, pero cuando le comuniqué que queria que fuese el viernes, contestó:
- ¿Qué viernes, este? Imposible, Diego y yo, celebramos nuestro aniversario y nos vamos todo el fin de semana fuera de la ciudad, pero si quieres, queda con Victor antes y ya nos ponemos de acuerdo, ¿ok? Un beso, guapa. Y me colgó.
Lo de guapa, es algo normal en él, siempre tiene un elogio para todos y cada uno de sus amigos.
Así que le hice caso, esa misma tarde hablé con Victor y todo fueron afirmaciones y "lo que tu digas". Pero lo que más gracia me hizo fué cuando dijo "yo no hago planes por adelantado, pero de acuerdo, lo apuntaré, aún así recuerdamelo". Era como si quisiera restarle importancia a aquella cita. Además si va a ser abogado, tendrá que acostumbrarse a tener fechas de juicio muy avanzadas en su agenda. Al menos es lo que pensé.
A pesar de faltar una semana y media para la cita, cuidé y preparé todos los detalles al máximo, quería estar espectacular para él.
Pero días antes de la cita ocurrió algo, algo que me preocupó y bastante. Poli, como buen amigo y cotilla,vino a decirme que no confiara en Victor. Sus palabras exactas fueron:
-Alexia, cuidado, se habla de apuesta.
No sabía de que hablaba , pero no podía dar crédito a lo que oía.
-¿Una apuesta? ¿Qué tipo de apuesta?
-Sexo, con una menor- contestó Poli.
Y yo contaba con solo 16 años, aunque con edad legal para algunas cosas, no podía creer lo que Poli me contaba, así que preferí hablarlo con Victor. Colgué inmediatamente a Poli, no quise oir nada más, si alguien tenía que dar una explicación ese era Victor. Me quedé unos minutos parada ante el telefono, no sabía si descolgar y llamar, o dejarlo correr y olvidarme de él.
Lo pensé un par de horas, hasta que me encontré más fuerte y recuperada del primer impacto,pero necesitaba hablar con él. No sabía ni como exponer el tema cuando le ví conectado al messenger y me saludó. No lo pensé mucho más y fuí directa, lo más directa posible. No podía creer lo que le estaba escribiendo y relatando, ni yo, ni él, que se quedó tan atónito como yo en un principio.
En ese instante y tras hablar durante horas , me prometió respetar mi cuerpo hasta que yo decidiese como y cuando. Eso me hizo sentirme más segura, dándole un voto de confianza, además no queria dejarle escapar,
Tras aquella conversación, volvimos a fijar la fecha y hora para el almuerzo en el restaurante griego. Solo que esta vez, no preparé solo la ropa y complementos, sino tambien una disculpa por haber dudado de él, escrita de mi puño y letra.

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