Viernes 15 de abril de 2011
Hace unos días alguien me preguntó, si X, me había dejado por otra persona. Supongo que algo que yo no puedo contestar, pero que me atreveré a hacer. X y yo, prometimos ser sinceros siempre y confío en que lo hiciera. Cuando X y yo terminamos, teníamos problemas, unos problemas que según él, yo podía solucionar. Y ahora creo que es así, pero entonces estaba muy perdida.
Yo nunca había tenido pareja, al menos no algo tan formal. Si es cierto que salí con Carlos, pero duramos escasamente dos meses. Visto desde afuera, desde este momento, creo que hay estaba mi fallo. No sabía que era una pareja, una relación y supongo que me queda mucho por aprender.
Las relaciones varían con los años. Unos niños de primaria, se ruborizan ante un “me gustas” o un beso en la mejilla. En secundaria, buscamos un primer beso y un amor para siempre, al menos muchas chicas, porque los chicos… Cuando crecemos buscamos algo que abarque todo, lo físico, lo sentimental y un futuro. Y en la vejez, solo buscamos compañía, alguien que nos escuche y comprenda.
A mí, me queda mucho por crecer, a pesar de ser alguien “madura” como dicen. Yo solo sé lo que soy, aunque hubo un tiempo en que lo dudé. Pero ya no.
Soy una chica de 13 años, con sueños, cabezota, con genio, bondadosa, sin pelos en la lengua, educada, tímida en el amor y extrovertida con los amigos, con ganas de aprender, de adquirir conocimientos, pero cada cosa a su paso y en su momento.
X, no pidió nada del otro mundo, solo que fuera yo misma, pero no supe demostrar todo lo que sentía y lo perdí.
Aún creo en el amor para siempre, aunque no soy correspondida.
Algún día me tocará ser feliz y entonces haré feliz a alguien. A la persona que esté a mi lado.
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