jueves, 17 de noviembre de 2011

MI NOMBRE ES ALEXIA.., Y CONOCÍ EL AMOR

CAPITULO 12
Faltaba poco, tan solo una semana para que mi familia y yo hiciesemos las maletas para ir a Atenas, y ese era el tema de conversación de ambos. Una tarde mientras hablabamos, Victor dijo:
- ¿Cuando os vais exactamente?
- El miércoles de la semana próxima - contesté -  te echaré mucho de menos, porque serán dos semanas sin saber de tí.
- No te preocupes, hay muchos medios para comunicarnos.
- Yo me conformo con saber que te acordarás de esta pequeñaja y que cuando vuelvas estes aquí, para mí.
Lo dije en plan broma, pero de corazón y era lo que realmente deseaba, saber que él estaría para mí siempre. Quizás es lo que yo deseaba un para "siempre", supongo que es lo que buscamos cuando nos enamoramos. Y de momento era mi sueño.
Quedamos nuevamente a solas, esta vez para cenar, pero me dijo que sería una sorpresa. Así que solo me quedaba esperar.
Me arreglé y bastante, ya que no sabía donde acabaríamos. Confiaba en Victor, sabía que no me decepcionaría y así fué.
Cuando me recogió me dijo:
- Estas guapisima, ¿dispuesta?
- Para todo - contesté.
Y sonrió diciendo:
- ¿Todo?
Me sonrojé y contesté:
- Bueno, tu me entiendes o espero que lo hagas.
Sonreimos ambos y avanzamos hasta nuestro destino. Su casa.
Sus padres habían salido a cenar y él había cocinado para mí. Cena , velas, música ambiental.., todo para una velada única e irrepetible. Y sí, lo fué, irrepetible al máximo.
Tras la cena, mientras bailabamos agarrados, se detuvo y me dijo:
- ¿Aún tienes pensado contratar a tu amigo?
Me quedé un poco perdida, no recordaba a que se refería aquella frase. Mi cara fué tan expresiva, que tan solo me dijo:
- Cierra los ojos, tengo una sorpresa para tí.
Cerré los ojos y recorde mi broma sobre contratar a un amigo para que me enseñara a besar. Y pensé " ¿A qué espera ?" "¿No piensa besarme nunca ?"
Sentí como algo muy suave rozaba mis labios, abrí los ojos suavemente y ví como una delicada rosa roja de tallo largo, acariciaba mi boca.
- Cierra los ojos y siente...
Confiaba en él y así lo hice.
Me había ruborizado un poco, sentía la suavidad y el frescor de esos pétalos sobre mis labios e imaginé que eran los suyos. De repente, todo cambió, sentí su respiración pegada a mi piel y el calor de sus labios sobre los mios, me estaba besando.
Sentí millones de mariposas revoloteando en mi estomago, la piel se me erizó por unos instantes, pero sabía que no quería despertar de ese sueño. El beso cesó.
Abrí los ojos y ahí estaba él, a milimetros de mí. Le miré y me volvió a besar.
Me sentí la mujer más dichosa del mundo, hubiera dado mi vida por quedarme en ese instante, para que los minutos no pasasen, para seguir en sus labios, pero tuvimos que volver a la realidad, y aunque no dejamos de besarnos en toda la velada, tuve que regresar a casa a la hora acordada.
Acababa de entrar en mi habitación, cuando me llegó un mensaje de Victor al movil, quería saber si yo era tan feliz como él en ese instante.
Y claro que lo era, era la mujer más feliz del mundo.

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