DIARIO DE UN DESAMOR XXX.

Martes 29 de marzo de 2011

Este mes parece interminable. Marzo, el mes en el que me enamoré. Pero ¿Cuándo me desenamoraré? Hay veces en las que pienso que eso nunca ocurrirá, pero ¿quiero hacerlo verdaderamente? ¿De qué me sirve seguir enamorada? Son tantas las preguntas que no puedo contestar y lo peor de todo, es que no sé si podrán ser contestadas algún día.

A veces pienso que me equivoqué, que nunca debí enamorarme. Otras pienso que es lo mejor que me ha pasado en la vida y que será una experiencia maravillosa a recordar con el tiempo. De momento solo me queda intentar seguir adelante, con una alegría fingida y con comentarios a mi espalda.

¿Cómo puede haber en este mundo tanta envidia? ¿Tanta arpía suelta?

Si lo paso mal, “pobrecita, va de victima” si estoy bien… Lo último que he tenido que escuchar hoy, es que me enrollo con cualquiera, eso quisieran algunos chicos. Los que me conocen se ríen de ese tipo de comentarios, los que no, dan pie a esas habladurías. Tengo mi conciencia tranquila, no he cometido ningún crimen y no voy a avergonzarme de ninguno de mis actos, jamás. La verdad es que los que me critican, habían besado antes que yo, pero no voy a ser como esas personas, yo tengo clase.

Ayer lunes noche, hablé con “J” y he de decir que me gusta hablar con él. Aunque después de una pequeña charla que tuvimos, no está muy animado. Ahora soy yo la que debe hacerle reír, cuando hace pocos días era al contrario. ¡Ojalá no esté mucho tiempo mal! Porque no me lo perdonaría.

Aunque para ser sincero, todo sería más fácil si Cupido hiciese bien su trabajo, porque últimamente parece que lanza las flechas a diestro y siniestro y con los ojos vendados.

¿Por qué cuando le dio a Carlos no me dio a mí? O ¿Por qué cuando me dio a mí, no dio en el blanco con X? Y ahora, ¿Por qué dispara a ”J” sin dar a la persona correspondiente? Es todo tan difícil…

Una vez oí a alguien decir, que lo más hermoso del mundo, sería escribir un futuro junto a la persona amada. Ahora pienso que se equivocaba, que cada persona debe de escribir su propio futuro, aunque tengamos a alguien importante a nuestro lado, nosotros decidimos quien debe de estar en él. Yo decidí, pero no actué. Así será mi futuro actual.