sábado, 25 de febrero de 2012

MI NOMBRE ES ALEXIA... Y CONOCÍ EL AMOR


CAPITULO 41
Víctor partió hacia Oriente, Asia. Pensé que el tiempo y la distancia lo borraría todo, pero hay recuerdos hermosos que perduraran siempre Yo me centré en colaborar e involucrarme más en la ONG, así tenía noticias de él, al parecer le iba todo genial.
Por otro lado, estaba Doc. No me abandonaba ni un instante, comenzó a ocupar mis tardes con prolongadas y divertidas conversaciones. Me acompañaba al médico cada vez que era necesario, controlaba mi medicación, mis citas y pruebas médicas. ¡En fin, tenia un médico particular para mí! 
Una tarde, en la sede, mientras montábamos una campaña para abastecer de víveres a los pueblos del Sahara , nos llegó una noticia para todos fantástica, exepto para mi. Víctor, presidiría una nueva sede en Singapur, al parecer había aceptado de buen grado. Ya que pretendía quedarse allí por algún tiempo, se matriculó en una universidad a distancia para terminar su último año de carrera. Parece ser que planificó su vida en cuestión de meses. En cambio yo, seguía muy perdida.
Doc, se acercó a mí, sabía que aunque la noticia era toda una sorpresa para todos, para mí lo sería aún más.
- ¿Te encuentras bien?- preguntó.
- Sí, sorprendida pero bien.
- Entiéndelo, para él lo mejor es desconectar y olvidar.
- Lo sé . Hace lo correcto. Es lo que yo quería.
- ¿Estás segura Alexia?
- Si, es lo que quería para él, su felicidad.Y aún espero que encuentre el amor de su vida.
- Tardaréis ambos y lo sabes. Tú, aún lo amas, se te ve en los ojos. Un sacrificio como este, solo se hace por amor.
Sonreí. No podía decir más, en el fondo amaba a Víctor y le echaba de menos muchísimo.
-¿Qué te parece si nos vamos a tomar algo? -Cambió de tema Doc.
Acepté y salimos de la sede.
Aprobé septiembre gracias a Doc , me ayudó a estudiar, a seguir mi día a día sin Víctor.
                                                     
                                           ******************
Ha pasado más de un año, desde que Víctor se marchó y aunque sigue en mi corazón, el dolor inicial se marchó con el tiempo.
A mi lado, continúa Doc, mi familia y psicóloga, la cuál me ayudó muchísimo y aunque ya no acudo a consulta, está para cuando la necesito. He pasado a ser una chica de educación especial, pero eso no me convierte en nadie inferior, simplemente diferente al resto. Como dice Doc, eso me hace más especial aún.No sé si podré estudiar mi carrera universitaria, pero si sé que no me rendiré, jamás lo hago.
Una tarde, celebrando que me había sacado el bachillerato, Doc dijo:
- Creo que te mereces un regalo, por tu sacrificio y tu esfuerzo.
Le miré extrañada. Se acercó a mí y dijo:
-¡Felicidades guapa, lo has conseguido!
Y me entregó un sobre. Dentro dos billetes de avión, destino Roma.
- ¿ Y esto?- pregunté.
- Uno para ti y otro para mi, si aceptas, claro.
- Claro, naturalmente, no se me ocurre nadie mejor para ir a Roma . Pero.., ¿cuando?
- En dos días, nos vemos en el aeropuerto.
Me besó y se alejó.
Me quedé perpleja, si el billete me había sorprendido, más lo hizo el fugaz beso que dio en mis labios. Aunque me sorprendí, he de reconocer que no me disgustó.
Lo preparé todo para el viaje. Llegué al aeropuerto una hora antes de la salida del vuelo, para facturar el equipaje. Doc me esperaba.
-¡Hola guapa! Pensé que no vendrías...
- ¿Porqué no debía de hacerlo?
- Da igual, me alegro que estés aquí. Por cierto, antes de irnos debo de hablar contigo, sentémonos. 
Nos sentamos y continuó:
- Yo no soy Víctor, no sé decir las cosas como él.
- No importa.-Contesté y prosiguió.
- No me interrumpas, no es fácil.
Con su billete en la mano me mostró el nombre de la ciudad R-O-M-A.
-Léelo del revés. A-M-O-R.
Tras leerlo, levanté la mirada a sus inmensos ojos.
- Alexia, quiero empezar estas vacaciones no como tu amigo médico, sino como algo más, pero entendería que no aceptases.
Seguí en silencio mirándole.
- ¡Dí algo me desesperas!
- Me dijístes que no hablara.
- No, que no interrumpieses y ya he terminado.
Sonreí, le miré y le besé.
- ¿Eso significa un si? preguntó él.
- Intentémoslo -contesté yo- pero, ¿puedo empezar por llamarte por tu nombre?
- Me encantaría.
- Te quiero Lucas, gracias por estar ahí siempre.
- Te amo Alexia. Y seguiré ahí, si me dejas.
Nos fundimos en un fuerte beso y abrazo.
Y comenzó nuestra gran aventura, pero esa es otra historia que ya os contaré algún día.


                                          FIN
TRAS ALEXIA...
Espero os haya gustado, pero ahora comenzaré a escribir cosas sueltas, ya que de momento no tengo nada preparado. Eso si, prometo que Alexia volverá con nuevas historias en un futuro. O quien sabe, lo mismo escribo otro nuevo diario. Mi vida es una caja de sorpresas.
De momento llegan exámenes y tengo que estudiar, así que dispondré de poco tiempo, pero prometo no abandonaros nunca.
 Por otro lado, os diré que recibido muchos mensajes de felicitación, en los distintos chats y cuentas que tengo. A todos muchas gracias. ya que esto me permite conoceros personalmente y me da ánimos para seguir.
Gracias a América latina, E.E.U.U,  Rusia, Alemania y la última en añadirse Canadá. Naturalmente a mis seguidores de España,  desde aquí un fuerte abrazo y beso a todos. Gracias por seguirme.
Prometo seguir escribiendo sobre los sentimientos, esos grandes desconocidos en nuestro mundo actual. Y para comenzar os diré que lo primero que escribiré será una carta a Cupido, con el cual medio mundo está enfadado y creo entender que la causa son sus flechas de amor...
Un beso y hasta la próxima.








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