miércoles, 13 de abril de 2011

DIARIO DE UN DESAMOR XLIII.

Martes 12de abril de 2011
Ayer lunes, no fui al instituto, no me encontraba bien y hoy martes, tampoco estoy de muchos  ánimos.
Supongo que aún me siguen afectando las cosas que la gente dice de mí, lo cierto es que no soy de piedra. Pero tampoco me sorprende mucho, sinceramente no sé de qué me extraño. Alguien dijo en una ocasión “que cuando tienes muchos enemigos, es porque haces algo bien”. (Supongo que esta frase se la atribuyen los políticos). Yo, no sé si tengo muchos enemigos, pero sí sé algo, no sé odiar.
Hoy una profesora, a la que aprecio muchísimo porque siempre está dispuesta a oírme, me dijo que no me preocupara tanto por los demás y lo hiciese más por mí misma, pero eso es lo que yo soy, entra en mi forma de ser. Supongo que me parezco un poco a mi bisabuela Carmela, que se quedaba sin almorzar por dar los demás. Es más hermoso dar que recibir, aunque también sé que es más cansado. Pero yo creo, que no me cansaré jamás de dar este amor, a quien para mí se lo merece, aunque no esté a mi lado.
Hoy como cada martes, he ido a misa y allí me acuerdo de todas las personas que me importan, incluso de aquellos que no están en mi vida. De X, su familia, antiguos amigos, que ya ni siquiera me importan, pero que espero que la vida les sonría y de muchos más. ¿Soy tonta? Quizás, pero tampoco soy una santa, ni pretendo serlo. Solo soy una chica con corazón, con un corazón lleno de amor, dañado y triste, pero bondadoso y eso jamás nadie lo cambiará.

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