jueves, 24 de noviembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 14

Mi estancia en Grecia, cambió desde ese instante, ya que cierta complicidad surgió entre Aristo y yo. Al parecer, Aristo, siendo menor que yo, tenía más experiencia con las chicas y no dudó en ponerme al día en muchas cosas relacionadas con el tema "sexo", por entonces prohibido en casa y para mí una gran incognita.
En Grecia, aún en nuestra época, muchas chicas se casan muy jovenes y no solo eso, muchos matrimonios, aún son concertados por sus padres. Yo tenía la suerte de vivir en España y mis padres, se casaron por amor. Así, que eso es lo que buscaban para su hija, alguien que la amase, respetase y la cuidara como su princesa merecía. Al menos eso me decían a mí.

Intenté llevar la distancia con Victor lo mejor posible, haciendome a la idea de que pronto volveríamos a vernos. Y fué antes de lo esperado.
Regresé a España un jueves, se suponía que él ya había partido hacia Asia. Pero mi sorpresa fué tremenda cuando al envirarle mi mensaje diciendo que estaba en casa, el respondi
ó al minuto diciendo:
- Me alegro, ¿podemos vernos mañana en casa de Poli?
Aquello me extraño, al tiempo que me alegré por saber que seguía aquí pero ¿por qué? pensé.
Le llamé rapidamente por telefono, necesitaba oir su voz.
-Hola, ¿se acuerda usted de mi? - pregunté medio en broma.
-Hola, guapisima ¿has recibido mi mensaje?- contestó.
-Si, ¿ha ocurrido algo? ¿Por qué no te has ido?
-He tenido que  posponer mi viaje una semana, ya te enterarás mañana, porque si te lo cuento yo, Poli me mata.
-¡Vaya, y yo haciendome ilusiones..! Pensé que te quedastes para verme.
-De no ser porque así tenía oportunidad de verte, te aseguro que me hubiera marchado. Pero supuse que necesitarías una pareja.
-¿Yo, una pareja?
No me hagas decirte nada más  y hablame de tu viaje.
Y así lo hice, hablamos al menos durante una hora, quedando para el día siguiente. Eso sí un rato antes de nuestra cita con Poli, necesitabamos algo de intimidad y sobre todo besos. Esos besos que ambos habíamos echado tanto de menos.
No puedo evitar sonreir de felicidad al verle y él hizo lo correspondiente. Paseamos largo rato por los parques hasta llegar a un cafe-bar, allí nos tomamos un refrigerio y despues a casa de Poli.  
¿Qué se traería entre manos? pensé, ya que Victor no soltó prenda.
Al llegar a su casa ví cajas y paquetes por todos lados.
-¿Te mudas? dije entre incrédula y perpleja.
-Si, pasad y tomemos algo, ya te contamos tranquilos.
Al parecer Diego, habia conseguido trabajo, de profesor de música en Madrid y Poli, había pedido el traslado de facultad. Pero eso no era todo. La gran sorpresa, la bomba, fué que se casaban ese mismo sábado en el Ayuntamiento de Sevilla.
-¿Cuando mañana? ¿Y me teneis aquí en vez de estar preparando todo? No me lo puedo creer. ¿Como no me llamasteis? ¿Porqué no me lo dijisteis? Dije entre enfadada y bromeando, ya que me alegraba por ellos.
-Bueno te llamé un par de veces, pero siempre comunicaba y como estaba tan liado... Diego se llevó 5 dias en Madrid buscando vivienda y yo lo arreglé todo. Por suerte el padre de un amigo conocía a un señor del ayuntamiento y ya ves, boda express.
No pude más que sonreir, ambos estaban tan ilusionados...
-¿Y los trajes?- pregunté- no me los habeis enseñado.
Poli saldría de allí y pudo mostrarme el  suyo, era blanco, de época, como sacado de un carnaval veneciano, eso resaltaria su piel morena. Diego, saldría del hotel donde pasarían la noche, el hotel EME.
La boda sería a la 13:30 del sábado.
Si me levantaba temprano tendría tiempo de arreglarme y buscar algo de ropa en alguna boutique, pensé.
No pude más que despedirme, diciendoles lo mucho que me alegraba por ellos, pero sabía que en mi interior, los echaría mucho de menos, al menos a Poli, mi hermano, mi confidente, la persona que me presentó al amor de mi vida.

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