jueves, 10 de noviembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 10
Llegué a casa con los ojos empañados de lágrimas y me fuí directa a mi cuarto, alegando cansancio.
Odiaba en ese instante a Poli, ¿ por qué habia echo eso ? ¿Por qué me mintió ? Necesitaba hablar con él y lo antes posible. Así que lo llame en cuanto estuve a solas.
Poli comenzó a disculparse diciendo que él, no había dicho que fuese seguro, gracias a Dios, que había grabado esa conversación y le pude demostrar que mentía, pero ¿cuál era su intención realmente? ¿Porqué me hizo aquello? No podía entenderlo y menos en aquel momento. Estaba muy dolida y no tanto por el rechazo, como por haber confiado en Poli. Le colgué no quería seguir hablando con él. Me parecía absurdo discutir con alguien, que encima se estaba mofando de mí, por mi actitud  y cabezonería.
Cuando lloré lo suficiente, salí de mi habitación para beber agua, no tenía ganas de cenar,  solo de estar sola. Fué entonces cuando encendí el ordenador y allí estaba él. Al parecer Poli, ya había hablado con él y me preguntó que tal estaba. Mentí diciendole que bien, que solo estaba dolida por Poli, que me convenció para ello.
Fue entonces, cuando lo hizo, cuando por calmarme se abrío. Abrió sus sentimientos y dijo:
- No es un no, lo que te he dicho, creo que no has oido nada de lo que te dije posteriormente.
¡ Cuanta razón llevaba ! - pensé -, me encerré en mi misma.
Y siguió hablando.

-Te dije que de momento debia de conocerte mejor, que lo poco que conocía hasta el momento, me indica que eres la persona que estoy buscando. Que eres como un rayo de sol tras la tormenta, un rayo cálido y con el que uno se siente bien. Tienes todo lo que me gusta en una mujer, para ser en un futuro la madre de mis hijos. Pero de momento necesito tiempo para que nos conozcamos.
-¿ Y no están para eso los noviazgos? contesté.
- Si,- dijo él- pero dame tiempo, solo tienes 17 años y debes disfrutar de tu juventud como yo he hecho, ya tendrás tiempo para tener una pareja.
Aunque sus últimas palabras no me convencían, el ser la futura madre de sus hijos, me gustaba así que decidí darle tiempo, decidí esperar hasta que nos conociesemos más.
Pero para conocernos mejor debíamos salir solos. Así que me propuso que nuestra siguiente cita, el próximo fin de semana, saldríamos a pasear a solas.
La idea me encantó, pero esperar una semana, sería una tortura.
A partir de ese instante, y como estabamos de vacaciones, aunque ambos con trabajo, yo porque tenía que  estudiar las 2 asignaturas pendientes y él, por la ONG. Ya que el tambien había acabado el curso, aprobó como de costumbre. Inteligente y guapo, bondadoso, dulce, ¿ que más podía pedir? Tenía un sol de hombre para mi solita. Y eso me enorgullecía. Pero como decía, a partir de ese momento, nos decíamos cuanto nos echabamos de menos, y cuantas horas faltaban para vernos. Lo cierto es que lo estaba deseando.

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