jueves, 14 de abril de 2011

DIARIO DE UN DESAMOR XLIV.

Miércoles 13 de abril de 2011
Alguien que me apreciaba mucho me dijo en una ocasión, que no cambiara nunca, que no dejara escapar mi inocencia y mi bondad, que ojalá mi corazón amara siempre de una forma pura y limpia. Supongo que la inocencia se irá con los años igual que la belleza, pero espero que para entonces mi corazón ame de forma incondicional. Lo que si espero, es mantener a mi lado a los buenos amigos, esos que me han demostrado y me demuestran día a día que están ahí.
Ahora llevo unos días decaída, supongo que esperaba pasar esta primavera de otra forma, la semana santa y la feria en los brazos de la persona amada, pero todo fue una quimera, un sueño que se desvaneció, que se escapó como agua entre mis dedos. Imagino que puedo recurrir a mi doctora, ella me lo dijo, pero solo necesito el abrazo de Inés, la sonrisa de J y las bromas de Carlos. A mis amigos, esos que se sienten recompensados con mi sonrisa y con mi alegría.
Imaginé tanto, soñé tanto…, que ahora solo me quedan manos vacías y recuerdos, bonitos recuerdos, a los que a veces me aferro de una forma inimaginable. Me pregunto si él tuvo alguna vez esos sueños, si alguna vez pensó en un futuro juntos…
Supongo que todo tendrá que ver con que se aproxima el día 15. Un día 15 que pasaré, si Dios quiere junto a uno de mis mejores amigos, divirtiéndome, como intento hacer desde hace algunos meses e intentando vivir mi vida sin él.

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