martes, 22 de marzo de 2011

DIARIO DE UN DESAMOR XXIII.

Lunes 21 de Marzo de 2011
Ayer no salí, como dije fui a casa de mis abuelos. Estuve con mis tíos y con mis primos, nos reímos muchísimo, esa casa es una locura cuando nos reunimos todos.
Tengo una primita de 15 meses, que está para comérsela, es una ricura y con sus cosas hace las delicias de la casa.
Y entre risas y locuras comenzaron los mensajes. Primero de un amigo que me pedía que me conectara y después de un número q no conocía. Y que resultó ser de alguien que conocí este verano, quería quedar conmigo, menuda sorpresa, porque por entonces era el novio de una amiga. El mensaje decía “PLN a las 18 horas”, naturalmente rechacé la invitación porque él y yo solo hemos hablado en un par de ocasiones, la última en PLN, pero no recuerdo haberle dado nunca mi número de móvil. Aunque supongo que lo obtendría por algún conocido en común. Lo cierto es que aún le sigo dando vueltas al asunto, ¿curioso verdad?
Al llegar a casa estuve repasando, ya que tengo examen el martes. Mis notas este trimestre serán muy ajustadas e incluso creo que suspenderé alguna, no he estado muy centrada, pero me quedan las recuperaciones y pienso sacarlas. Además el primer trimestre me fue muy bien y el tercero espero que también lo sea. Solo pensaba en X, cada vez que me quedo a solas su recuerdo viene a mi como una flecha, cargado de amor y dolor, aún sigo enamorada de él y no creo que pueda amar a otro chico en mucho tiempo. Quizás algún día encuentre a la persona que me enamore, de momento ya tengo unos futuros candidatos. Unos chicos que me hacen desconectar por completo.
“J” se lleva la mejor parte, con él puedo conversar de todo, reír y sentirme segura. “L” es todo un torbellino de hormonas masculinas, divertido y seductor, a veces me asusta con su ímpetu, porque yo soy más reservada, pero me gusta. Y naturalmente está mi amigo Carlos, él ha sido y es, la persona más importante en mi vida, después de X. Ha estado siempre a mi lado, ha aguantado, mis llantos, mis desaires y mis malos modos. A veces, incluso le he hecho daño con mis palabras, ya que han sido muy hirientes. Le tengo mucho que agradecer, pues sigue a mi lado, se ha convertido en un incondicional. Él también lo pasó mal y fue por mi culpa, le herí y aun así ha seguido a mi lado. Al principio me apoyé mucho en él, ahora en cambio, le evito, porque comencé a confundir agradecimiento y cariño, con algo más y no quería volver a hacerle daño. Es cierto que Carlos está cañón, ha cambiado mucho, en el último año, físicamente y  de personalidad, se ha afianzado es más seguro de sí mismo y dice las cosas sin tapujos. ¿Quién no iba a quererle?
Con “J” me pasa algo parecido, es guapo, dulce, puedo hablar con él, como he mencionado antes, y no me importaría quedar más a menudo con él, es más creo que me gustaría.
Pero lo cierto, es que a ninguno le puedo dar mi corazón, les puedo dar mucho, pero no mi corazón, porque ese ya está ocupado.

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