domingo, 6 de marzo de 2011

DIARIO DE UN DESAMOR VIII.

Sábado 5 de marzo de 2011.
Como se va haciendo habitual, ayer salí con las chicas. Como de costumbre lo pasa bien. Exepto, por un pequeño percance con un niñato, que se atrevió a meterse con una amiga. Pero salimos airosas, ahora sabemos que hemos de evitarle, o ir en busca de él si queremos camorra. Pero es un skaters y nunca van solos.
Una cosa curiosa que no os he contado, Es que cada fin de semana, recibo llamadas y mensajes de un chico cordobés al que tan solo vi por unos minutos. Parece interesado, porque el pobre no desiste y eso que apenas le contesto. Le conocí hace un mes, cuando estaba de compras en las rebajas: Yo salía de una tienda y como siempre, tropecé al salir y caí encima de él. Así, tan literal como os lo cuento. Caí justo encima de él. Podéis imaginar mi reacción, rostro como un tomate y de mi boca solo salían “lo siento”. Debió pensar que era tonta o que lo hice intencionadamente, no sé, Aún no le he preguntado: Pero al ayudarme para incorporarme, se dio cuenta, que tras el traspiés, no podía apoyar adecuadamente el pié con el cual había tropezado. Aunque he de reconocer que minutos después no me dolía, no sé porque en ese instante me falló.
El me pidió el número de teléfono y prometió que solo seria para interesarse por mi pie, así que se lo di, eso después de insistir muchísimo y de intentar acompañarme. Así que, recibí su primera llamada esa noche, me decía que ya estaba en Córdoba y que todo el viaje estuvo preocupado, he contesté que estaba bien, gracias a que él amortiguó el golpe, pero aun así, no ha dejado de llamar y no solo eso, si no que viene a Sevilla, una o dos veces al mes.
De él, os puedo decir que no sé cómo se llama. Ni él conoce mi nombre. Pero es un chico de 17 o 18 años de edad, moreno y no mal parecido de rostro, digamos que es atractivo, buen cuerpo, en fin, un bombón como dirían las chicas. Aun así, no le he concedido una cita, porque realmente no le conozco, y quedar con un desconocido hoy en día, es un poco peligroso. Nunca sabemos que nos podemos encontrar. Es incluso a veces con personas que conocemos y nos sorprenden cuando menos lo esperamos.
Os pondré un ejemplo de un viejo conocido, siempre dijo que le daba igual lo que pensaran los demás de él, posteriormente pasó a decir que había cosas que podían pasarle factura en un futuro y decidió dejar algunas cosas atrás. Actualmente hace cosas, que si afectarían seriamente a su futuro y aun así no está dispuesto a escuchar a nadie, ni hacer nada. No creo que hoy por hoy, yo vuelva a acercarme a él, porque pienso que él, si dañaría mi futuro y la verdad me sorprende pensar que él no se dé cuenta.
Es lo normal entre los jóvenes “alcohol, drogas, sexo…” pero ¿es tan normal para la sociedad en la que pretendemos vivir?
No sé si esto, son decisiones maduras o inteligentes, yo me decanto por la segunda.
Un ser inteligente, es aquel que sabe elegir por sí mismo lo que más le conviene a su persona y a su futuro. Yo soy una de esas personas. Decidí alejarme de todo lo que me hace daño, mi amigo, otros conocidos de los cuales no he hablado y no voy a hablar, porque eso sería otra historia y de mi querido X. Que aunque me duela, es la decisión más dura que he tomado y tomaré en mi vida.

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