DIARIO DE UN DESAMOR XXXII.

Jueves 31 de marzo de 2011

Alguien querido, un buen amigo, me ha dado un buen consejo, que mire la realidad del mundo y no viva con una venda de color de rosa. Es un consejo estupendo, que todo el ser humano debe aplicarse.

Yo soy de las que piensan que el mundo es duro, nada más hay que mirar a nuestro alrededor, ver las noticias del mundo, guerras, hambre, odio, destrucción…, eso es el ser humano. Pero por suerte, mi mundo, en el yo vivo, no es así. Lo explicaré, tengo 13 años, mi mundo actual soy yo, mi familia, mis amigos y mis obligaciones, que son mis estudios. Sé lo que pasa en el mundo, no soy ajena a ello, pero ¿qué puedo hacer yo ahora? ¿a mi edad? Solo estudiar, ser inteligente y conseguir ser alguien para poder aportar mi granito de arena. El mundo, es del color que nosotros lo pintemos y el mío, no es rosa, no me gusta el rosa. Aunque se asemeja, un poco más oscuro, debido a mi tristeza pero no me puedo quejar.

El ambiente familiar es bueno, en mi casa hay amor y mucho, mis padres por ejemplo, se conocieron en 1992 y desde entonces están juntos. Aún se les ve sus miradas de complicidad, sus sonrisas… ¿Cómo no voy a creer en el amor, si ellos son amor?

Este es mi mundo, el que yo vivo y aunque sé que poco a poco irá creciendo, intentaré que siempre sea de un color positivo. Y el verde esperanza siempre estará en ella, nunca permitiré que pase del color gris, nunca. Ese será mi mundo a partir de ahora, no un mundo ficticio, ni creado, solo una realidad positiva. Los males, llegarán por si solos, no los llamemos, no debemos hacerlo.

He aprendido mucho en estos meses, no sé si de mis errores, pero he aprendido que las cosas no las regalan, que lo que deseamos debemos de conseguirlo nosotros mismos, yo perdí en mi batalla, pero fue porque no luche lo suficiente, porque no sabía cómo hacerlo, tenía la solución pero no las armas, ahora ya se cuáles son las armas de una mujer, aunque siga siendo una niña.