Miércoles 23 de Marzo de 2011
Ayer vi a X a unos metros de mí. No me preguntéis que sentí porque fue, desconcierto, alegría…, en fin tanto que no sabría explicar lo que sentí. Solo sé que reí al recordar algo y reí durante bastante rato. Aún soy feliz con sus cosas, con esos pequeños detalles, pero le echo tanto de menos…Han pasado casi cuatro meses y sigo tan triste y enamorada como aquel 6 de diciembre, esperando que algún día, él y yo podamos hablar y respondernos a todas las preguntas que hay en nuestras cabezas, Esas que no supimos o no pudimos responder en su momento.
Aún tengo la esperanza de tener alguna señal por su parte, algo que diga que aún sigue ahí, a pesar de haber sido yo la que pidió silencio.
Ahora solo puedo contestar a un par de ellas, pero solo un par y son tantas…
No busco su vuelta, no hay vuelta. El daño está hecho, yo hice que dejara de amarme y no volverá a hacerlo.
Si su corazón un día estuvo cubierto de escarcha, ahora está recubierto de frío acero, y yo no tengo el calor suficiente para fundirlo.
Solo espero que algún día recuperemos la amistad perdida porque estoy segura que podríamos llegar a ser buenos amigos, pero para ello, debo de aparcar estos sentimientos, dejarlos a un lado. Decirlo es fácil, hacerlo no tanto.
De todas formas intentaré un acercamiento.
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